Unidad 24: Día 4
Efesios 1
Introducción
El apóstol Pablo escribió una epístola a los santos de Éfeso acerca de su preordenación para recibir el Evangelio. Escribió acerca de la última dispensación, la dispensación en la que vivimos actualmente, en la que Dios “reunir[á] todas las cosas en Cristo” (Efesios 1:10). Pablo enseñó que podemos llegar a conocer al Padre Celestial y a Jesucristo por medio de la revelación.
Efesios 1:1–8
Pablo enseña a los santos que fueron preordenados para recibir el Evangelio
Piensa acerca de una ocasión de tu vida en la que acordaste aceptar una responsabilidad importante. Cuando la tarea se hizo más difícil, ¿cómo fuiste sostenido al saber que habías acordado llevar a cabo la asignación y que alguien confiaba en que lo hicieras? ¿Cómo fuiste bendecido o recompensado por cumplir con tu responsabilidad?
En esta epístola, el apóstol Pablo procuró fortalecer a aquellos que ya eran miembros de la Iglesia y ayudar a los recién conversos a crecer en su conocimiento espiritual y a permanecer fieles a sus convenios.
Lee Efesios 1:3–8 para localizar verdades que Pablo enseñó a los santos para ayudarlos a permanecer fieles a sus convenios.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cuáles son dos o tres doctrinas básicas que enseñarías para ayudar a un miembro de la Iglesia a mantenerse fiel a sus convenios y permanecer activo en la Iglesia?
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¿En qué forma el comprender esas verdades podría ayudar a alguien a optar por mantenerse fiel?
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La frase “antes de la fundación del mundo” en Efesios 1:4 se refiere a la existencia premortal, y la frase “adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo” y la palabra predestinado en Efesios 1:5 se refiere a aquellos que fueron escogidos o preordenados ahí para recibir el Evangelio durante la vida terrenal. Una verdad que aprendemos de esos versículos es que los hijos de Dios fueron preordenados para recibir las bendiciones del Evangelio. Recibir esas bendiciones depende de nuestra fidelidad en esta vida.
Conforme leas la siguiente declaración de Leales a la Fe, piensa en cómo el comprender la doctrina de la preordenación puede ayudar a alguien a optar permanecer fiel a sus convenios y ser activo en la Iglesia:
“En el mundo preterrenal de los espíritus, Dios designó a ciertos espíritus para que cumplieran misiones específicas durante la vida terrenal. A eso se le llama preordenación.
“La preordenación no garantiza que esas personas reciban ciertos llamamientos o responsabilidades, sino que esas oportunidades se reciben en esta vida como resultado de ejercer con rectitud el albedrío, así como la preordenación fue el resultado de la rectitud en la existencia preterrenal…
“La doctrina de la preordenación se aplica a todos los miembros de la Iglesia, no solo al Salvador y a Sus profetas. Antes de la creación de la tierra, a las mujeres fieles se les dieron ciertas responsabilidades y los varones fieles fueron preordenados a ciertos deberes del sacerdocio. Aunque no recuerdes esa época, ciertamente acordaste cumplir importantes tareas al servicio de tu Padre. Al demostrar que eres digno de hacerlo, tendrás oportunidades de cumplir las asignaciones que allí hayas recibido” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, págs. 147–148).
El comprender que fuimos preordenados para recibir el Evangelio y sus muchas bendiciones a fin de llevar a cabo asignaciones aquí en la vida terrenal, ¿cómo puede ayudarnos a mantenernos fieles a nuestros convenios?
Efesios 1:9–12
Pablo habla de la dispensación del cumplimiento de los tiempos
Localiza la definición de dispensación en la sección de Doctrinas Básicas al inicio de este manual o en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Lee los párrafos que explican lo que es una dispensación. Conforme leas, busca en qué dispensación vivimos.
De acuerdo con lo que leíste, ¿cuándo comenzó la dispensación en la que vivimos?
Lee Efesios 1:9–10 para saber lo que Pablo escribió que ocurriría en nuestra dispensación, la “dispensación del cumplimiento de los tiempos”. (La frase “el misterio de su voluntad” se refiere a los planes y propósitos de Dios).
Cuando Pablo escribió que “todas las cosas en Cristo”, tanto en los cielos como en la tierra, serían “reunidas” (Efesios 1:10), él se refería a la Restauración y a reunir todas las llaves, poderes y promesas que Dios ha revelado a Sus hijos desde el comienzo del mundo, así como otro conocimiento que nunca se ha revelado antes (véase D. y C. 128:18).
De Efesios 1:10, aprendemos la siguiente verdad: Durante la dispensación del cumplimiento de los tiempos se restaurarán todas las cosas de dispensaciones anteriores.
El élder B. H. Roberts, de los Setenta, explicó cómo cada dispensación anterior se relaciona con la dispensación del cumplimiento de los tiempos: “Esta es la dispensación del cumplimiento de los tiempos, y vemos que corren hacia ella, como los grandes arroyos se apresuran para llegar al océano, todas las dispensaciones anteriores, poniéndonos en contacto con ellas, y poniéndolas en contacto con nosotros: y vemos que Dios solamente ha tenido un gran propósito en mente desde el principio, y ese ha sido la salvación de Sus hijos. Y ahora ha llegado el último día, la dispensación final, en la que la verdad, la luz y la rectitud deben inundar la tierra” (en Conference Report, octubre de 1904, pág. 73).
