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El enseñar en base a las Escrituras
Los profetas de los últimos días nos han indicado que debemos emplear las Escrituras para enseñar las doctrinas del Evangelio. El presidente Ezra Taft Benson dijo: “No deben olvidar que no existe substituto adecuado para las Escrituras o las palabras de los profetas vivientes. [Las Escrituras] deben ser sus fuentes originales de información. Lean y mediten más acerca de lo que el Señor ha dicho y menos en cuanto a lo que otros han escrito concerniente a las palabras del Señor” (The Gospel Teacher and His Message [discurso ante instructores de religión, 17 de septiembre de 1976], pág. 6).
El presidente Gordon B. Hinckley ha dicho: “La fuente más auténtica de sabiduría divina es la palabra del Señor en estos sagrados tomos, los libros canónicos de la Iglesia. En ellos encontramos la doctrina a la cual debemos asirnos si es que esta obra habrá de avanzar hacia su destino divinamente trazado” (en Conference Report, abril de 1982, págs. 67–68).
Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a enseñar en base a las Escrituras.
“Procura obtener [mi palabra]”
Antes de que podamos enseñar en base a las Escrituras, es necesario que las estudiemos por nuestra propia cuenta (véase“Procure obtener la palabra”, págs. 14–15;
“Desarrolle un plan personal para estudiar el Evangelio”, págs. 16–17).
Lleve a cabo análisis en grupo y utilice preguntas
Al enseñar en base a las Escrituras, es particularmente importante llevar a cabo análisis en grupo y utilizar preguntas, porque estos métodos estimulan al alumno a pensar acerca de las Escrituras y a compartir sus percepciones. Al analizar los principios de las Escrituras, van desarrollando la capacidad necesaria para estudiarlas personalmente. (Como ayuda para llevar a caboanálisis en grupo y utilizar preguntas, véanse las págs. 68–70 y 73–75).
Proporcióneles el contexto de los pasajes de las Escrituras
Las circunstancias o los antecedentes de un pasaje de Escritura se consideran como el contexto. Los alumnos entenderán mejor lo que acontece o se dice en un pasaje de Escritura cuando entiendan su contexto.
Para comenzar a determinar el contexto, haga las siguientes preguntas:
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¿Quién es la persona que habla aquí?
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¿A quién se está dirigiendo?
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¿Sobre qué está hablando?
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¿A qué está respondiendo?
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¿Por qué está diciendo eso?
Por ejemplo, en Lucas 15:11–32 encontramos la parábola del Salvador sobre el hijo pródigo. El profeta José Smith dijo quehabía podido comprender esta parábola al considerar su contexto:
“Tengo una llave por medio de la cual entiendo las Escrituras. Pregunto: ¿Qué fue el problema que ocasionó la respuesta, o causó que Jesús relatara la parábola…? Mientras Jesús instruía al pueblo, todos los publicanos y pecadores se acercaban para escucharlo. ‘Y murmuraban los fariseos y los escribas, diciendo: Éste a los pecadores recibe, y con ellos come’. Ésta es la palabra que sirve de clave al porqué de la parábola del hijo pródigo. Se dio como respuesta a las murmuraciones y preguntas de los fariseos y saduceos, que estaban investigando, criticando y diciendo: ‘¿Cómo es que este hombre, tan grande como pretende ser, se sienta a comer con publicanos y pecadores?’” (Enseñanzas del Profeta José Smith, compilación de Joseph Fielding Smith [1982], págs. 339–340).
Tal como lo indicó el profeta José, el contexto de la parábola del hijo pródigo empieza en Lucas 15:1–2, varios versículos antes del comienzo mismo de la parábola.
Una forma de encontrar el contexto es leer los versículos que preceden y los que siguen al pasaje que esté estudiando.
Este método es provechoso aun cuando el que habla en un pasaje de las Escrituras está respondiendo no sólo a la gente sino refiriéndose a importantes acontecimientos del momento. Un ejemplo de ello se resume al principio de la sección “El poder de la palabra” (pág. 54). Cuando entendemos quiénes eran los zoramitas, la lamentable condición espiritual en que se encontraban y la amenaza que presentaban a los nefitas, podemos comprender mejor cuán importante fue la declaración de Alma en cuanto a que él y sus hermanos tenían que“[poner] a prueba la virtud de la palabra de Dios” en sus esfuerzos por rescatar a los zoramitas de su lamentable condición (Alma 31:5).
A veces suele ser útil estudiar la historia política, social y económica de la época en que se desarrolló la Escritura. Por ejemplo, para obtener un mejor entendimiento del consuelo y las promesas del Señor en Doctrina y Convenios 121 y 122, es provechoso saber en cuanto a las aflicciones que estaban padeciendo los Santos en Misuri en esos días y las condiciones que el profeta José y sus compañeros debieron soportar en la cárcel de Liberty. Para aumentar nuestro entendimiento de las epístolas de Pablo, podemos obtener una conocimiento básico de los lugares por los que viajó y la condición de las ramas de la Iglesia a las que escribía. La Guía para el Estudio de las Escrituras puede ser una maravillosa fuente de información sobre el contexto en cuanto a pasajes de la Biblia.
Al proporcionarles el contexto, es importante no descuidar su propósito, el cual consiste en contribuir a un mejor entendimiento de un pasaje particular de las Escrituras. Tenga cuidado de no presentar el contexto —tal como la historia, la política, la economía o el lenguaje de la gente mencionada en las Escrituras— como si fuera el tema principal de la lección.
Comparta relatos de las Escrituras
Con frecuencia es más fácil entender un principio del Evangelio cuando se explica como parte de una historia de las Escrituras. Los relatos captan el interés de la gente y muestran cómo los principios del Evangelio se aplican a la vida diaria. Además, las historias suelen ser más fáciles de recordar que las declaraciones abstractas de los principios. (Para sugerencias en cuanto a compartir relatos, véase“Historias”, 192–194).
Un relato tomado de las Escrituras puede contener muchos principios y aplicaciones (un ejemplo de ello es el libro de Enós, que sólo contiene 27 versículos pero que ilustra muchos principios del Evangelio). Usted deberá decidir cuáles de ellos habrá de destacar en las historias que utilice.
Con frecuencia es de gran ayuda para los alumnos que se lea un relato en voz alta, tomando turno entre ellos para hacerlo (véase “Leer en voz alta”, pág. 61). Si el relato es extenso es mejor a veces resumirlo haciendo que los alumnos lean solamente unos pocos versículos claves de las partes importantes de la historia. Los encabezamientos de los capítulos o secciones pueden ser de ayuda cuando prepare y presente tales resúmenes.
Comparta información biográfica
Cuando estudiamos la vida de personajes de las Escrituras, solemos ver que algunos principios del Evangelio se destacan con el paso del tiempo. Por ejemplo, la historia completa de Zeezrom, en el Libro de Mormón, demuestra que una persona puede arrepentirse y entonces dedicarse al servicio al Señor con toda rectitud. Si usted lee los versículos citados en la Guía para el Estudio de las Escrituras bajo el tema “Zeezrom”, podrá seguir la historia de los ataques de ese hombre contra la Iglesia, su conversión y, finalmente, su valeroso servicio como misionero y maestro del Evangelio. Otras biografías instructivas incluyen las de Rut, el rey David, Samuel, Ester, el apóstol Pablo, Alma (el padre), el rey Benjamín, Alma (el hijo),Coriantón, Mormón y Moroni.
Emplee el método de pedir a los alumnos que identifiquen algo específico
Cuando enseñe en base a las Escrituras, suele ser provechoso pedir a los alumnos que identifiquen algo específico. A continuación se enumeran algunos ejemplos de cosas que usted podría pedirles que identificaran.
Principios del Evangelio demostrados en la vida de ciertas personas. Ejemplo: “Al leer Moisés 5:4–9, traten de identificar las declaraciones que ilustran la obediencia de Adán aun antes de que entendiera completamente los principios correspondientes”.
Preguntas. Ejemplo: “A medida que leamos Alma 5:14–32, traten de identificar las preguntas que Alma hacía”.
Listas. Ejemplo: “Al estudiar Doctrina y Convenios 25, traten de identificar cuáles son las cualidades de una ‘dama elegida’ ”.
Definiciones de palabras o conceptos. Ejemplo: “Traten de identificar las definiciones de Sión en Doctrina y Convenios 97:21 y en Moisés 7:18”.
Imágenes y símbolos. Ejemplo: “En Juan 15:1–6, traten de identificar la comparación que el Salvador hizo de Sí mismo con una viña y de Sus discípulos con las ramas”.
Comentarios proféticos en cuanto a un principio o acontecimiento. Ejemplo: “Mientras leo Alma 30:60, traten de identificar el comentario de Mormón con respecto al destino de Korihor”.
Frases que explican causa y efecto con la locución “si… entonces”. Ejemplo: “Traten de identificar las promesas que Isaías nos hace si santificamos el día de reposo” (véase Isaías 58:13–14).
Comportamiento que agrada o desagrada a Dios. Ejemplo: “Al leer Alma 39:1–9, traten de identificar el consejo específico que Alma le dio a su hijo Coriantón.
Acontecimientos, características o acciones que se presentan una y otra vez. Ejemplo: “Al estudiar estos pasajes, traten de identificar secuencias repetidas que muestren la necesidad de tener deseos justos cuando procuramos la verdad”(véase 1 Nefi 10:17–22; 11:1–23; D. y C. 11).
A medida que usted mismo trate de identificar estas cosas en su estudio personal, estará mejor preparado para llevar a cabo con sus alumnos actividades que empleen ese método.
“Apliquemos todas las Escrituras a nosotros mismos”
Véase “Semejanzas”, págs. 205–206.
Leer en voz alta
El leer las Escrituras en voz alta capta el interés de los alumnos, aguza su enfoque en pasajes particulares y les ayuda a ser más receptivos a la influencia del Espíritu. Cuando una persona lea en voz alta, aliente a los demás a que sigan la lectura con la vista en sus propios libros canó-nicos. Ínstelos a que traten de identificar principios o conceptos específicos. Concédales el tiempo necesario para que busquen cada pasaje de las Escrituras antes de leerlas en voz alta. Si un pasaje contiene palabras o frases difíciles o poco comunes, explíqueselas antes de leer el pasaje correspondiente. Si algún miembro del grupo tuviese dificultad para leer, pida la participación de voluntarios en vez de que todos tomen turno para hacerlo. Trabaje personalmente con los que tengan dificultad para leer a fin de que, con el tiempo, puedan prepararse para leer con éxito algún pasaje determinado.
Utilice las ayudas para el estudio de las Escrituras
El presidente Howard W. Hunter dijo: “Debemos tener una Iglesia repleta de mujeres y hombres que conozcan cabalmente las Escrituras, que correlacionen pasajes de las Escrituras y las marquen, que preparen lecciones y discursos empleando la Guía para el Estudio de las Escrituras y que dominen los mapas, y las demás ayudas que este maravilloso grupo de libros canónicos contiene. Obviamente todo este material es mucho más de lo que podemos conocer a fondo con rapidez. Ciertamente que el campo de las Escrituras está ‘blanco y listo para la siega’” (Eternal Investments [discurso ante instructores de religión, 10 de febrero de 1989], págs. 2–3).
Guía para el Estudio de las Escrituras
La Guía para el Estudio de las Escrituras contiene una selección de Escrituras significativas y de información explicativa. Dicho material se presenta mediante breves artículos que tratan más de mil temas enumerados en orden alfabético. Tales temas incluyen doctrina, principios, personajes y lugares mencionados en los libros canónicos. Es una excelente fuente de recursos para contestar preguntas, para preparar y enriquecer discursos y lecciones, y estudiar las Escrituras individualmente y como familia.
Notas al pie de página y pasajes correlacionados
Las páginas de texto de las Escrituras generalmente contienen notas al pie de página. En la combinación triple de los libros canónicos, las notas al pie de página contienen diversas clases de información. Por ejemplo, contienen otras traducciones de ciertas palabras del idioma hebreo. Indican referencias contenidas en la Guía para el Estudio de las Escrituras (GEE). También contienen explicaciones de modismos y de construcciones gramaticales difíciles. Las notas al pie de página con la sigla “TJS” son selecciones tomadas de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés. Dichas selecciones aparecen en una sección especial de la Guía para el Estudio de las Escrituras.
El tipo más común de notas al pie de página es un pasaje correlacionado con otros pasajes de Escrituras contenidos en los libros canónicos. Estos pasajes adicionales suelen clarificar o agregar perspectiva al pasaje que se esté leyendo. Por ejemplo, busque Doctrina y Convenios 11:21, lea este versículo y después lea los otros pasajes mencionados en la nota “a” al pie de página. ¿En qué manera incrementan estos pasajes su entendimiento del versículo 21?
Cuando esté enseñando un pasaje de las Escrituras, puede emplear las notas al pie de página y los pasajes correlacionados para ayudar a que sus alumnos entiendan mejor dicho pasaje.
Encabezamientos de capítulos y secciones
Un encabezamiento ofrece una reseña del capítulo o sección que le sigue. Podría incluir información acerca de la doctrina, del contexto histórico o de alguna persona en particular. El encabezamiento de 2 Nefi 27, por ejemplo, explica que ese capítulo es similar a Isaías 29 y que contiene una profecía en cuanto a la salida a la luz del Libro de Mormón.
Usted podría sugerir a sus alumnos que marquen pasajes de las Escrituras de acuerdo con los puntos sobresalientes que un encabezamiento de capítulo o sección contiene. Por ejemplo, el encabezamiento de Doctrina y Convenios 89 contiene los principios más importantes de la Palabra de Sabiduría. Podría entonces pedir a los alumnos que lean dichos principios en el encabezamiento y que luego los marquen en el texto de la sección.
Quizás podría pedir a sus alumnos que lean en silencio los encabezamientos del capítulo o de la sección antes de hacer comentarios sobre determinados pasajes de las Escrituras. Esto podrá ayudarles a entender debidamente el contexto de la Escritura.
Páginas de introducción
Cada uno de los libros canónicos tiene páginas de introducción, las cuales contienen información provechosa acerca del propósito y el origen del libro correspondiente. Por ejemplo, las páginas de introducción del Libro de Mormón contienen testimonios de José Smith y de otras personas e información en cuanto al origen del mismo. Las páginas de introducción de Doctrina y Convenios explican cómo se recibieron y compilaron las revelaciones que el libro contiene.
Este material puede utilizarse para enseñar acerca de los antecedentes, la historia, la cronología y la organización de las Escrituras. Con el material de estas páginas se pueden preparar lecciones completas. Por ejemplo, la introducción explicativa del libro de Doctrina y Convenios contiene una breve reseña de la Restauración del Evangelio y detalla pasajes relacionados concernientes al tema.
Mapas
La Guía para el Estudio de las Escrituras contiene mapas de lugares que se mencionan en las Escrituras y de regiones importantes vinculadas con la historia de la Iglesia. Al familiarizarse con la geografía de los lugares pertinentes, los alumnos podrán entender mejor los acontecimientos descritos en las Escrituras.
El marcar las Escrituras y hacer anotaciones marginales
Es de gran ayuda marcar las Escrituras, destacando el argumento de los relatos, los temas y los principios de modo que su localización posterior resulte más fácil. Esto podría considerarse como un sistema de archivo personal. Al enseñar, usted podría alentar a sus alumnos a que marquen sus Escrituras diciéndoles algo así como: “Este versículo contiene un importante principio que quizás les convendría marcar”.
No hay una sola manera de marcar las Escrituras. El mé-todo que emplee una persona debería representar su propia preferencia en cuanto al estudio de las Escrituras. Si está enseñando a jóvenes o adultos, quizás podría considerar la idea de pedir que algunos de ellos compartan con losdemás el método que empleen.
Los métodos para marcar Escrituras incluyen, pero no se limitan, a lo siguiente:
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Sombrear, subrayar, usar corchetes o destacar un versículo completo o un conjunto de versículos empleando unlápiz o un rotulador de color.
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Subrayar sólo unas cuantas palabras claves en cada versículo. Esto produce una versión destacada del capítulo o sección que luego podría recorrer con la vista rápidamente para seleccionar los conceptos principales.
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Subrayar o encerrar en un círculo las palabras claves, y conectar con líneas rectas las que se relacionen entre sí.
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Marcar un versículo completo o un grupo de versículos y conectar las palabras claves que contengan.
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Notar cuando se menciona una serie de puntos relacionados entre sí y numerar entonces dichos puntos en el mismo texto o en el margen.
Conexión entre pasajes de Escrituras
La mayoría de los principios del Evangelio se describen en muchos pasajes diferentes de las Escrituras y cada uno de ellos ofrece su propia perspectiva. Usted entenderá más completamente un principio si estudia varios pasajes relacionados con dicho principio. Una manera de hacerlo es compilar una lista de pasajes acerca de un tema determinado y entonces anotarlos en sus libros canónicos. Dependiendo del tema, una lista podría ser muy larga osólo contener dos o tres versículos claves. Este método, llamado a veces conexión entre pasajes, puede ser un valioso instrumento para el estudio de las Escrituras y la enseñanza en base a las mismas. Usted podría conectar una lista de pasajes de Escrituras de la siguiente manera:
En el margen de cada pasaje, escriba la referencia del pasaje siguiente que la lista contiene. Continúe haciendo esto hasta llegar al último pasaje. Al lado de este último pasaje, anote la referencia del primero. Entonces podría comenzar con cualquier punto de la lista y continuar a lo largo de la secuencia hasta haber leído todos los pasajes.
Usted podría preparar algunas listas que deba poner en una determinada secuencia para entonces ofrecer un mayor entendimiento de los temas que contengan. Para saber siempre dónde comenzar tal secuencia, podría escribir entre paréntesis la referencia del primer pasaje junto a cada una de las demás referencias. O quizás podría anotar solamente la referencia del primer pasaje junto a cada uno de los otros pasajes y escribir la lista completa en la página donde figura ese primer pasaje.
Anotaciones marginales
El hacer anotaciones marginales en sus libros canónicos podría ser una valiosa manera de personalizar las Escrituras. Tales anotaciones proporcionan una manera de apuntar observaciones, identificar pasajes correlacionados que sean importantes para usted, y registrar maneras en que podría aplicar esos pasajes de Escrituras en su vida diaria.
Quizás desee alentar a sus alumnos para que hagan anotaciones marginales. Podría decirles algo así como: “Quiero compartir con ustedes un pensamiento acerca de este pasaje, pensamiento que he anotado al margen del mismo” o “Aquí encontramos un excelente pasaje en cuanto al arrepentimiento. Ustedes podrían escribir la palabra arrepentimiento al margen de este pasaje”.
Sugerencias sobre cómo utilizar las Escrituras para enseñar a los niños
Usted puede bendecir la vida de los niños al ayudarles a familiarizarse con el lenguaje típico de las Escrituras. Cuando enseñe a los niños, debe utilizar con frecuencia las Escrituras y encontrar maneras de hacerles sentirse cómodos con el empleo de las mismas. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de lo que podría hacer para ello:
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Ayúdeles a familiarizarse con el nombre y el orden de los libros contenidos en las Escrituras. Use el himno“Los libros del Libro de Mormón” (Canciones para los niños, Nº 63).
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Ayúdeles a entender el lenguaje de las Escrituras.
Cuando lea Escrituras junto con ellos, explíqueles el significado de las palabras importantes. Ayúdeles a pronunciar las palabras y los nombres difíciles. Pídales que identifiquen ciertas palabras, frases o ideas.
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Cuando quiera que los niños encuentren ciertos pasajes en las Escrituras, déles el número de página del pasaje y también la referencia del mismo.
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Comparta con ellos un relato empleando sus propias palabras. Ayúdeles a imaginar los hechos y personajes al describirles lo que aconteció (véase “Historias”, págs. 192–194). Léales luego en voz alta los pasajes claves de las Escrituras.
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Pídales que lean las Escrituras en voz alta. Tenga especial consideración de las habilidades de cada niño y ayúdeles a participar debidamente.
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Si los niños son muy jóvenes para poder leer bien, inví-teles a que le escuchen mientras usted lee en voz alta y les señala las palabras con el dedo. También podría pedir a los niños mayores que ayuden a los más jóvenes a buscar y leer determinados pasajes.
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Pida a los niños que lean relatos de las Escrituras tomados de libros ilustrados publicados por la Iglesia, tales como Relatos del Libro de Mormón (31117 002).
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Ayúdeles a analizar relatos de las Escrituras. Cuando lean, enséñeles a hacer preguntas tales como: “¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué está pasando? ¿Quién es el que habla? ¿En qué forma se aplica esto a mí?
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Utilice los métodos descritos en la Parte F de este manual (págs. 179–209). Por ejemplo, al presentarles un relato tomado de las Escrituras, podría emplear unfranelógrafo, simples ilustraciones en la pizarra o dibujos hechos por los niños. Asimismo, podría pedirles que repitan una historia de las Escrituras o que canten canciones que se relacionen con determinados pasajes.
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Al final de algunas lecciones de la Primaria se encuentra una sección titulada “Sugerencia de lectura”. Invite a los niños a que lean con sus familias los pasajes de las Escrituras allí mencionados.