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Lección 6: José Smith—Historia 1:1–20


Lección 6

José Smith—Historia 1:1–20

Introducción

En 1838, José Smith comenzó a trabajar en su historia oficial. En ella describió a su familia y los lugares donde habían vivido, y detalló la agitación extraordinaria sobre el tema de la religión que prevalecía en la parte occidental de Nueva York en 1820. Ese fervor religioso lo condujo a “una seria reflexión y gran inquietud” en cuanto a cuál de las iglesia debía unirse (José Smith—Historia 1:8). Luego de escudriñar las Escrituras, en particular Santiago 1:5, José decidió pedir a Dios en oración las respuestas a sus preguntas. Como respuesta a su oración, se le aparecieron Dios el Padre y Su Hijo, Jesucristo.

Sugerencias para la enseñanza

José Smith—Historia 1:1–4

José Smith escribe una historia de la Iglesia

Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente experiencia de dos misioneros en Canadá, tal como la relató el presidente Thomas S. Monson (el resto del relato se verá más adelante en la lección):

Presidente Thomas S. Monson

“Dos [misioneros] llamaron a la puerta de un señor llamado Elmer Pollard… Ellos le presentaron su mensaje, tras lo cual le preguntaron si se les uniría para orar; él les dijo que sí, siempre que le permitieran a él ofrecerla.

“La oración que ofreció dejó asombrados a los misioneros, porque dijo: ‘Padre Celestial, bendice a estos dos desafortunados y equivocados misioneros, para que regresen a su casa y no desperdicien el tiempo hablando a la gente de Canadá de un mensaje tan fantástico sobre el cual es tan poco lo que saben’.

“Cuando se pusieron de pie, el señor Pollard les pidió que nunca más volviesen a su casa, y al salir, burlonamente les dijo: ‘¡No me digan que en realidad creen que José Smith fue un profeta de Dios!’, y les cerró la puerta” (“El profeta José Smith: Maestro mediante el ejemplo”, Liahona, noviembre de 2005, pág. 69).

  • Si ustedes fuesen uno de esos dos misioneros, ¿qué le hubieran dicho al Sr. Pollard?

  • ¿Cómo puede alguien saber por sí mismo que José Smith fue un profeta de Dios?

Pida a un alumno que lea en voz alta José Smith—Historia 1:1–2. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque las razones que dio José para escribir su historia y la historia de la Iglesia.

  • De acuerdo con el versículo 1, ¿qué circulaba entre las personas en los primeros días de la Iglesia? (Muchas noticias falsas concebidas para volver al pueblo en contra de la Iglesia).

  • ¿Qué razón dio José para escribir su historia? (Ofrecer a la opinión pública una relación confiable y precisa de los acontecimientos de la Primera Visión y la Restauración).

Explique que hoy en día aún hay personas y grupos que difunden información falsa o engañosa acerca de la Iglesia con el objeto de minar la fe.

  • ¿Qué podemos aprender de la razón que tuvo José Smith para escribir su historia que pueda ayudarnos a evitar que seamos embaucados con información falsa o engañosa? (Aquellos que deseen la verdad deben buscar fuentes confiables de información sobre la Iglesia y su historia en lugar de aceptar cualquier información que oigan, incluso cualquier resultado de búsqueda en internet).

  • ¿Por qué es importante que “los que buscan la verdad” sobre la Restauración acudan al relato de José Smith? (Apoyarse en el relato del Profeta puede ayudar a las personas a evitar ser embaucadas con información falsa o engañosa).

  • ¿De qué forma el leer las palabras de José Smith puede ayudar a una persona a conocer la verdad sobre sus experiencias?

Comparta la siguiente advertencia del élder Neil L. Andersen:

Elder Neil L. Andersen

“Siempre ha habido aquellos que desean desacreditar a la Iglesia y destruir la fe. Hoy en día usan el internet.

“Alguna información sobre la Iglesia, no importa cuán convincente parezca ser, simplemente no es verdad” (“La prueba de vuestra fe”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 41).

Invite a un alumno a leer las siguientes palabras del élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Invite a la clase a escuchar para detectar la manera de evaluar lo que leemos acerca de la Iglesia y su historia. (Puede entregarles una copia de la declaración para que sigan la lectura en silencio).

Élder Dallin H. Oaks

“Los lectores Santos de los Últimos Días deben… ser… analíticos en su evaluación del material que lean…

“Nuestro testimonio individual y personal se basa en el testimonio del Espíritu, no en la combinación o acumulación de datos históricos. Teniendo esto como fundamento, ninguna alteración de los hechos históricos puede estremecer nuestro testimonio. Nuestro Padre Celestial nos dio la capacidad de razonamiento y se espera que la empleemos al máximo. Pero también nos dio al Consolador, quien dijo que nos conduciría a la verdad y que por Su poder podremos conocer la verdad de todas las cosas. Esa es la guía definitiva para los Santos de los Últimos Días que son dignos y que están dispuestos a confiar en ella” (“Reading Church History”, discurso dirigido a los maestros del SEI, 16 de agosto de 1985, pág. 7, LDS.org).

Invite a los alumnos a compartir lo que les llamó la atención del consejo del élder Oaks, y cómo les sirvió.

Usted podría explicar que José Smith escribió esta relación de la Primera Visión en 1838 como parte de una historia oficial de la Iglesia que se publicaría al mundo. Se conocen nueve relatos de la Primera Visión: cuatro escritos o dictados por José Smith y cinco más escritos por otras personas que recuentan la experiencia de él. (Para mayor información sobre los cuatro relatos de José Smith acerca de la Primera Visión, véase Milton V. Backman Jr., “Testimonios de la Primera Visión”, Liahona, febrero/marzo de 1986. págs. 34–40).

Quizás desee explicar también que los diversos relatos de la Primera Visión se prepararon en ocasiones diferentes y para audiencias distintas. En esos relatos, José Smith hizo hincapié en distintos aspectos de su experiencia de la Primera Visión, pero los relatos concuerdan todos en la verdad esencial de que a José Smith le fueron abiertos los cielos y que él vio a mensajeros divinos, esto es, a Dios el Padre y al Señor Jesucristo. Dado que el relato de 1838 formó parte de la historia y testimonio oficiales de José Smith al mundo, fue incluido como Escritura en la Perla de Gran Precio.

  • Así como José Smith resaltó distintos aspectos de su visión en sus varios relatos, el apóstol Pablo hizo hincapié en diversos aspectos de su visión del Salvador ante distintas audiencias (véanse Hechos 9:1–9; Hechos 22:5–11; Hechos 26:12–20). ¿Por qué creen que José Smith y Pablo resaltaron cuestiones diferentes cada vez que contaban el relato de su visión?

Haga un resumen de José Smith—Historia 1:3–4; para ello, explique que José nació en Vermont y que cuando tenía diez años, se mudó a Palmyra, Nueva York.

José Smith—Historia 1:5–13

En medio de la agitación religiosa, José Smith decide preguntarle a Dios cuál de las iglesias es la correcta

Explique que José Smith vivió en una época de gran agitación en cuanto al tema de la religión. Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta José Smith—Historia 1:5–7. Pida a la clase que busque palabras o frases que describan la situación que enfrentaba José Smith. Invite a un alumno a escribir en la pizarra las palabras y frases que ellos encuentren. Luego pida a un alumno que lea en voz alta José Smith—Historia 1:8, 10 y pida a la clase que busque la descripción que hizo José Smith de lo que sentía en esa época.

  • ¿Cómo se sentía José como resultado de la agitación religiosa que había a su alrededor?

  • ¿Cuáles eran algunas de las preguntas con las que él se debatía?

  • ¿Se han hecho alguna vez preguntas similares? ¿Cómo hicieron para encontrar las respuestas?

Invite a los alumnos a leer José Smith—Historia 1:11 en silencio y a buscar lo que hizo José Smith para hallar respuestas a sus preguntas.

  • ¿A quién acudió José por ayuda para obtener las respuestas a sus preguntas?

  • ¿Qué principio que se enseña en Santiago 1:5 ayudó a José Smith a tener la confianza de que podría obtener respuestas a las preguntas que él tenía? (Aunque los alumnos utilicen palabras distintas, deben reconocer el siguiente principio: Si pedimos a Dios con fe, Él contestará nuestras oraciones. Quizás desee explicar que Dios contestará nuestras oraciones en Su propio momento y a Su manera).

Invite a un alumno a leer José Smith—Historia 1:12–13 en voz alta. Pida a la clase que descubra la manera en que el principio que se enseña en Santiago 1:5 influyó en José Smith.

José Smith—Historia 1:14–20

José Smith ve a Dios el Padre y a Su Hijo, Jesucristo

Invite a un alumno a leer en voz alta José Smith—Historia 1:14–15.

  • ¿Por qué creen que Satanás trató de impedir que José Smith orara?

Invite a un alumno a leer en voz alta José Smith—Historia 1:16–17. Diga a la clase que determine cuál fue la reacción de José Smith ante la oposición que experimentó. Pídales también que se fijen en frases del testimonio de José que sean significativas para ellos o que podrían usar para enseñar a otras personas acerca de la Primera Visión.

  • ¿Qué frases de esos versículos fueron significativas para ustedes? ¿Por qué?

Escriba la siguiente verdad en la pizarra: José Smith vio a Dios el Padre y a Su Hijo, Jesucristo.

  • ¿Por qué es importante tener un testimonio de que José Smith vio a Dios el Padre y a Su Hijo, Jesucristo?

  • ¿Cómo saben que José Smith vio a Dios el Padre y a Su Hijo, Jesucristo?

Después de que algunos alumnos hayan compartido su testimonio, explique que la Primera Visión fue el acontecimiento fundacional de la Restauración. La Primera Visión también trajo respuestas a importantes preguntas doctrinales. Invite a los alumnos a repasar José Smith—Historia 1:15–17 en silencio y a buscar verdades que podemos aprender de ese relato. Quizá sea bueno que formule las siguientes preguntas:

  • ¿Qué principio podemos aprender de José Smith—Historia 1:15–16 que nos sirva para vencer la tentación? (Puede que los alumnos lo expresen con palabras diferentes, pero deben reconocer el siguiente principio: Si Si nos esforzamos sinceramente por buscar la ayuda de Dios cuando Satanás trata de desanimarnos, Dios puede librarnos).

  • ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de la naturaleza de Dios el Padre y Jesucristo? (Entre las respuestas pueden mencionar: Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo viven. El Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo son seres separados y distintos).

  • ¿Cuál fue la primera palabra que Dios le dijo a José Smith? (José). ¿Por qué es importante saber eso? ¿Qué verdades podemos aprender de ello? (Entre otras cosas, pueden responder lo siguiente: El Padre Celestial nos conoce por nombre. Dios contesta nuestras oraciones).

Para ayudar a los alumnos a entender y sentir la importancia de las doctrinas y los principios que han encontrado en esta lección, usted puede hacer las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué es vital conocer y comprender estas verdades acerca del Padre Celestial y Jesucristo?

  • ¿En qué ocasión una o más de estas verdades fueron una bendición para ustedes? (Recuerde a los alumnos que algunas experiencias son demasiado sagradas y personales para compartir).

Explique que José Smith también recibió respuestas a sus preguntas durante la Primera Visión. Pida a los alumnos que estudien José Smith—Historia 1:18–20 en silencio.

  • ¿Qué aprendió José Smith como respuesta a su oración?

Recuerde a los alumnos el relato de los misioneros que se leyó al comienzo de la lección. Pida a un alumno que lea el resto del relato:

Presidente Thomas S. Monson

“[Los misioneros] volvieron hasta la puerta del señor Pollard. Al abrirla y verlos allí de nuevo, les dijo lleno de enojo: ‘¡Jóvenes, creo haberles dicho que no volviesen nunca más!’.

“El compañero menor, haciendo gran acopio de valor, le dijo: ‘Señor Pollard, cuando salimos de su casa, usted nos dijo que nosotros no creemos en realidad que José Smith fue un profeta de Dios. Quiero testificarle, señor Pollard, que yo que José Smith fue un profeta de Dios, que sé que él tradujo por inspiración divina los anales sagrados que se conocen como el Libro de Mormón y que él efectivamente vio a Dios el Padre y a Jesús el Hijo’. Dicho eso, los misioneros se retiraron.

“[El Sr. Pollard testificó más adelante:] ‘Aquella noche no me era posible conciliar el sueño; me daba vuelta tras vuelta en la cama. Oía una y otra vez en mi mente las palabras: ‘José Smith fue un profeta de Dios. Lo sé… Lo sé… Lo sé”. No veía la hora de que amaneciera. Entonces llamé por teléfono a los misioneros… Volvieron, y esa vez, mi esposa, mi familia y yo recibimos las charlas como fervorosos buscadores de la verdad. Como resultado, todos hemos aceptado el Evangelio de Jesucristo’” (“El profeta José Smith: Maestro mediante el ejemplo”, pág. 69).

Aliente a los alumnos a leer José Smith—Historia por su cuenta y a pedir al Padre Celestial que les ayude a fortalecer su testimonio de que el relato de José Smith acerca de la Primera Visión es verdadero. Podría animarlos también a buscar oportunidades de compartir el mensaje de la Primera Visión con otra persona. Concluya compartiendo su testimonio sobre las verdades que han estado analizando hoy.

Comentarios e información de contexto

José Smith—Historia. ¿Cuándo se publicó la historia oficial de José Smith?

En 1838, José Smith comenzó a redactar su historia oficial, la cual se publicó en el periódico Times and Seasons en 1842. Más tarde, en 1957, esa historia formó parte de los seis tomos de A Comprehensive History of the Church, de B. H. Roberts. José Smith—Historia, tal como se halla en los libros canónicos, fue extraída de la historia oficial de José Smith y publicada en 1851 como parte de un folleto misional llamado “La Perla de Gran Precio”. La Perla de Gran Precio fue canonizada como Escritura en 1880.

José Smith—Historia 1:3. ¿Cómo fue la vida de José Smith durante su niñez?

“Sus padres, Lucy Mack y Joseph Smith, padre, contrajeron matrimonio el 24 de enero de 1796 y se establecieron en una granja familiar en Tunbridge, Vermont. En el verano de 1805, Joseph y Lucy le alquilaron una granja [en Sharon, Vermont] a Solomon Mack, padre de Lucy; además, Joseph enseñaba en la escuela durante el invierno. Fue allí donde nació su quinto hijo, José Smith, el 23 de diciembre de 1805. Lucy y Joseph enseñaron a sus hijos preceptos religiosos y ella, en especial, los alentaba a estudiar la Biblia. Joseph desconfiaba de las iglesias tradicionales, pero mantenía siempre una fervorosa creencia en Dios” (véase La Perla de Gran Precio: Manual para el alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2001, pág. 56).

“José Smith creció en la granja de su familia y la influencia que recibió estaba limitada casi exclusivamente al núcleo familiar… Durante sus primeros años, comenzó a incorporar a su carácter y a manifestar cualidades que le ayudarían a cumplir con la misión para la que se le había preordenado…

“Desarrolló fuertes vínculos familiares, aprendió a trabajar con ahínco, a tomar sus propias decisiones, a servir a sus semejantes y a apreciar la libertad” (La Historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, 2.ª edición, 2003, pág. 15).

“Cuando José Smith era niño, la familia se mudó varias veces tratando de encontrar tierras fértiles u otras formas de ganarse la vida… En 1811, se mudaron al pequeño pueblo de West Lebanon, en New Hampshire… [y] llegó al pueblo una epidemia de tifus… Los hijos de los Smith se enfermaron uno por uno…

“José Smith tenía entonces siete años y se recuperó de la fiebre en solo dos semanas, pero sufrió complicaciones que con el paso del tiempo le requirieron cuatro operaciones; la peor fue que contrajo una infección en la tibia y se le inflamó la pierna izquierda… Por consecuencia, sufrió horriblemente durante dos semanas”. José soportó una operación para extraer la infección de su pierna “sin que lo ataran y sin tomar bebidas alcohólicas que lo insensibilizaran” (La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, pág. 23).

“En 1816, Joseph fue a Palmyra, Nueva York, para investigar lo que le habían dicho sobre la venta de tierras a bajo costo. José, que en esa época tenía diez años, recuerda que a pesar de no haberse recuperado totalmente de la operación que le habían hecho en la pierna, el conductor del carromato que la familia contrató para ayudarles durante el viaje hizo que caminara a través de la nieve, 64 kilómetros por día, por el término de varios días, durante lo cual padeció un cansancio y un dolor casi insoportables” (La Perla de Gran Precio: Manual para el alumno, pág. 56).

“Joseph Smith, padre, que para 1821 ya tenía una familia de once hijos, trabajaba arduamente para ganarse la vida. A los dos años de estar en Palmyra, había juntado bastante dinero para hacer la primera entrega de la compra de aproximadamente cuarenta hectáreas de tierra forestada en el municipio vecino de Farmington. Durante el primer año que estuvieron allí, él y sus hijos limpiaron unas doce hectáreas de terreno cubierto de espesos bosques, lo prepararon para el cultivo y sembraron trigo… El joven José comentó más adelante que dicho trabajo ‘exigía los esfuerzos de todos los que estuvieran en condiciones de prestar ayuda para el sustento de la familia’. [“History of Joseph Smith By Himself”, 1832, escrita en Kirtland, Ohio, entre el 20 de julio y el 27 de noviembre de 1832, Departamento Histórico de la Iglesia, Salt Lake City, pág. 1; véase también “La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos”, págs. 31–32]…

“En esa época, las posibilidades de recibir instrucción escolar eran muy limitadas para José; él lo atribuía a ‘la situación de pobreza’ en que se había criado. ‘Nos vimos privados de los beneficios de la educación académica; baste decir que apenas se me enseñó a leer, a escribir, así como algunos conocimientos básicos de aritmética, y en eso constituyó toda la instrucción didáctica que recibí’ [“History of Joseph Smith By Himself”, págs. 1–2]” (La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, pág. 32).

José Smith—Historia 1:15–17. Relatos de la Primera Visión

Para mayor información sobre los cuatro relatos de José Smith acerca de la Primera Visión, véase Milton V. Backman Jr., “Testimonios de la Primera Visión”, Liahona, febrero/marzo de 1986, págs. 34–40. Otro artículo de interés en cuanto a los diferentes relatos de la Primera Visión es el de Richard L. Anderson, “Joseph Smith’s Testimony of the First Vision”, Ensign, abril de 1996, págs. 10–21.

José Smith—Historia 1:15–17. La importancia de la Primera Visión

El presidente Gordon B. Hinckley testificó acerca de la importancia fundamental de la Primera Vision para la Iglesia:

Presidente Gordon B. Hinckley

“Todo nuestro caso, como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, descansa sobre la validez de esa maravillosa Primera Visión… que fue la cortina que se descorrió para abrir esta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Nada sobre lo cual basamos nuestra doctrina, nada de lo que enseñamos, nada de aquello por lo cual regimos nuestra vida es de mayor importancia que esa primera afirmación. Sostengo que si José Smith habló con Dios el Padre y con Su Hijo Amado, entonces todo lo demás de lo cual él habló es verdadero. Esa es la bisagra sobre la cual gira la puerta que se abre al sendero que conduce a la salvación y a la vida eterna” (véase “¿Qué pregunta la gente acerca de nosotros?”, Liahona, enero de 1999, pág. 82).

José Smith—Historia 1:15–17. La importancia de la Primera Visión y del testimonio de José Smith

El presidente Joseph F. Smith declaró sobre la importancia de la Primera Visión en comparación con otros acontecimientos que han ocurrido desde la resurrección de Jesucristo:

President Joseph F. Smith

“El acontecimiento más grande que se ha verificado en el mundo, desde la resurrección del Hijo de Dios del sepulcro y su ascensión a los cielos, fue la visita del Padre y del Hijo al joven José Smith con objeto de preparar el camino para poner los fundamentos de Su reino —no el reino del hombre— para nunca jamás cesar ni ser derribado. Habiendo aceptado esta verdad, encuentro que es fácil aceptar todas las demás verdades que él anunció y declaró durante su misión de catorce años en el mundo. Jamás enseñó una doctrina que no fuera verdadera; nunca practicó una doctrina que no se le mandara obedecer. Jamás defendió el error. El no fue engañado; él vio; oyó; hizo lo que le fue mandado hacer; y por tanto, el responsable de la obra efectuada por José Smith no fue José Smith, sino Dios. El responsable es el Señor, no el hombre” (véase Doctrina del Evangelio, 1978, pág. 488).

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, afirmó la realidad de la Primera Visión:

Élder M. Russell Ballard

“O el Evangelio fue restaurado o no lo fue; o la Iglesia original del Salvador y su doctrina se perdieron o no; o José Smith tuvo una extraordinaria visión o no la tuvo; o el Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo o no lo es; o la plenitud del evangelio de Jesucristo fue restaurada sobre la tierra por medio del Profeta elegido de Dios en estos postreros días o no.

“En realidad, la verdad no es más complicada que eso; o esas cosas sucedieron como se las acabo de testificar o no. Como Apóstol del Señor Jesucristo en los últimos días, mi testimonio, al igual que el testimonio de millones de fieles miembros de la Iglesia de todo el mundo, es que lo que les he dicho esta mañana es verdad. José Smith restauró La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la tierra y en la actualidad la administra un profeta viviente. ¡Eso lo testifico!” (“La verdad restaurada”, Liahona, enero de 1995, pág. 77).

José Smith—Historia 1:15–17. Las pruebas que vienen antes o después de una experiencia espiritual

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló acerca de la adversidad, la oposición o las tinieblas que pueden presentarse antes o después de las experiencias espirituales:

Élder Jeffrey R. Holland

“Es la verdad llana y simple de que antes de los grandes momentos, por cierto antes de los grandes momentos espirituales, pueden venir la adversidad, la oposición y las tinieblas. En la vida experimentamos algunos de esos momentos y, de vez en cuando, estos llegan justo cuando estamos a punto de tomar una decisión importante o de dar un paso significativo en nuestra vida…

“[Existe también una] oposición que con tanta frecuencia experimentamos después de haber tomado decisiones inspiradas, después de que los momentos de revelación y de convicción nos han proporcionado una paz y una certeza que creímos que nunca perderíamos…

“Creo que, de forma diferente para cada uno, Dios nos lleva a la arboleda o a la montaña o al templo, y allí nos muestra la maravilla del plan que tiene para nosotros. Quizás no lo veamos de forma completa como lo vieron Moisés, Nefi y el hermano de Jared, pero lo vemos en la medida en que lo necesitemos para poder conocer la voluntad del Señor con respecto a nosotros y para saber que el amor que nos tiene escapa a nuestra comprensión mortal. Creo además que el adversario, junto con sus miserables y astutos seguidores, intenta oponerse a que tengamos ese tipo de experiencias y luego, después de que ocurren, intenta oscurecerlas…

“El luchar con las tinieblas y la desesperación, y el suplicar por más luz fue lo que dio comienzo a esta dispensación; es lo que la mantiene en marcha y es lo que les mantendrá en marcha a ustedes…

“Reconozco la realidad de la oposición y de la adversidad, pero testifico del Dios de Gloria, del Redentor, el Hijo de Dios, de la luz y la esperanza y de un futuro brillante. Les aseguro que Dios vive y les ama a cada uno de ustedes, y que ha fijado límites a los tenebrosos poderes de oposición. Testifico que Jesús es el Cristo, el vencedor de la muerte y del infierno, y del ángel caído que astutamente elabora sus planes en ese lugar” (véase “No perdáis, pues, vuestra confianza”, Liahona, junio de 2000, págs. 34–42, speeches.byu.edu).