Unidad 3: Día 2
Mateo 8–10
Introducción
Mientras Jesucristo recorría Galilea, hizo muchos milagros. También llamó a los Doce Apóstoles, les dio poder y autoridad y los instruyó, y luego los envió a ministrar al pueblo.
Mateo 8:1–9:34
Jesús realiza muchos milagros
Si supieras que el Salvador vendrá a visitar tu ciudad o pueblo hoy, ¿a quién le llevarías para ser sanado? ¿Por qué?
Lee tres de los siguientes pasajes de Escrituras para ver la variedad de clases y tipos de milagros que realizó Jesús: Mateo 8:1–4; Mateo 8:5–13; Mateo 8:14–15; Mateo 8:28–32; Mateo 9:1–8; Mateo 9:18–19, 23–26; Mateo 9:20–22; Mateo 9:27–31; Mateo 9:32–33.
¿Te diste cuenta del inmenso poder que tiene Jesús? Tiene poder sobre los elementos de la tierra, para sanar a los enfermos y para echar fuera demonios.
De esos relatos aprendemos que Jesús puede sanarnos de nuestras enfermedades y dolencias.
También puede fortalecernos en nuestras debilidades. Reflexiona sobre cómo el Salvador puede sanarnos o fortalecer nuestras debilidades sin estar físicamente entre nosotros en la actualidad.
Mateo 9:35–10:8
Jesús llama a Doce Apóstoles
Si está disponible, visita LDS.org y busca fotografías de los actuales Apóstoles de la Iglesia y de la Primera Presidencia (o encuentra sus fotografías en una edición de la conferencia de la revista Liahona).
¿Qué hace que esas personas sean especiales entre todas las personas del mundo?
Al estudiar Mateo 9:35–10:8, busca verdades acerca de la función que cumplen los Apóstoles y de las bendiciones que pueden aportar a tu vida.
Lee Mateo 9:35 para ver lo que Jesús hizo, además de sanar a las personas. Si lo deseas, marca lo que encuentres.
A medida que Jesús predicaba el Evangelio y realizaba milagros en toda Judea, aumentó la cantidad de personas que lo seguían y lo buscaban.
Lee Mateo 9:36–38 para ver a quiénes dijo que necesitaba el Señor para ayudarle a ministrar a todos los que le seguían.
Lee Mateo 10:1–4 y fíjate en lo que hizo Jesús para satisfacer las necesidades de las personas. Si lo deseas, marca lo que encuentres. De ese relato aprendemos que Jesucristo llama Apóstoles y confiere Su autoridad sobre ellos como una forma de ministrar a los pueblos de la tierra. Tal vez quieras escribir esa doctrina en el margen junto a Mateo 10:1–4.
Ten en cuenta que los acontecimientos que figuran en el Evangelio de Mateo no siempre están en orden cronológico. Jesucristo primero llamó Apóstoles y luego los capacitó en el Sermón del Monte (Mateo 5–7; véase la Concordancia entre los Evangelios).
Lee Mateo 10:5–8, para determinar lo que el Señor les mandó a Sus apóstoles que hicieran.
En griego, la palabra apóstol significa “el que es enviado”. Al principio, los Apóstoles fueron enviados solamente entre los de la casa de Israel (véase Mateo 10:5–6). Más tarde, el Salvador resucitado mandó que el Evangelio se predicara también entre los gentiles, o los que no son de la casa de Israel (véase Mateo 28:19; Hechos 1:8). A los Apóstoles de los últimos días también se les manda predicar el Evangelio y ser testigos de Jesucristo a todo el mundo (véase D. y C. 107:23).
¿Qué semejanzas ves entre las obras que hizo Jesús y las obras que Él mandó a Sus apóstoles que hicieran? En Mateo 10:5–8 aprendemos que el Señor llama Apóstoles para predicar Su evangelio y hacer Sus obras.
¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo los Apóstoles de la actualidad predican y ministran como lo haría Jesucristo si estuviera aquí?
Si está disponible, visita LDS.org y ve o lee un discurso de una conferencia general reciente, pronunciado por un Apóstol actual (o lee uno en una edición de la conferencia general de la revista Liahona).
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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La comprensión de que los Apóstoles son llamados por Jesucristo para realizar Su obra, ¿cómo puede afectar la forma en que respondemos a lo que ellos nos enseñan y nos aconsejan hacer?
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¿Qué efecto han tenido en tu vida el ministerio y los mensajes de los Apóstoles modernos?
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Reflexiona sobre cómo puedes buscar fielmente oportunidades de escuchar, estudiar y poner en práctica las palabras de los apóstoles escogidos del Señor?
Mateo 10:9–42
Jesús instruye a los Doce Apóstoles antes de enviarlos a predicar y ministrar
En Mateo 10:9–18 leemos que el Señor instruyó a los Apóstoles a que confiaran en nuestro Padre Celestial para proveer para sus necesidades mientras viajaban para predicar el Evangelio. El Salvador también les enseñó a bendecir a las personas que los recibieran y les dieran alojamiento.
Piensa en alguna ocasión en la que alguien de otra religión te haya hecho una pregunta difícil acerca del Evangelio o de algo controvertido con respecto a la Iglesia. ¿Cuán seguro estabas de saber lo que debías decir en esa situación?
Al continuar tu estudio de Mateo 10, busca un principio en las enseñanzas que Jesús dio a Sus apóstoles que nos puede ayudar cuando tenemos que explicar el Evangelio o compartir nuestro testimonio.
Lee Mateo 10:16–20 para ver a qué tipos de desafíos dijo Jesús que se enfrentarían los Apóstoles al viajar y predicar.
Según los versículos 19–20, ¿cómo sabrían los Apóstoles qué decir en esas situaciones difíciles? (La expresión “no os preocupéis” significa que no debían sentirse inquietos por lo que debían decir).
De lo que aprendiste en Mateo 10:19–20, completa el siguiente principio en cuanto a hablar a los demás: Cuando estamos en el servicio del Señor, Él .
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Responde a una de las preguntas siguientes, o ambas, en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿De qué manera puede ayudarte el principio que reconociste anteriormente cuando alguien te hace una pregunta difícil acerca de la Iglesia?
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¿En qué ocasión has sentido que el Señor te inspiraba para saber qué decirle a otra persona?
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Mateo 10:21–42 registra que Jesucristo continuó dando instrucciones, advertencias y consuelo a Sus apóstoles con respecto a los desafíos a los que se enfrentarían.
Lee Mateo 10:37–38 y busca qué sacrificios dijo el Salvador que debíamos estar dispuestos a hacer como discípulos Suyos. La expresión “digno de mí” en esos versículos significa ser un digno representante del Señor y digno de Sus bendiciones.
Reflexiona sobre por qué es necesario que los discípulos de Jesucristo lo amen por encima de todos los demás, incluso de sus propios familiares.
La cruz que se menciona en Mateo 10:38 se refiere a la cruz física que Jesucristo cargó para cumplir la voluntad de nuestro Padre Celestial y brindar salvación a los demás.
¿Qué crees que significa que tomemos nuestra cruz y lo sigamos?
Lee Mateo 10:39 y busca principios que enseñó el Salvador en cuanto al sacrificio. La Traducción de José Smith aclara que el principio de ese versículo debe decir: “El que busca salvar su vida…” (Traducción de José Smith, Mateo 10:39 [en la nota a al pie de página de Mateo 10:39]). En ese contexto, la expresión “salvar su vida” significa vivir de forma egoísta en lugar de tratar de servir a Dios y a Sus hijos.
¿En qué formas piensas que las personas que se dedican a hacer su propia voluntad y satisfacer sus deseos egoístas finalmente “perderán” su vida? Completa el siguiente principio utilizando tus propias palabras: Si buscamos salvar nuestra vida, entonces .
Podrías marcar la promesa del versículo 39 que el Señor les hizo a quienes perdieran la vida por Su causa. Perder la vida por Su causa es más que estar dispuestos a morir por Él; significa estar dispuestos a dar de nosotros mismos cada día para servirle a Él y a las personas que nos rodean.
¿Qué crees que significa que hallaremos nuestra vida al perderla por Su causa?
Completa el siguiente principio utilizando tus propias palabras: Si perdemos nuestra vida por causa de Jesucristo, entonces .
Lean la siguiente cita del presidente Thomas S. Monson: “Creo que el Salvador nos está diciendo que a menos que nos perdamos en dar servicio a los demás, nuestra propia vida tiene poco propósito. Aquellos que viven únicamente para sí mismos al final se marchitan y, en sentido figurado, pierden la vida, mientras que aquellos que se pierden a sí mismos en prestar servicio a los demás progresan y florecen… y en efecto salvan su vida” (“¿Qué he hecho hoy por alguien?”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 85).
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿A quién conocen que haya escogido perder su vida por causa de Jesucristo? ¿Cómo lo hace esa persona?
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¿Cómo ha influido esa decisión en esa persona?
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¿Cuáles son algunas cosas que puedes hacer hoy o en un futuro cercano para perder tu vida en el servicio de Jesucristo y de los demás?
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Mateo 8-10 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: