Lección de estudio individual supervisado
Doctrina y Convenios 65–71 (Unidad 15)
Introducción
Esta lección se centra en las palabras que el Señor dirigió a William E. McLellin en Doctrina y Convenios 66. Al estudiar esta sección, los alumnos pueden aprender acerca de la importancia de arrepentirse de todos sus pecados, desechar de su vida las cosas que impiden su progreso espiritual y mantenerse fieles hasta el fin.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 66
El Señor manda a William E. McLellin que proclame el Evangelio, abandone toda iniquidad y persevere fielmente hasta el fin
Antes de la clase, dibuje el siguiente diagrama en la pizarra:
Al comenzar la clase, pida a los alumnos que estudien el diagrama que está en la pizarra. Pídales que mediten en silencio sobre en qué lugar del diagrama se colocarían. Sugiérales también que tengan en cuenta en qué dirección se están moviendo: se están acercando a Dios o se están alejando de Él. Pida a un alumno que lea las siguientes palabras del presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia. Pida al resto de alumnos que se fijen en las maneras en que podemos acercarnos a Dios.
“Si deseáramos sentirnos cerca de alguien a quien amamos, pero de quien estamos separados, sabríamos hacerlo. Encontraríamos la manera de hablarle, de escucharle y hallaríamos la forma de hacer algo el uno por el otro. Cuanto más a menudo lo hiciéramos, tanto más profundo sería el vínculo del afecto que nos uniría. En cambio, si pasara mucho tiempo sin hablarnos, escucharnos y sin hacer nada el uno por el otro, el vínculo se debilitaría.
“Dios es perfecto y omnipotente, y ustedes y yo somos tan solo mortales. Pero Él es nuestro Padre, nos ama y nos ofrece la misma oportunidad de acercarnos a Él como lo haría un buen amigo. hablando con Él, escuchándole y actuando en consecuencia” (“Acerquémonos a Dios”, Liahona, julio de 1991, pág. 71-72).
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Según el presidente Eyring, ¿cómo podemos acercarnos a Dios?
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¿Qué creen que significa hablar, escuchar y actuar cuando intentamos acercarnos a Dios?
Explique que, al comienzo de la Iglesia, un hombre llamado William E. McLellin se acercó a Dios cuando aprendió acerca del Evangelio restaurado. Se bautizó el 20 de agosto de 1831. Poco después, fue ordenado élder y acompañó a Hyrum Smith durante unas semanas como misionero. En octubre de 1831 viajó a Ohio para asistir a una conferencia de la Iglesia y allí conoció al profeta José Smith. El 29 de octubre, el hermano McLellin oró en secreto y le pidió al Señor que le revelara las respuestas a cinco preguntas concretas a través del Profeta. Sin decirle a José Smith cuáles eran las preguntas, el hermano McLellin pidió una revelación. Cuando el Profeta dictó la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 66, el hermano McLellin se dio cuenta de que había obtenido respuesta a cada una de sus preguntas. El Señor le dio instrucciones y le hizo advertencias para ayudarle a mantenerse fiel y, con el tiempo, recibir la vida eterna.
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 66:1–2 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio y busque las razones por las que el Señor bendijo a William McLellin cuando dio esta revelación.
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¿Por qué había podido recibir bendiciones del Señor el hermano McLellin? (Porque se había apartado de sus pecados, había recibido las verdades del Señor y había recibido la plenitud del Evangelio).
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 66:3 en silencio y busquen lo que el Señor dijo que el hermano McLellin todavía debía hacer para complacerlo. Pida a los alumnos que den un informe de lo que aprendan.
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¿Qué creen que significa “limpio, mas no del todo”? (Es posible que tenga que ayudar a los alumnos a entender que, aunque el hermano McLellin había conseguido progresar mucho y había sido bendecido por su esfuerzo, todavía debía arrepentirse de algunos pecados).
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¿Qué podemos aprender del consejo que el Señor dio en el versículo 3? (Los alumnos deberían encontrar el mandamiento siguiente: Se nos manda arrepentirnos de todos nuestros pecados).
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¿Por qué es importante que nos arrepintamos de todos nuestros pecados, no solo de algunos?
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¿Qué podemos aprender en este versículo acerca de la manera en la que el Señor nos ayuda a arrepentirnos? (Es posible que las respuestas de los alumnos varíen, pero deberían expresar el principio siguiente: El Señor nos mostrará las cosas de las que debemos arrepentirnos).
Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del presidente Henry B. Eyring. Pida al resto de alumnos que se fijen en una forma en la que podemos pedir al Señor que nos ayude a arrepentirnos.
“Una de las preguntas que debemos hacerle a nuestro Padre Celestial en oración privada es: ‘¿Qué he hecho hoy, o qué no he hecho, que no te complazca? Si tan sólo lo supiera, me arrepentiré de todo corazón, sin demora’. Esa oración humilde será contestada” (“No demores”, Liahona, enero de 2000, pág. 40).
Anime a los alumnos a pensar en las bendiciones que han recibido al alejarse del pecado y recibir el Evangelio. Invítelos a averiguar cuáles son las cosas de las que deben arrepentirse para que puedan recibir bendiciones todavía mayores.
Divida la clase en grupos de dos. Pida a los miembros de cada grupo que lean juntos Doctrina y Convenios 66:5–9 y busquen lo que el Señor deseaba que el hermano McLellin hiciera. Pida a los alumnos que expliquen lo que encuentren.
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Según los versículos 8–9, ¿qué bendiciones recibiría el hermano McLellin si cumplía fielmente con la voluntad del Señor?
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¿Qué podemos aprender de estos versículos sobre las bendiciones que podemos recibir cuando seguimos la voluntad del Señor con respecto a nosotros? (Los alumnos deberían determinar el principio siguiente: Si somos fieles y hacemos la voluntad del Señor, Él estará con nosotros y nos bendecirá para que podamos cumplir con lo que Él requiera de nosotros).
Explique que, además de las instrucciones que el Señor dio al hermano McLellin sobre lo que debía hacer, también le hizo una advertencia. Pida a un alumno que lea en voz alta las dos primeras frases de Doctrina y Convenios 66:10. Antes de que lea, indique que la primera frase incluye la palabra abrumado. Explique que cuando algo nos abruma, nos bloquea el camino o hace que una tarea resulte muy difícil de llevar a cabo.
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El Señor mandó al hermano McLellin que “[abandonara] toda iniquidad”. ¿De qué forma la iniquidad, o el pecado, podía abrumarlo en su trabajo como misionero?
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¿De qué manera nos abruma espiritualmente la iniquidad?
Lea en voz alta la tercera frase de Doctrina y Convenios 66:10 y pida a los alumnos que busquen una advertencia concreta que el Señor hizo a William McLellin.
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Según el versículo 10, ¿con qué tentación había tenido dificultades el hermano McLellin?
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¿Qué podemos aprender del versículo 10 acerca lo que el Señor sabe sobre cada uno de nosotros? (Ayude a los alumnos a entender que el Señor conoce nuestros desafíos y tentaciones personales, al igual que conocía los del hermano McLellin).
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¿Por qué creen que es importante entender que el Señor conoce nuestros desafíos y tentaciones personales?
Pida a un alumno que lea en voz alta Doctrina y Convenios 66:11–13. Pida al resto de alumnos que sigan la lectura en silencio y busquen otros consejos que el Señor dio a William McLellin.
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Según el versículo 12, ¿qué debemos hacer para recibir la vida eterna? (Ayude a los alumnos a darse cuenta de que si perseveramos con fe hasta el fin, recibiremos la vida eterna).
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¿Qué significa para ustedes la expresión “perseverar fielmente hasta el fin”?
Explique que, cuando se dio esta revelación, William McLellin había recibido un testimonio del Evangelio restaurado. Después de recibir la revelación, testificó del llamamiento profético de José Smith. El hermano McLellin sirvió fielmente durante varios años y fue llamado a servir como uno de los primeros miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles en esta dispensación. Sin embargo, no perseveró fielmente hasta el fin. De hecho, se volvió en contra del profeta José Smith y fue excomulgado en 1838.
Pida a los alumnos que se fijen en el diagrama de la pizarra y sugiérales que, una vez más, piensen en qué lugar del diagrama se colocarían. Pídales que mediten en la siguiente pregunta:
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¿Qué harán para acercarse a Dios y perseverar fielmente hasta el fin?
Testifique de las doctrinas y los principios que han analizado y anime a los alumnos a poner en práctica estas verdades.
Unidad siguiente (Doctrina y Convenios 72–76)
Imagínense cómo sería poder vislumbrar el infierno (tinieblas de afuera) y otros sufrimientos de los impíos y, a continuación, tener una visión de los Reinos de gloria Celestial, Terrestre y Telestial. Debido a su trabajo en la traducción inspirada de la Biblia, al profeta José Smith y a Sidney Rigdon se les abrieron los ojos para recibir una visión de los tres grados de gloria, que está registrada en Doctrina y Convenios 76.