Manuales y llamamientos
Perfeccione sus talentos


Lección 11

Perfeccione sus talentos

Objetivo

Ayudar a los miembros de la clase a entender cómo mejorarse constantemente como maestros.

Nota para el maestro

Mientras viajaba entre su pueblo, Enoc escuchó una voz desde los cielos mandándole que les predicara el arrepentimiento. “Y cuando Enoc oyó estas palabras, se humilló a tierra ante el Señor, y habló ante él, diciendo: ¿Por qué he hallado gracia ante tu vista, si no soy más que un jovenzuelo, y toda la gente me desprecia, por cuanto soy tardo en el habla, por qué soy tu siervo?” (véase Moisés 6:26–31).

“Y el Señor dijo a Enoc: Ve y haz lo que te he mandado… Abre tu boca y se llenará, y yo te daré poder para expresarte… He aquí, mi Espíritu reposa sobre ti; por consiguiente, justificaré todas tus palabras… y tú permanecerás en mí, y yo en ti; por tanto, anda conmigo” (Moisés 6:32, 34).

Enoc fue e hizo lo que se le mandó y el Señor lo bendijo con la capacidad para enseñar con poder.

Quizás algunos miembros de la clase se sientan como se sentía Enoc cuando recibió el llamamiento de predicar, conscientes de sus debilidades e inseguros de su capacidad personal. Esta lección está diseñada para ayudarles a saber cómo pueden mejorarse como maestros. La lección se enfoca en las ayudas de que disponen, tales como los materiales de estudio de la Iglesia, el apoyo de los líderes y las reuniones de mejoramiento de maestros. No obstante, es de gran importancia que usted les recuerde que su principal fuente de ayuda es el Señor. Si proceden con humildad y le demuestran su fe al Señor, Él hará “que las cosas débiles sean fuertes para ellos” (Éter 12:27).

Preparación

  1. Con la debida anticipación, pida a un miembro de la clase o a un líder del barrio que lea la declaración del presidente Brigham Young que se encuentra en la página 266. Pídale también a esa persona que se prepare para comentar acerca de alguna experiencia que haya tenido en la que pudo comprobar la veracidad de tal declaración.

  2. Pida a un maestro del sacerdocio o de una organización auxiliar que vaya a la clase y hable por unos tres o cinco minutos acerca de cómo el apoyo de un líder le ayudó en el desempeño de su llamamiento.

  3. Pida a un líder del sacerdocio o de una organización auxiliar que vaya a la clase y hable por unos tres o cinco minutos en cuanto a la forma en que los líderes pueden ayudar a los maestros en su labor. Pídale también que base su presentación en la información que contiene la página 29 de este libro. Asegúrese de que esta persona se prepare para comentar sobre la importancia de que los maestros hablen con sus lí-deres en cuanto a sus experiencias, que analicen las necesidades de los miembros del quórum o de la clase, y que procuren ayuda y consejo. (Podría ser provechoso pedírselo a un líder que sirva con el maestro que esté ofreciendo la presentación indicada en el punto 2.)

  4. Estudie la sección de este libro titulada “Perfeccione sus talentos” (págs. 22–29).

  5. Repase la información acerca de las reuniones de mejoramiento de maestros en las páginas 8–10 de Cómo mejorar la enseñanza del Evangelio-Una guía para el líder.

    Prepárese para hablar por unos tres o cinco minutos en cuanto a cómo las reuniones de mejoramiento de maestros pueden ayudar a satisfacer las necesidades de cada uno de ellos. Como parte de esta presentación, infórmeles a los miembros de la clase cuándo tendrá lugar la próxima reunión de mejoramiento y quiénes deberían asistir a ellas. (Si usted no es el coordinador de mejoramiento de maestros, quizás podría pedirle a quien lo sea que haga esta presentación.)

  6. Prepárese a compartir una o dos cosas determinadas que incluiría en la gráfica de la página 26.

  7. Antes de enseñar la clase, prepare una exposición de materiales en vigencia para la enseñanza producidos por la Iglesia que estén disponibles en su zona. Prepárese a dedicar de tres a cinco minutos para describir esos materiales. Si dispusiese de los que se enumeran en la página 118, inclúyalos en la exposición.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Al esforzarnos por acercarnos a cada una de las personas que enseñamos, debemos procurar mejorarnos continuamente.

Introducción

Pida al miembro de la clase o al líder del barrio a quien se lo haya asignado que lea la siguiente declaración:

El presidente Brigham Young dijo que el Señor “concede a sus fieles seguidores un poco hoy y, si lo cultivan, mañana les dará un poco más y otro poco al día siguiente. Él no agregará nada a lo que no se haya cultivado” (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, pág. 95).

Pídale a la persona asignada que relate alguna experiencia en la que haya podido comprobar la veracidad de esta declaración.

Presentación por el maestro

Indíqueles que este principio que enseñó el presidente Young se aplica a nuestros esfuerzos como maestros del Evangelio. Recibimos la ayuda del Señor a medida que continuamos mejorando lo que ya nos ha dado. Esta lección se enfoca en lo que podemos hacer para mejorar nuestra enseñanza. También trata sobre los materiales de consulta de que disponemos en la Iglesia para ayudarnos en tales esfuerzos.

La Iglesia proporciona materiales de consulta para ayudar a mejorarnos como maestros.

Informes

Biblioteca del centro de reuniones

Explique a los miembros de la clase que la Iglesia ha producido materiales que pueden ayudarnos a enseñar con eficacia las lecciones. Diríjales la atención a la exposición que preparó antes de comenzar la clase (véase “Preparación”, punto 7). Dedique algunos minutos a describir dichos materiales y permita que los alumnos formulen algunas preguntas con respecto a ellos. Exhórteles a que visiten la biblioteca del centro de reuniones a fin de que puedan aprender más en cuanto a éstos y otros materiales disponibles que podrían ayudarles con sus lecciones.

Explíqueles que además de dichos materiales, la Iglesia ofrece otros que podrían ayudarnos a mejorar como maestros. Descríbales los que se enumeran a continuación.

El apoyo que reciben los maestros de parte de los líderes

Pida al líder y al maestro previamente asignados que compartan sus presentaciones acerca del apoyo que reciben los maestros de parte de los líderes (véase “Preparación”, puntos 2 y 3).

Después de esta presentación, sugiera a los miembros de la clase que hagan preguntas con respecto a ese tema. Invíteles también a que analicen formas en que dicho apoyo podría ayudarles a mejorar como líderes y como maestros.

Exprese sus sentimientos sobre cuán importante es que los líderes apoyen a los maestros.

Reuniones de mejoramiento de maestros

Informe a los miembros de la clase acerca de las reuniones de mejoramiento de maestros (véase “Preparación”, punto 5).

El curso Enseñanza del Evangelio

Indíqueles que este curso es otra fuente de recursos que la Iglesia ofrece para ayudarnos a mejorar como maestros.

Debemos evaluar constantemente nuestra eficacia como maestros.

Actividad con los cuadernos

Explique a los miembros de la clase que debemos evaluar continuamente la manera en que nuestros esfuerzos están ayudando a quienes enseñamos. Pídales entonces que recurran a la gráfica en la página 26 de este libro y que la copien en sus cuadernos.

Sugiérales que piensen en las semanas transcurridas desde el comienzo de este curso y que consideren las asignaciones que tuvieron en lecciones anteriores. Ayúdeles entonces a emplear la gráfica para evaluar brevemente su progreso como maestros. Pídales que escriban una de sus aptitudes y una de sus debilidades como maestros. Exhórteles a que describan alguna cosa que pueden hacer ahora para mejorarse como maestros y otra que crean necesario desarrollar. (Para obtener una explicación sobre cómo efectuar esta evaluación, véase el ejemplo en la página 26).

Explíqueles que esto les ayudará a comenzar dicho proceso y que deben completar por sí mismos su gráfica. Para hacerlo, quizás deseen repasar “El establecer un plan para mejorar su método de enseñanza”, en las páginas 25–28 de este libro.

Presentación por el maestro

Después de que los miembros de la clase hayan tenido tiempo para escribir en sus respectivas gráficas, expréseles su propio deseo de mejorarse como maestro. Comparta con ellos una o dos cosas que usted mismo incluiría en su gráfica personal (véase“Preparación”, punto 6).

Cita

Asegúreles a los miembros de la clase que el Señor les ayudará en sus esfuerzos por mejorarse. Pida a uno de ellos que lea en voz alta la declaración del presidente JamesE. Faust que se encuentra en la página 22 de este libro.

Conclusión

Presentación por el maestro

Repítales la declaración del presidente Brigham Young y comparta luego sus sentimientos acerca de la importancia de ese principio. Si el tiempo lo permitiese, comparta también el relato de Enoc según se presenta en la nota para el maestro de la página 265.

Testimonio

Exprese su testimonio según lo inspire el Espíritu.

Asignaciones

Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente:

  1. Que se pongan en contacto con los líderes de sus organizaciones correspondientes para compartir sus experiencias, evaluar las necesidades de los miembros de sus quórumes o clases, y procurar que les ayuden y les aconsejen. (Si los miembros de la clase no tienen llamamientos como maestros, exhórteles a que hablen con un miembro de su familia, con el coordinador de mejoramiento de maestros o con usted mismo para analizar lo que han aprendido en este curso.)

  2. Que repasen los principios enseñados en esta lección estudiando la sección de este libro titulada “Perfeccione sus talentos” (págs. 22–29). Que continúen dedicándose a su plan personal para mejorarse.

  3. Que asistan a la clase de la semana próxima habiéndose preparado para ofrecer presentaciones sobre lo que han aprendido y qué progreso han obtenido merced a este curso. Cada presentación deberá abarcar de unos tres a cinco minutos, dependiendo del número de alumnos. Dichas presentaciones deberán incluir informes acerca de (a) en qué manera han cambiado como maestros debido a las cosas que han aprendido y (b) qué planean hacer para continuar mejorándose como maestros.