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El élder Roberts enseñó que la verdad, la luz y la rectitud deben inundar la tierra en la última dispensación. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras cinco o más verdades, Escrituras, convenios y poderes de dispensaciones anteriores que se han restaurado o que han salido a la luz en la dispensación del cumplimiento de los tiempos. (Si necesitas ayuda, consulta “Restauración del Evangelio” en Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, págs. 153–157).
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Completa una o ambas cosas:
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿En qué forma el vivir en la dispensación del cumplimiento de los tiempos es una bendición para ti? ¿Qué recursos de nuestra dispensación permiten que la luz y la verdad del Evangelio inunden la Tierra?
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En un sitio web de redes sociales al que tengas acceso, publica una explicación de las dispensaciones y por qué estás agradecido por vivir en esta dispensación. Cuando termines, escribe en tu diario de estudio de las Escrituras cómo te sientes con la publicación de tu mensaje.
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El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Lo que se ha logrado hasta ahora en esta dispensación al comunicar mensajes del Evangelio a través de los medios de las redes sociales es un buen comienzo, pero es solo una pequeña gota. Ahora les extiendo la invitación para que ayuden a transformar esa gota en un diluvio… los exhorto a que inunden la tierra con mensajes llenos de rectitud y de verdad, mensajes que sean auténticos, edificantes y dignos de alabanza, y que literalmente inunden la tierra como con un diluvio” (“Inundar la Tierra a través de las redes sociales” Liahona, agosto de 2015, pág. 53).
¿Qué estás haciendo para ayudar a inundar la tierra con mensajes llenos de rectitud y de verdad? Considera cómo podrías compartir verdades significativas que se han restaurado en esta dispensación con aquellos que están cerca de ti y los que viven lejos.
En Efesios 1:11–12 Pablo enseñó que por medio de Jesucristo los santos habían obtenido una herencia en el reino de Dios.
Efesios 1:13–23
Pablo enseña acerca del Santo Espíritu de la Promesa
Lee Efesios 1:13–14 para averiguar una bendición que los santos habían recibido a causa de su fidelidad, confianza y creencia en Jesucristo.
Ser “sellado [por] El Santo Espíritu de la Promesa” significa que el Espíritu Santo “testifica al Padre que las ordenanzas salvadoras se han efectuado debidamente y que se han guardado los convenios relacionados con ellas” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Santo Espíritu de la Promesa”, scriptures.lds.org). La frase “garantía de nuestra herencia” en Efesios 1:14 indica que cuando los santos fieles son sellados por el Santo Espíritu de la Promesa, recibirán la seguridad personal de que al final heredarán el reino celestial. (Para más información acerca de la vocación y elección, lee 2 Pedro 1 y el comentario que se da para ese capítulo en la lección de la Unidad 30: Día 1).
Como se registra en Efesios 1:15–16, Pablo dijo a los santos que daba gracias continuamente a Dios por la fidelidad de ellos. Lee Efesios 1:17–18 para averiguar lo que Pablo le suplicaba a Dios que diera a los santos.
Piensa qué nos enseñan esos versículos acerca de cómo podemos llegar a conocer al Padre Celestial.
Una verdad que podemos reconocer en esos versículos es que podemos llegar a conocer al Padre Celestial por medio del espíritu de revelación.
Conforme leas la siguiente declaración del élder David A. Bednar, marca lo que enseñó acerca del espíritu de revelación:
“La revelación es la comunicación de Dios con Sus hijos en la tierra y es una de las grandes bendiciones relacionadas con el don y la compañía constante del Espíritu Santo. El profeta José Smith enseñó: ‘El Espíritu Santo es un revelador’, y ‘ningún hombre puede recibir el Espíritu Santo sin recibir revelaciones’ (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 139).
“El espíritu de revelación está al alcance de toda persona que, mediante la debida autoridad del sacerdocio, reciba las ordenanzas salvadoras del bautismo por inmersión para la remisión de pecados y la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo, y que actúe con fe para cumplir el mandato del sacerdocio que dice: ‘Recibe el Espíritu Santo’. Esta bendición no se limita a las autoridades que presiden la Iglesia, sino que le pertenece y debe estar en vigor en la vida de todo hombre, toda mujer y todo niño que alcanza la edad de responsabilidad y que entra en convenios sagrados. El deseo sincero y la dignidad invitan al espíritu de revelación a nuestra vida” (“El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 87).
Piensa en cómo la revelación por medio del Espíritu Santo puede ayudarnos a llegar a conocer al Padre Celestial.
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe cómo la revelación por medio del Espíritu Santo te ha ayudado o ha ayudado a alguien que conozcas a conocer mejor al Padre Celestial.
Vivir digno de la compañía del Espíritu Santo puede ayudarte a llegar a conocer mejor al Padre Celestial.
En Efesios 1:19–23 Pablo continuó enseñando acerca de la herencia de los santos y la posición de Jesucristo como la cabeza de Su Iglesia.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Efesios 1 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: