Unidad 26: Día 3
2 Tesalonicenses
Introducción
Poco después de escribir su primera epístola a lo santos tesalonicenses, el apóstol Pablo les escribió una segunda carta, en la que explicó más verdades acerca de la segunda venida de Jesucristo. Enseñó que el Salvador no vendría nuevamente hasta después que hubiera ocurrido una apostasía. Luego, Pablo predicó contra la ociosidad y aconsejó a los santos que “no [se cansaran] de hacer el bien” (2 Tesalonicenses 3:13).
2 Tesalonicenses 1–2
Pablo anima a los santos al profetizar de la segunda venida de Jesucristo
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Con admiración y ánimo por todos los que tendrán que permanecer firmes en estos últimos días, les digo a todos, y especialmente a los jóvenes de la Iglesia, que, si aún no les ha tocado, un día se encontrarán ante el llamado de defender su religión o quizás hasta soportar un poco de maltrato personal por el simple hecho de ser miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En esos momentos se requerirá de parte de ustedes tanto valentía como cortesía” (“El costo —y las bendiciones— del discipulado”, Liahona, mayo de 2014, pág. 6).
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe acerca de una experiencia en la que hayas tenido que defender tu fe o soportar oposición a causa de tu calidad de miembro de la Iglesia. Incluye de qué manera respondiste en esa situación. Si no has tenido que defender tu fe o experimentar oposición a causa de tu calidad de miembro de la Iglesia, escribe sobre cómo piensas que responderías si te enfrentaras a esa clase de situación.
El apóstol Pablo escribió una segunda carta a los santos tesalonicenses y abordó varios temas, entre ellos, la persecución a la que se estaban enfrentando los santos. A medida que estudies 2 Tesalonicenses 1, busca un principio que pueda ayudarte a soportar la oposición y tribulación que puedas enfrentar como miembro de la Iglesia.
Lee 2 Tesalonicenses1:3–5 para ver por qué motivo alabó Pablo a los santos tesalonicenses.
Podrías marcar o anotar en el versículo 5 la recompensa que recibirían los santos por soportar la persecución y tribulación con “paciencia y fe” (2 Tesalonicenses 1:4).
De 2 Tesalonicenses 1:3–5 aprendemos que si soportamos fielmente la oposición y las tribulaciones con paciencia y fe, podemos ser contados como dignos en el reino de Dios.
Reflexiona sobre lo que significa soportar las pruebas con paciencia. ¿Por qué necesitamos fe para soportar con paciencia la oposición o la tribulación?
Lee la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, que destaca lo que significa soportar pruebas con paciencia: “… la paciencia no es ni una resignación pasiva, ni es dejar de actuar por causa de nuestros temores. Ser paciente significa esperar y perseverar de forma activa. Significa persistir en algo y hacer todo cuanto podamos: trabajar, tener esperanza, ejercer la fe y enfrentar las dificultades con fortaleza, incluso cuando los deseos de nuestro corazón se ven demorados. ¡La paciencia no es simplemente sobrellevar las cosas, sino hacerlo bien!” (“Continuemos con paciencia”, Liahona, mayo de 2010, pág. 57).
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Piensa en la oposición o las tribulaciones que quizás estés experimentando ahora y decide de qué manera puedes soportar esos desafíos con paciencia y fe. Podrías orar para pedir ayuda.
Pablo profetizó concerniente a la segunda venida de Jesucristo. Lee 2 Tesalonicenses 1:6–10 y busca palabras y frases que Pablo utilizó para describir la Segunda Venida. A medida que leas, fíjate en la forma en que la experiencia de los justos será diferente a la de los inicuos cuando venga el Señor.
Una verdad que podemos aprender de esos versículos es que en la segunda venida de Jesucristo, los justos tendrán reposo y los inicuos serán destruidos.
¿De qué cosas piensas que los justos tendrán reposo?
¿Cómo puede consolar esa doctrina a los que actualmente están sufriendo adversidad debido a su compromiso con Jesucristo?
¿Te has preguntado alguna vez cuándo será la segunda venida de Jesucristo? 2 Tesalonicenses 2:2 sugiere que los santos de Tesalónica pueden haber pensado que la segunda venida del Señor estaba por suceder o ya había ocurrido. Pablo estaba preocupado de que hubieran sido engañados.
Lee 2 Tesalonicenses 2:1–3 para ver lo que dijo Pablo que sucedería antes de la Segunda Venida. En el versículo 3, la palabra “apostasía” implica un alejamiento de la verdad. (Observa que 2 Tesalonicenses 2:1–3 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de un modo especial para que puedas ubicarlo más adelante).
De 2 Tesalonicenses 2:1–3 aprendemos que antes de la segunda venida de Jesucristo ocurriría una apostasía.
En esos versículos, Pablo sugirió que los miembros de la Iglesia de su época debían estar más preocupados por la apostasía que ya había comenzado entre ellos que por cuándo sería la segunda venida del Señor. La siguiente explicación puede ayudarte a comprender la Gran Apostasía, que ocurrió poco tiempo después de la muerte de Pablo y la de los demás apóstoles. Pablo sabía que ese alejamiento ocurriría antes de la segunda venida del Señor.
“Después de la muerte de Jesucristo, gente inicua persiguió a los apóstoles y a los miembros de la Iglesia, y mató a muchos de ellos. Con la muerte de los apóstoles, las llaves del sacerdocio y la autoridad presidente del sacerdocio fueron quitadas de la tierra. Los apóstoles habían conservado puras las doctrinas del Evangelio, habían mantenido el orden y establecido las normas de dignidad para los miembros de la Iglesia. Sin los apóstoles, y con el paso del tiempo, las doctrinas se corrompieron y se hicieron cambios no autorizados en la organización y en las ordenanzas del sacerdocio de la Iglesia, como el bautismo y el otorgamiento del don del Espíritu Santo.
“Sin revelación ni autoridad del sacerdocio, la gente se apoyó en la sabiduría humana para interpretar las Escrituras y los principios y las ordenanzas del evangelio de Jesucristo. Se enseñaban ideas falsas como si fuesen verdaderas; se perdió gran parte del conocimiento del carácter y de la naturaleza verdaderos de Dios el Padre, de Su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo. Las doctrinas de la fe en Jesucristo, del arrepentimiento, del bautismo y del don del Espíritu Santo se tergiversaron o se olvidaron. La autoridad del sacerdocio que se dio a los apóstoles de Cristo ya no se encontraba sobre la tierra. Al final, esa apostasía fue la causa de que surgieran muchas iglesias” (Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, pág. 35).
Teniendo en cuenta lo que has aprendido acerca de la Apostasía, medita en por qué fue necesario que se restauraran el evangelio de Jesucristo y Su Iglesia antes de la venida del Señor.
El “hombre de pecado” que se menciona en 2 Tesalonicenses 2:3 se refiere a Satanás. La restauración del Evangelio, que incluye la salida a luz del Libro de Mormón, expuso los engaños de Satanás y sus seguidores.
En 2 Tesalonicenses 2:4–17 leemos que Pablo profetizó que el Señor permitiría que Satanás engañara a los habitantes de la tierra hasta el momento de la Segunda Venida (véase Traducción de José Smith, 2 Tesalonicenses 2:7–9 [en inglés]). Pablo animó a los santos a “permanecer firmes” en las verdades que se les habían enseñado (2 Tesalonicenses 2:15).
Dominio de las Escrituras: 2 Tesalonicenses 2:1–3
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2 Tesalonicenses 3
Pablo advierte contra los que no siguen el consejo del Señor, y predica sobre la autosuficiencia
En la época en la que Pablo escribió su segunda epístola a los tesalonicenses, algunos de los miembros de la iglesia eran ociosos o perezosos y trabajaban para ser autosuficientes. Esperaban que se les proveyera de lo necesario mediante el trabajo de los demás.
¿Qué problemas podrían haber resultado de esa situación?
Según 2 Tesalonicenses 3:1–9, Pablo elogió a los santos tesalonicenses que eran fieles y los previno en contra de asociarse con quienes andaban “desordenadamente” (versículo 6). Un significado de la palabra desordenado es indisciplinado, y en el contexto de 2 Tesalonicenses 3 implica ser perezoso u ocioso. Los miembros de la Iglesia que estaban siendo desordenados eran los que eran capaces de trabajar para mantenerse a sí mismos pero se negaban a hacerlo. Pablo señaló que él y sus compañeros habían sido un ejemplo de autosuficiencia al trabajar para mantenerse a sí mismos.
Lee 2 Tesalonicenses 3:10–13 para ver lo que Pablo instruyó a los santos que hicieran con respecto a los que se rehusaban a trabajar.
Pablo también aconsejó a los santos que “no [se cansaran] de hacer el bien” (2 Tesalonicenses 3:13). Él les estaba instruyendo que mejoraran en todos los aspectos y que ayudaran a los demás (véase también D. y C. 64:33).
De la instrucción de Pablo aprendemos que se nos manda esforzarnos por ser autosuficientes y ayudar a los demás.
Lee la siguiente declaración para ver lo que significa ser autosuficiente:
“Una de las bendiciones del trabajo es la de cultivar la autosuficiencia. Cuando eres autosuficiente, utilizas las bendiciones y aptitudes que Dios te ha dado para cuidar de ti mismo(a) y de tu familia, y para encontrar soluciones a tus propios problemas. La autosuficiencia no significa que puedas hacer todo solo(a). Para ser verdaderamente autosuficiente, debes aprender a trabajar con los demás y dirigirte al Señor para pedir Su ayuda y fortaleza.
“Recuerda que Dios tiene una gran obra para ti; Él te bendecirá en tu empeño por realizarla” (Para la Fortaleza de la Juventud, [librito, 2011], pág. 41).
Piensa en una cosa que puedes hacer para llegar a ser más autosuficiente ahora y en el futuro. Establece una meta y procura la ayuda del Señor para lograrla.
Según está registrado en 2 Tesalonicenses 3:14–18, para concluir su epístola, Pablo animó a los santos a ayudar a quieres eran ociosos a que llegaran a ser más autosuficientes al no juntarse con ellos (véase versículo 14). Sin embargo, los alentó a que no trataran a los ociosos como enemigos, sino como hermanos y hermanas en el Evangelio.
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He estudiado 2 Tesalonicenses y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: