Lección 95
Doctrina y Convenios 89
Introducción
El 27 de febrero de 1833, José Smith preguntó al Señor en cuanto al uso del tabaco en las reuniones por parte de los poseedores del sacerdocio. Como respuesta, el Señor dio la revelación que está en Doctrina y Convenios 89, que se conoce como la Palabra de Sabiduría. En ella, el Señor advirtió contra el uso de sustancias dañinas y alentó el consumo de alimentos saludables. Además, prometió que quienes obedezcan la Palabra de Sabiduría serán bendecidos tanto física como espiritualmente.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 89:1–3
El Señor presenta la revelación conocida como la Palabra de Sabiduría
Escriba La Palabra de Sabiduría en la parte superior de la pizarra y haga las siguientes preguntas:
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¿Han tenido que explicar a alguien alguna vez por qué no consumen alcohol, té ni café ni usan tabaco? ¿Qué dijeron ustedes? ¿Cómo reaccionó la persona? (Si lo prefiere, escriba las preguntas en la pizarra antes de la clase. Al comenzar la clase, puede organizar a los alumnos en grupos de dos e invitarlos a responder de forma grupal. Luego pídales que compartan algunas de las experiencias con toda la clase).
Invite a un alumno a leer la introducción de Doctrina y Convenios 89. Pida al resto de la clase que determine cuáles fueron las circunstancias que condujeron a que José Smith recibiera la revelación. Invítelos a contar lo que hayan encontrado.
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 89:1–3 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio en busca de palabras o frases que describan los propósitos del Señor al dar la revelación.
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Según los versículos 2–3, ¿por qué se dio esa revelación? (Tal vez desee explicar que la frase “salvación temporal” se refiere al bienestar físico y a la influencia que este ejerce en el bienestar de nuestro espíritu).
Indique que inicialmente el Señor no dio la Palabra de Sabiduría a los santos como mandamiento (véase D. y C. 89:2). El presidente Joseph F. Smith explicó:
“Si [la Palabra de Sabiduría] se hubiera recibido como mandamiento habría puesto bajo condenación a toda persona habituada al consumo de esos productos nocivos. De manera que el Señor fue misericordioso y les dio la oportunidad de vencer el mal hábito antes de poner a los miembros bajo el peso de la ley” (véase “Doctrina y Convenios, Manual para el alumno”, 1985, pág. 194).
Explique que debido a ello, debemos tener la prudencia de no juzgar a los primeros líderes y miembros de la Iglesia que, incluso después de que se revelara la Palabra de Sabiduría, consumían sustancias que hoy están prohibidas por dicha ley. A lo largo de los primeros años de la historia de la Iglesia, los líderes invitaron a los santos a vivir más plenamente la Palabra de Sabiduría. En la conferencia general del otoño de 1851, Brigham Young propuso que todos los santos se abstuvieran de consumir té, café, tabaco y whiskey. El 13 de octubre de 1882, el Señor le reveló al presidente John Taylor que la Palabra de Sabiduría debía considerarse como mandamiento. En 1919, la Primera Presidencia, encabezada por el presidente Heber J. Grant, hizo que la obediencia a la Palabra de Sabiduría fuera requisito para recibir la recomendación para el templo. La Palabra de Sabiduría sigue siendo un mandamiento importante en la actualidad y obedecerlo es un requisito previo para el bautismo, la asistencia al templo, el servicio misional y otros tipos de servicio digno en la Iglesia.
En la pizarra, justo debajo de La Palabra de Sabiduría, escriba la frase Un principio con promesa, tomado del versículo 3, como se muestra a continuación. Quizás desee sugerir a los alumnos que marquen esa frase en las Escrituras; esta será la base del resto de la lección.
Doctrina y Convenios 89:4–9
El Señor amonesta a los santos a no consumir bebidas alcohólicas, tabaco, té ni café
Muestre a los alumnos una caña de pescar y algunos señuelos o cebos, o haga un dibujo de ellos en la pizarra.
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¿De qué forma engaña el pescador al pez para que muerda el anzuelo?
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 89:4 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para determinar quiénes advirtió el Señor que intentarían engañar a los santos en los últimos días.
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¿Sobre qué advirtió el Señor en ese versículo?
Escriba el siguiente principio en la pizarra debajo de la palabra Principio: Por motivo de designios malvados en los últimos días, el Señor nos exhorta a no consumir sustancias dañinas. Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 89:5–9 en silencio para buscar qué sustancias exhortó el Señor a los santos que no consumieran. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen lo que encuentren.
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¿Qué sustancias exhortó el Señor a los santos que no consumieran? (Tal vez desee explicar que los líderes de la Iglesia han declarado que la frase “bebidas calientes” se refiere al té y al café). ¿Por qué son perjudiciales esas sustancias?
Indique que tanto el alcohol como el tabaco tienen usos apropiados e inapropiados (véase D. y C. 89:7–8). Hoy en día, existen otras sustancias que pueden utilizarse en forma perjudicial y que por consiguiente llegan a ser dañinas y adictivas. Los líderes de la Iglesia nos han amonestado en contra de cualquier bebida, droga, sustancia química o práctica peligrosa que se utilice con el fin de provocar una sensación o estado de euforia o algún otro efecto artificial que pueda dañar el cuerpo o la mente. Algunos ejemplos son la marihuana, las drogas duras, el abuso de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella, y las sustancias químicas domésticas (véase Para la Fortaleza de la Juventud, librito, 2011, pág. 26).
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¿Por qué algunas personas podrían tratar de persuadirles a usar sustancias que el Señor ha prohibido? (Algunas personas creen que el usarlas da popularidad, mientras que otras buscan lucrar con la venta de sustancias adictivas).
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¿De qué manera las adicciones son semejantes al anzuelo que el pescador usa para pescar? ¿De qué forma las adicciones perjudican nuestro progreso eterno?
Invite a algunos alumnos a compartir el modo en que la amonestación a abstenerse de las sustancias adictivas y perjudiciales les ha bendecido a ellos o a sus familiares. Tal vez usted desee compartir alguna de sus experiencias. Invite a los alumnos a tomar la decisión de jamás consumir las sustancias que prohíbe la Palabra de Sabiduría.
Doctrina y Convenios 89:10–17
Dios insta a que se usen las hierbas, las frutas, la carne y los granos
Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 89:10–17 en silencio para determinar lo que el Señor nos alienta a comer. Podría sugerirles que marquen lo que encuentren.
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¿Qué alimentos nos sugiere el Señor que comamos en la Palabra de Sabiduría?
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Según el versículo 11, ¿qué clase de actitud debemos tener al consumir esos alimentos saludables? (Hemos de comerlos con prudencia y acción de gracias. Tal vez deba aclarar que “con prudencia” significa sabia y cuidadosamente; las dietas con excesos o desequilibrios de incluso los buenos alimentos pueden resultar perjudiciales).
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Según lo que han aprendido en esos versículos, ¿qué principio sobre los alimentos saludables podemos añadir a la pizarra? (Después que los alumnos respondan, escriba lo siguiente en la pizarra debajo del principio sobre las sustancias perjudiciales: Debemos consumir hierbas, frutas, carnes y granos con prudencia y acción de gracias).
Explicar que un ejemplo del uso prudente de los alimentos se halla en la instrucción que el Señor dio concerniente a la carne en los versículos 12–13. La palabra limitadamente sugiere que la carne ha de consumirse con moderación.
Doctrina y Convenios 89:18–21
El Señor promete salud, sabiduría y protección a los que obedecen la Palabra de Sabiduría
Escriba lo siguiente en la pizarra, debajo de la palabra Promesa: Si obedecemos la Palabra de Sabiduría y los demás mandamientos del Señor, Él nos bendecirá con…
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 89:18–19 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para determinar las bendiciones que completan la oración de la pizarra.
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¿Qué bendiciones promete el Señor a quienes obedezcan la Palabra de Sabiduría? (Escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra para completar la oración).
Quizás desee explicar que la promesa de salud del Señor que está en el versículo 18 no significa que la Palabra de Sabiduría sea la cura de las enfermedades crónicas y degenerativas o irreversibles. Más bien ayuda a las personas a tener la mejor salud y fortaleza que su cuerpo sea capaz de tener.
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¿De qué modo la obediencia a la Palabra de Sabiduría nos ayuda a recibir sabiduría y conocimiento?
Ayude a los alumnos a comprender que la obediencia a la Palabra de Sabiduría nos permite disfrutar de la compañía del Espíritu Santo, quien revela sabiduría y conocimiento a los fieles. Como parte del análisis, es posible que quiera invitar a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“He llegado a creer que… el propósito fundamental de la Palabra de Sabiduría está íntimamente ligado a la revelación…
“Si una persona que se encuentra presa de los efectos de las mencionadas substancias apenas puede entender unas simples palabras, ¿cómo podrá percibir los susurros del Espíritu que apelan a sus sentimientos más delicados?
“Pese a lo valioso de la Palabra de Sabiduría como ley de salud, puede resultarles de mayor valor en lo espiritual que en lo físico” (véase “El don de saber escuchar”, Liahona, enero de 1980, pág. 30).
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 89:20–21 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para determinar otras bendiciones que se reciben al obedecer la Palabra de Sabiduría.
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¿Qué otras bendiciones promete el Señor a quienes obedecen la Palabra de Sabiduría?
A fin de ayudar a los alumnos a entender la frase “el ángel destructor pasará de ellos”, refiéralos a Doctrina y Convenios 89:21, nota b al pie de página. Explique que esta promesa de protección divina puede referirse tanto a la seguridad física como a la espiritual. Complete la oración de la pizarra de modo que refleje el siguiente principio: Si obedecemos la Palabra de Sabiduría y los demás mandamientos del Señor, Él nos bendecirá con salud, sabiduría, fortaleza y protección.
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¿En qué oportunidades han visto cumplirse la promesa de los versículos 18–21 en su propia vida o en la de alguien que conozcan?
Pida a los alumnos que compartan (ya sea con el resto de la clase o con un compañero) lo que han aprendido o sentido sobre la Palabra de Sabiduría al estudiar Doctrina y Convenios 89 hoy. Invítelos a meditar en los principios y las promesas que están escritos en la pizarra y a fijarse la meta de vivir la Palabra de Sabiduría con mayor fidelidad. Testifique acerca de las bendiciones que recibirán al vivir dicha ley.