Unidad 9: Día 2
Lucas 1
Introducción
El ángel Gabriel se apareció a Zacarías y anunció que Zacarías y su esposa, Elisabet, tendrían un hijo, a quien debían llamar Juan. Seis meses después, el mismo ángel se apareció a María y anunció que ella sería la madre del Hijo de Dios. María visitó a Elisabet, y se regocijaron en la venida del Salvador. Tres meses más tarde, Elisabet dio a luz a Juan, a quien se conocería como Juan el Bautista.
Lucas 1:1-4
Lucas explica las razones por las que escribe su evangelio
¿Reconoces la ocasión que se muestra en cada una de las siguientes láminas? Bajo cada lámina, escribe una descripción del acontecimiento.
Estos representan algunos de los acontecimientos del ministerio terrenal del Salvador que registró Lucas pero que no están en los evangelios de Mateo, Marcos y Juan.
Lucas comenzó su evangelio dirigiéndose a una persona llamada Teófilo (véase Lucas 1:3) y explicó las razones que tenía para escribir. Teófilo significa “amigo de Dios” (Bible Dictionary, “Theophilus”).
Lee Lucas 1:1–4 y fíjate en las razones por las que Lucas escribió este evangelio.
Basándote en Lucas 1:4, ¿qué puede hacer por ti el estudiar el evangelio de Lucas?
Al estudiar el evangelio de Lucas, puedes “[conocer] bien la verdad” (Lucas 1:4) que se te ha enseñado en cuanto a Jesucristo.
Lucas 1:5-25
El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan a Zacarías, y Elisabet concibe un hijo
¿Cuánto tiempo piensas que puedes aguantar sin respirar? Prepara un cronómetro de 10 a 30 segundos, e inícialo cuando empieces a contener la respiración, o podrías fijarte en el segundero de un reloj. Si es posible, contén la respiración hasta que suene la alarma o cuando termine el periodo de tiempo.
¿Qué estabas pensando durante los últimos segundos antes de que sonara la alarma o se terminara el tiempo? ¿En qué forma el contener la respiración es similar a la anticipación que se sentías al esperar que se cumplieran las palabras de Dios?
Medita en cuanto a una bendición o una respuesta de Dios que esperas que ocurra. Al estudiar Lucas 1, busca las verdades que te puedan ayudar cuando estás esperando que se cumplan las palabras de Dios en tu vida.
Lee Lucas 1:5–7 para descubrir la bendición que habían estado esperando Zacarías y Elisabet durante gran parte de su vida.
¿Qué aprendemos en esos versículos sobre Zacarías y Elisabet?
Tanto Zacarías como Elisabet eran descendientes de Aarón, de donde se escogía a todos los sacerdotes y los sumos sacerdotes de Israel. Eso significaba que Juan era un heredero natural del Sacerdocio Aarónico y su liderazgo. El profeta José Smith dijo: “Zacarías era un sacerdote de Dios y oficiaba en el templo, y Juan era un sacerdote como su padre, y poseía las llaves del Sacerdocio Aarónico” (en History of the Church, tomo V, pág. 257).
En Lucas 1:8–10 está registrado que Zacarías tenía la asignación de quemar incienso en el templo de Jerusalén. Eso era un honor que un sacerdote recibía solamente una vez en la vida.
Lee Lucas 1:11–13 y busca lo que ocurrió mientras Zacarías estaba en el templo.
Fíjate que en el versículo 13, el ángel dijo: “… tu oración ha sido oída”. Era probable que Zacarías y Elisabet habían orado muchos años para tener un hijo. Si lo deseas, marca esa frase en tu ejemplar de las Escrituras.
¿Cómo se pudo haber sentido Zacarías cuando oyó que Elisabet tendría un hijo, aunque eran “de edad avanzada” (Lucas 1:7)?
En Lucas 1:14–17 está registrado que el ángel Gabriel le dijo a Zacarías que él y Elisabet tendrían “gozo y alegría” (Lucas 1:14) y que su hijo prepararía a muchas personas para el Señor.
Lee Lucas 1:18–20 y averigua cómo respondió Zacarías al mensaje de Gabriel. El profeta José Smith enseñó que Gabriel era Noé y que “sigue a Adán en la autoridad del sacerdocio” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 109).
Fíjate en lo que le sucedió a Zacarías porque dudó las palabras del ángel. Podrías marcar en el versículo 20 lo que el ángel dijo en cuanto a las palabras, o el mensaje, que le había dado a Zacarías.
Una de las verdades que aprendemos del ángel Gabriel es que las palabras del Señor dichas mediante Sus siervos se cumplirán a Su tiempo. Las palabras “a su tiempo” quieren decir de acuerdo con el tiempo del Señor.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿En qué forma el saber que las palabras del Señor se cumplirán a Su tiempo afecta cómo respondemos a las promesas del Señor?
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¿Cómo puede esa verdad ayudar a alguien que desea que se cumpla una promesa divina?
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En Lucas 1:21–24, aprendemos que cuando Zacarías salió del templo, no podía hablar. Más adelante, Elisabet quedó encinta, como el ángel había prometido.
