Unidad 11 Día 3
Lucas 16
Introducción
Jesús enseñó la parábola del mayordomo infiel. Los fariseos oyeron las enseñanzas de Jesús y se burlaron de Él. Entonces Jesús reprendió a los fariseos y les enseñó la parábola del rico y Lázaro.
Lucas 16:1–12
Jesús enseña la parábola del mayordomo infiel
En el siguiente espacio, haz una lista de algunas cosas del mundo en las que las personas suelen poner su corazón y con frecuencia tratan de obtener:
Ahora haz una lista de algunas riquezas eternas que el Padre Celestial desea que busquemos (tales como familias eternas y paz):
En esta vida podemos disfrutar de algunas de estas riquezas eternas. Encierra en un círculo una o dos de las riquezas eternas que has anotado que son particularmente importantes para ti. A medida que estudias Lucas 16, busca verdades que te pueden ayudar a obtener riquezas eternas.
Después de enseñar las parábolas de la oveja perdida, la moneda perdida y del hijo pródigo, el Salvador enseñó a Sus discípulos la parábola del mayordomo infiel. Un mayordomo es alguien que gestiona los negocios, el dinero o las propiedades de otra persona.
Lee Lucas 16:1–2 para saber lo que el hombre rico de la parábola descubrió de su mayordomo.
Fíjate en lo que se había acusado al mayordomo hacer con los bienes del hombre rico. Como consecuencia de su despilfarro, él perdería su posición como mayordomo.
En Lucas 16:3–7 aprendemos que al mayordomo le preocupaba lo que haría cuando perdiera su trabajo, ya que pensaba que no podía trabajar con sus manos, y mendigar le daba mucha vergüenza. Él trazó un plan que consideró podría brindarle oportunidades de trabajar en otras haciendas; visitó a dos de los deudores del hombre rico y redujo significativamente sus deudas, lo cual esperaba le haría ganar el favor de ellos.
Lee Lucas 16:8 para saber cómo reaccionó el hombre rico cuando se enteró de los hechos de su mayordomo. Puede ser útil saber que “los hijos de este mundo” son las personas de ánimo mundano, y que “los hijos de luz” son los que siguen a Dios, o las personas de ánimo espiritual.
Observa que el hombre rico elogió la astucia del mayordomo para obtener el favor de sus deudores; no estaba elogiando la falta de honestidad del mayordomo.
El élder James E. Talmage, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que el Salvador enseñó por medio de la parábola del mayordomo infiel: “El propósito de nuestro Señor fue mostrar el contraste entre el cuidado, consideración y devoción de los hombres que se ocupan en los asuntos económicos de la tierra, y los esfuerzos desganados de muchos que declaran estar buscando las riquezas espirituales. Los hombres de pensamientos mundanos no se olvidan de providenciar para sus años futuros, y frecuentemente los hallamos impíamente ansiosos de acumular bienes en abundancia; por otra parte, los ‘hijos de luz’, o sea aquellos que creen que las riquezas espirituales son superiores a todas las posesiones terrenales, son menos enérgicos, prudentes o sagaces” (Jesús el Cristo, 1975, pág. 488).
Lee Lucas 16:10–12 para saber lo que dijo el Salvador que debemos hacer para ser bendecidos con riquezas eternas. Observa que las malas riquezas en el versículo 11, se refieren a las riquezas terrenales, incluso el dinero y las posesiones. También sería útil saber que ser “fiel en lo muy poco” (Lucas 16:10) significa emplear con rectitud las riquezas de la tierra.
De las enseñanzas del Salvador en Lucas 16:1–12 aprendemos que, si nos preparamos sabiamente para nuestro futuro eterno y utilizamos con rectitud las riquezas de la tierra, podemos ser bendecidos con riquezas eternas.
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Contesta en tu diario de estudio de las Escrituras una o las dos preguntas que aparecen a continuación:
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El usar con rectitud las riquezas de la tierra, ¿cómo refleja que somos dignos de que se nos confíen las riquezas eternas?
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¿Cómo puedes utilizar con rectitud las riquezas de la tierra en tu juventud? ¿Cómo puedes hacerlo como adulto? (Véase Jacob 2:17–19).
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Lucas 16:13–31
Jesús reprende a los fariseos y les enseña la parábola del rico y Lázaro.
Al estudiar Lucas 16:13–26, reflexiona en cómo pueden las riquezas de la tierra impedir que algunas personas obtengan riquezas eternas.
Tal y como se registra en Lucas 16:13–14, el Salvador enseñó que “… No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Lucas 16:13). Los fariseos oyeron al Salvador enseñar y se burlaron de Él (véase Lucas 16:14), o lo ridiculizaron. Busca en Lucas 16:14 la palabra que describe a los fariseos y ofrece una explicación de por qué ridiculizaban al Salvador por Sus enseñanzas.
Los fariseos eran avaros, lo cual significa que, egoístamente, deseaban más posesiones, sobre todo las cosas que pertenecían a otras personas; ellos codiciaban riquezas terrenales y poder (véase Mateo 23:2–6, 14). ¿Por qué crees que su avaricia les llevó a burlarse del Salvador?
Para comprender mejor la conversación entre los fariseos y el Salvador, lee la Traducción de José Smith, Lucas 16:16–23 (en la Guía para el Estudio de las Escrituras).
De esos versículos aprendemos que los fariseos afirmaban que a ellos los regía la ley de Moisés, y por eso rechazaban a Jesús como su juez. Jesús explicó que la ley de Moisés y los profetas habían dado testimonio de Él; cuestionó a los fariseos por negarse a aceptar lo que había sido escrito, y los reprendió por “[pervertir] el camino recto” (Traducción de José Smith, Lucas 16:21). Para ayudar a esos fariseos avaros a entender su conducta y las consecuencias de la misma, el Salvador los comparó al hombre rico de la parábola que se encuentra en Lucas 16:19–31.
Al leer Lucas 16:19–31, visualiza a los personajes de esa parábola y sus conversaciones. Si lo deseas, lee esos versículos en voz alta, como si estuvieses frente a una audiencia citando las palabras del Salvador (Lucas 16:19–23), el hombre rico (Lucas 16:24, 27, 28, 30) y Abraham (Lucas 16:25, 26, 29, 31). Puede ser útil saber que “el seno de Abraham” (Lucas 16:22) representa el paraíso en el mundo de los espíritus, y el “Hades” (Lucas 16:23) se refiere a la prisión de los espíritus (véase Bible Dictionary [Diccionario Bíblico] en inglés, “Abraham’s Bosom”, y la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Infierno”).
¿En qué se diferenciaron la vida terrenal del hombre rico y la de Lázaro?
Después de morir, ¿cómo le afectó al hombre rico su avaricia, o amor por las posesiones terrenales?
¿Qué crees que esa parábola trataba de enseñar a los fariseos?
Un principio que podemos aprender de esa parábola es que, si somos avaros y no utilizamos con rectitud nuestras riquezas terrenales, finalmente sentiremos pesar y remordimiento (véase también D. y C. 104:18).
Podemos aprender una verdad adicional de esa parábola. Según Lucas 16:30, ¿qué creía el hombre rico que sucedería si Lázaro se les aparecía a sus hermanos?
El hombre rico creía que sus hermanos se arrepentirían y se convertirían a la verdad si Lázaro se les aparecía. La conversión es: “Cambiar las creencias, los sentimientos y la vida para aceptar la voluntad de Dios y hacerla” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Conversión, Convertir”, scriptures.lds.org).
Según Lucas 16:29, 31, ¿por qué no mandó Abraham que Lázaro fuera a los hermanos del hombre rico?
Al mencionar a “Moisés y los profetas”, el Salvador volvía a hacer referencia a las Escrituras en las que los fariseos afirmaban creer y decían vivir, pero que en realidad rechazaban.
De esa parábola aprendemos que la conversión llega por creer y prestar atención a las palabras de los profetas, no por presenciar milagros o ver ángeles.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Por qué crees que la conversión ocurre principalmente por creer y prestar atención a las palabras de los profetas, más que por presenciar milagros o ver ángeles?
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¿Qué enseñanzas concretas de los profetas influyeron en tu conversión?
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En un trozo de papel por separado, escribe una meta de cómo puedes creer o prestar más atención a determinadas enseñanzas o al consejo de los profetas a fin fortalecer tu conversión. Si necesitas ideas, podrías repasar el folleto Para la Fortaleza de la Juventud. Pon ese trozo de papel en donde lo veas a diario para recordarte tu meta, tal vez en tu ejemplar de las Escrituras.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Lucas 16 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: