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Cómo invitar al Espíritu al enseñar
Como maestro, usted puede preparar un ambiente que invite a la presencia delEspíritu mientras enseña. Entonces elEspíritu podrá testificar en cuanto a la veracidad de los principios que enseñe. Las siguientes sugerencias le ayudarán a invitar al Espíritu a medida que enseñe.
Ore
El Señor ha dicho: “Ora siempre, y derramaré mi Espíritu sobre ti, y grande será tu bendición, sí, más grande que si lograras los tesoros de la tierra y corrupción en la medida correspondiente” (D. y C. 19:38). La oración fomenta la reverencia y nos ayuda a prepararnos para aprender el Evangelio. Las personas a quienes usted enseña deben turnarse para ofrecer las oraciones antes y después de cada lección. En sus oraciones podrían pedir la guía delEspíritu durante la lección y a medida que lleven a la práctica los principios que van aprendiendo.
Al enseñarles, pida en su corazón que el Espíritu le guíe, que abra el corazón de sus alumnos y que les testifique e inspire. En ocasiones, podría pedir a los miembros de la clase que oren en su corazón a favor de usted como maestro y por sí mismos y por otros que se están esforzando por aprender (véase 3 Nefi 20:1).
Si está enseñando a niños pequeños, es mucho lo que usted podría hacer para ayudarles a ser reverentes en tanto que se preparan para la oración. Podría recomendarles que permanezcan sentados en silencio. Podría cruzar sus brazos para darles el ejemplo. Podría enseñarles el lenguaje propio de las oraciones, aun ayudándoles con determinadas palabras hasta que aprendan a emplearlas por sí mismos. Podría también agradecerles cada vez que ofrezcan una oración y hacer un breve y apreciativo comentario acerca de lo que hayan dicho al orar.
Enseñe en base a las Escrituras y a las palabras de los profetas de los últimos días
Las enseñanzas contenidas en las Escrituras y las palabras de los profetas de los últimos días contienen gran poder para ayudarnos a sentir la influencia del Espíritu (véase “El poder de la palabra”, págs. 54–56). El Señor dijo:
“Estas palabras no son de hombres, ni de hombre, sino mías; por tanto, testificaréis que son de mí, y no del hombre.
“Porque es mi voz la que os las declara; porque os son dadas por mi Espíritu, y por mi poder las podéis leer los unos a los otros; y si no fuera por mi poder, no podríais tenerlas.
“Por tanto, podéis testificar que habéis oído mi voz y que conocéis mis palabras”(D. y C. 18:34–36).
Testifique
Al dar testimonio de los principios que enseña, el Espíritu Santo puede testificarle a cada persona que lo que usted dice es la verdad (véase “Enseñe con testimonio”,págs. 47–48). Testifique cada vez que elEspíritu le inspire a hacerlo, no solamente al terminar las lecciones. Ofrezca a los miembros de la clase la oportunidad de expresar sus testimonios.
Comparta algunas experiencias
Nuestro testimonio suele fortalecerse gracias a las experiencias que tenemos. Quizás usted haya tenido alguna experiencia que fortaleció su testimonio de que nuestro Padre Celestial contesta nuestras oraciones. O quizás haya sido bendecido al obedecer un determinado mandamiento. Cuando comparte tales experiencias, usted es entonces un testigo viviente de las verdades del Evangelio y el Espíritu puede testificar a los demás que lo que usted dice es verdadero. Además de compartir sus propias experiencias, usted debe alentar a sus alumnos a que contribuyan las suyas cuando se sientan bien de hacerlo (véase “Historias”, págs. 192–194).
Emplee la música
La música nos permite expresar sentimientos espirituales que a veces tenemos dificultad en expresar con simples palabras. El élder Boyd K. Packer dijo que “mediante lamúsica somos capaces de sentir y aprender con mucha rapidez… algunas cosas espirituales que de otra manera aprendemos muy lentamente” (“The Arts and the Spirit of the Lord”, Ensign, agosto de 1976, pág. 61).
Los himnos de la Iglesia y las canciones de la Primaria enseñan principios del Evangelio. Usted podría utilizar esa música en casi todas las lecciones para presentar o resumir una idea. Las canciones de la Primaria permiten que losniños expresen su testimonio con sencillez y hermosura (véase “Música”, págs. 200–202).
Para obtener ideas sobre cómo emplear la música sagrada en las reuniones de la Iglesia, en el hogar y en su vida personal, lea el prólogo del himnario (véase Himnos, págs. ix–x).
Exprese amor por el Señor y por los demás
Usted puede expresar amor por aquellos a quienes enseña al escucharles con atención y al interesarse sinceramente por ellos y su vida. El amor cristiano tiene el poder de enternecer el corazón de las personas y ayudarles a ser receptivos a los susurros del Espíritu (véase “El amor enternece el corazón”, págs. 33–34).
Información adicional
Para mayor información en cuanto a enseñar por medio del Espíritu, véase la lección 3 del curso Enseñanza del Evangelio (págs. 226–230).