Lee las palabras de Elisabet en Lucas 1:25 y piensa cómo se debió sentir Elisabet al prepararse para tener un hijo. Su declaración de que el Señor “[quitó su] afrenta entre los hombres” se refiere a la vergüenza que había pasado como una mujer sin hijos. En esos tiempos y en esa cultura, dar a luz se tenía en alta estima, y el no poder tener hijos acarreaba falta de respeto y un sentimiento de inferioridad.
Lucas 1:26-38
El ángel Gabriel le anuncia a María el nacimiento inminente de Jesús.
En Lucas 1:26–27, aprendemos que durante el sexto mes del embarazo de Elisabet, el ángel Gabriel se envió a María, una virgen de Nazaret.
Lee Lucas 1:28–33 y encuentra las frases que podían haber ayudado a María a comprender la importancia de la tarea que Dios le estaba dando. Si lo deseas, marca lo que encuentres. Jesús es “la forma griega del nombre Josué, ‘Dios es ayuda’ o ‘salvador’” (Bible Dictionary, “Jesus”).
Fíjate en que el título “Hijo del Altísimo” (Lucas 1:32) se refiere a la doctrina de que Jesucristo es el Hijo de Dios el Padre.
Lee Lucas 1:34 y averigua cuál fue la pregunta de María. Sus palabras, “no conozco varón”, significan que era virgen.
Lee Lucas 1:35–37 y averigua cuál fue la respuesta del ángel a la pregunta de María.
No sabemos, más allá de los relatos de las Escrituras, cómo ocurrió el milagro de la concepción de Jesucristo; simplemente se nos ha dicho que fue milagroso y que el niño que nacería sería el Hijo de Dios.
En Lucas 1:37, fíjate en la verdad que el ángel expresó y que ayuda a explicar este milagroso acontecimiento. Si lo deseas, márcalo en tus Escrituras.
Medita en cuanto a algunas circunstancias en las que podría ser difícil, e incluso imposible, obedecer ciertos mandamientos. Enumera tres o cuatro ejemplos en el espacio que se da:
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Piensa en la verdad de que con Dios, nada es imposible. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué piensas que dirían María o Elisabet para animarnos si pensáramos que lo que el Señor nos ha pedido hacer es difícil o imposible? Después, escribe en cuanto a una experiencia que haya fortalecido tu creencia de que con Dios, nada es imposible.
Lee Lucas 1:38 para ver cómo le respondió María al ángel.
¿Qué evidencia ves en ese versículo de que María creía las palabras del ángel?
Piensa en cómo la aceptación de María hacia las palabras del ángel era diferente a la respuesta de Zacarías al anuncio del ángel en el templo. Medita en cuanto a cómo puedes seguir los ejemplos de María y Elisabet al creer que en tu propia vida, nada que el Señor pida que hagas será imposible con Su ayuda.
Lucas 1:39-56
María visita a Elisabet, y testifican del Salvador
Elisabet y María cumplieron con funciones importantes que ayudaron a cambiar el mundo. Lee Lucas 1:41–45 y busca el testimonio de Elisabet cuando “fue llena del Espíritu Santo” (Lucas 1:41).
Debido al testimonio que Elisabet recibió del Espíritu Santo, ¿qué comprendía en cuanto a María?
Lee Lucas 1:46–49 para ver cómo María alababa al Señor.
En el versículo 49, observa que María dijo que el Señor había hecho “grandes cosas” por ella. Vuelve a leer Lucas 1:34, 38, 45–46 para ver lo que hizo María que permitió que el Señor hiciera “grandes cosas” por ella.
Tal como Zacarías, Elisabet y María tenían su propia función en el plan divino, nosotros también tenemos funciones importantes que determina el Señor. De ese relato, aprendemos que si tratamos fielmente de cumplir con las funciones que el Señor tiene para nosotros, Él puede hacer grandes cosas en nuestra vida.
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Medita en cuanto a las funciones que el Señor quiere que tú cumplas en Su plan, y contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué ocurriría en tu vida si respondieras al Señor como lo hizo María?
El presidente Ezra Taft Benson testificó acerca de las bendiciones de entregar nuestra vida a Dios y tratar fielmente de seguir Su voluntad: “Aquellos que le entregan su vida al Señor verán que Él puede hacer con ella algo mucho más productivo que ellos mismos. Él hará que su gozo sea más profundo, su visión más amplia, su mente más alerta, su cuerpo más fuerte; elevará su espíritu, multiplicará sus bendiciones, aumentará sus oportunidades, reconfortará su alma y derramará sobre ellos su paz. Quienquiera que pierda su vida en el servicio al Señor, encontrará vida eterna” (“Los dones del Señor”, Liahona, abril de 1977, pág. 25).
Lucas 1:57–80
Nace Juan el Bautista
En Lucas 1:57–80 se explica que después de que Elisabet dio a luz, Zacarías afirmó por escrito que el niño se debía llamar Juan. El nombre Juan significa “Jehová es misericordioso”. En ese momento, de pronto pudo hablar de nuevo, y profetizó de las misiones de Jesucristo y de Juan. Al cumplir fielmente nuestras funciones otorgadas divinamente, tal y como lo hicieron Zacarías, Elisabet y María, el Señor también puede hacer grandes cosas por nosotros y por medio de nosotros. Medita en cuanto a cómo puedes cumplir tus propias funciones en el plan del Señor.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Lucas 1 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: