Unidad 24: Día 3
Gálatas
Introducción
El apóstol Pablo reprendió a los santos gálatas por ir tras enseñanzas falsas, y reprendió a los falsos maestros que los hacían ir por mal camino. También enseñó que así como Abraham llegó a ser un heredero de Dios, los santos gálatas podían llegar a ser herederos de Dios al tener fe en Jesucristo y seguirlo en vez de obedecer los requerimientos rituales de la ley de Moisés.
Gálatas 1–2
Pablo reprende a los santos por seguir a maestros falsos y los alienta a regresar al Evangelio
Imagina que uno de tus hermanos o amigos te dice que ya no está seguro de que las enseñanzas de la Iglesia son verdaderas. Como resultado de ello, esa persona ha dejado de asistir a la Iglesia y ya no vive el Evangelio.
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Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras lo que le dirías a tu hermano o amigo a fin de ayudarle a volver a creer en las enseñanzas de la Iglesia.
Conforme estudies Gálatas 1 y aprendas por qué los santos de Galacia se estaban alejando del Evangelio verdadero, busca una verdad que pueda ayudar a tu hermano o amigo a recuperar su fe.
Galacia era una región de la parte norte central de Asia Menor que incluía muchas ciudades que el apóstol Pablo visitó durante su segundo y tercer viajes misionales (véanse Hechos 16:6; 18:23; véase también Mapas bíblicos, nro. 13, “Los viajes misionales del Apóstol Pablo”). Lee Gálatas 1:6–7 para localizar un problema que existía entre los miembros de la Iglesia en Galacia.
Aquellos que perturbaban a los santos gálatas y corrompían las enseñanzas del Evangelio estaban sembrando dudas acerca de las enseñanzas de Pablo de que la salvación se logra solamente por medio de Jesucristo. Esos maestros falsos eran cristianos judíos conocidos como judaizantes. Ellos afirmaban que los santos gálatas necesitaban ser circuncidados y observar los ritos de la ley de Moisés a fin de ser salvos.
Lee Gálatas 1:8–9 para averiguar lo que Pablo dijo acerca de aquellos que predicaban un evangelio diferente al que él predicaba como apóstol del Señor.
Lee Gálatas 1:10–12 en busca de la fuente de las enseñanzas de Pablo. Si lo deseas, marca o apunta en tus Escrituras lo que encuentres.
De las enseñanzas de Pablo aprendemos que Jesucristo revela la doctrina verdadera a Sus profetas.
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¿En qué forma el recordar que Dios es la fuente de la doctrina verdadera puede ayudarnos cuando tenemos dudas acerca de las enseñanzas de los profetas?
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¿Qué podemos hacer para recibir revelación de Dios a fin de que podamos saber por nosotros mismos que las enseñanzas de los profetas son verdaderas?
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¿Cómo podría esa verdad ayudar a alguien que tiene dificultad para creer en las enseñanzas de los profetas?
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Como se registra en Gálatas 1:13–2:21, Pablo habló a los santos acerca de su conversión y sus primeros viajes misionales. También explicó por qué los gentiles que eran cristianos no necesitaban depender de la tradición de que la salvación se encontraba en la ley de Moisés, sino que es por medio de la fe en Jesucristo que somos perdonados (o justificados). Pablo testificó que él vivía “en la fe del Hijo de Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
Gálatas 3–4
Pablo invita a los gálatas a obtener todas las bendiciones prometidas a Abraham por medio de Jesucristo.
¿Por qué podrían las siguientes personas sentirse en desventaja para recibir todas las bendiciones del Señor, en comparación con otros en la Iglesia que conocían el Evangelio y eran fieles a él desde pequeños?
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Un joven creció en una familia inactiva y no se le enseñó el Evangelio cuando era pequeño. Su familia ahora regresa a la actividad en la Iglesia y comienza a aprender y vivir el Evangelio.
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Una mujer ridiculizó y criticó la Iglesia por muchos años. Recientemente experimentó un cambio de corazón y fue bautizada.
Conforme estudies Gálatas 3–4 busca una verdad que pueda ayudarte a comprender qué bendiciones están al alcance de todos, a pesar de sus circunstancias o decisiones pasadas.
Ya que muchos santos gálatas eran conversos gentiles al cristianismo, no eran descendientes literales de Abraham, a quien se le prometieron todas las bendiciones de Dios.
Lee Gálatas 3:7–9 para saber lo que Pablo enseñó acerca de aquellos que “son de fe” (Gálatas 3:7), o que creen en Jesucristo.
De acuerdo con el versículo 8, ¿qué le prometió el Señor a Abraham?
De acuerdo con el versículo 9, ¿qué ocurrirá a aquellos que tengan fe en Jesucristo?
Ser “benditos con el creyente Abraham” (Gálatas 3:9) se refiere a poder recibir las bendiciones del convenio que Dios hizo con Abraham de que por medio de él todas las personas podrían disfrutar de las bendiciones del sacerdocio mayor, el matrimonio celestial y la exaltación (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Convenio de Abraham”, scriptures.lds.org).
En Gálatas 3:10–25 leemos que nunca se dispuso que la ley de Moisés fuese el medio por el cual la gente se pudiera “justificar” (Gálatas 3:11), o sea, que se les perdonaran los pecados y se les pronunciara inocentes. Se había dispuesto como una guía o “ayo” (Gálatas 3:24) a fin de ayudar a los israelitas a acudir a Jesucristo y ser justificados por su fe en Él. Explique que ser justificados significa “recibir el perdón de los pecados y ser declarado sin culpa” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Justificación, justificar”; scriptures.lds.org).
Para completar la siguiente tabla, lee los pasajes de las Escrituras y contesta las preguntas:
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Gálatas 3:26–27. ¿Qué necesitamos hacer a fin de recibir las bendiciones que se le prometieron a Abraham? |
Gálatas 3:28–29; 4:7. Sin importar quiénes o qué éramos antes, ¿en qué nos convertimos cuando entramos en el convenio del Evangelio por medio del bautismo? |
De Gálatas 3:26–29; 4:7 aprendemos que todos aquellos que ejercen fe en Jesucristo y entran en el convenio del Evangelio llegarán a ser uno en Cristo y herederos de Dios.
¿Por qué es importante saber que Dios promete esas bendiciones a todos los que entran en el convenio, sin importar sus circunstancias o decisiones pasadas?
En Gálatas 4:8–31 leemos que Pablo invitó a los santos gálatas a volver a Jesucristo y escapar de la esclavitud que resulta al tratar de cumplir con las muchas tradiciones de la ley de Moisés.
Gálatas 5–6
Pablo alienta a los santos gálatas a restaurar su fe en Jesucristo
¿Cuáles son algunas de las tentaciones más difíciles que enfrentas? ¿Cómo puedes vencer esas tentaciones?
A medida que estudies Gálatas 5–6, busca principios que te pueden ayudar a vencer las tentaciones.
Lee Gálatas 5:16–17 en busca de las dos fuerzas opuestas que describió Pablo.
“Andad en el Espíritu” (Gálatas 5:16) significa vivir dignamente de las impresiones del Espíritu Santo, y seguirlas. “Satisfa[cer] los deseos de la carne” (Gálatas 5:16) significa ceder ante la tentación para pecar.
Completa el siguiente principio basado en lo que aprendiste de Gálatas 5:16: A medida que andemos en el Espíritu, venceremos .
Piensa cómo andar en el Espíritu puede ayudarte a vencer las tentaciones.
Lee Gálatas 5:22–23 y fíjate en otros resultados de andar en el Espíritu. (Ten en cuenta que Gálatas 5:22–23 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma especial para que puedas localizarlo en el futuro).
Dominio de las Escrituras: Gálatas 5:22–23
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Lee Gálatas 6:1–2 y presta atención a lo que el apóstol Pablo enseñó acerca de cómo deben reaccionar los miembros de la Iglesia a alguien que ha pecado. Ser “sorprendido en alguna falta” (Gálatas 6:1) significa pecar.
¿Por qué es importante tener el “espíritu de mansedumbre” (Gálatas 6:1) al tratar de ayudar a alguien a regresar al camino del Evangelio?
Como se registra en Gálatas 6:3–5, Pablo enseñó que no debemos ser arrogantes y santurrones y que cada persona “llevará su propia carga” (Gálatas 6:5), o será responsable de sus decisiones.
¿Qué crecerá cuando plantes cada una de las siguientes semillas? Escribe tus respuestas en los espacios en blanco correspondientes. (Las respuestas se encuentran al final de la lección).
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Pablo usó la idea de las semillas para enseñar verdades espirituales. Lee Gálatas 6:7–8 para ver lo que Pablo enseñó acerca de lo que podemos esperar cuando sembramos o plantamos semillas. A las enseñanzas de Pablo en esos versículos se les llama frecuentemente la ley de la cosecha.
Lee Gálatas 6:9–10 y averigua por qué enseñó Pablo la ley de la cosecha después de que invitó a los gálatas a ayudarse unos a otros a mantenerse en el camino del Evangelio, o regresar a él.
De esos versículos aprendemos que si somos diligentes al hacer el bien, cosecharemos las bendiciones de nuestras acciones.
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¿Cómo puede ayudarnos a no “desmayar” la promesa de que “a su tiempo” cosecharemos (Gálatas 6:9), o a no rendirnos en nuestros esfuerzos por servir a los demás y vivir el Evangelio en nuestras propias vidas?
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¿En qué ocasiones tú o alguien a quien conozcas han sido diligentes al hacer el bien aunque las bendiciones no se recibieron de inmediato?
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Considera en oración a quién puedes ayudar a regresar al camino del Evangelio. Mientras piensas en esa persona, escribe una meta acerca de cómo serás diligente en hacer el bien al procurar ayudar a la persona, incluso si no ves resultados inmediatos a tus esfuerzos.
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Como se registra en Gálatas 6:11–18, Pablo concluyó su epístola a los santos gálatas al testificar que la paz y la misericordia de Jesucristo están sobre todos aquellos que llegan a ser nuevas criaturas por medio de la fe en Su nombre.
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He estudiado Gálatas1–6 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: