Lección 160
El profeta viviente
Introducción
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tienen la bendición de ser guiados por un profeta, vidente y revelador viviente. En la antigüedad, el Señor escogía a los profetas y los autorizaba a hablar en Su nombre. Del mismo modo, en nuestros días las palabras del profeta viviente representan la voz del Señor a nosotros y al mundo (véase D. y C. 1:37–38). En esta lección los alumnos estudiarán el consejo dado recientemente por el Presidente de la Iglesia, el profeta escogido por el Señor.
Sugerencias para la enseñanza
Revelación continua mediante un profeta viviente
Escriba la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Quién es el profeta más importante para ustedes?
Invite a la clase a meditar en la pregunta y a prestar atención a la respuesta mientras usted lee las siguientes palabras del presidente Ezra Taft Benson.
“El profeta más importante, en lo que respecta a nosotros, es el que vive en nuestro tiempo y nuestros días” (“Jesus Christ—Gifts and Expectations”, New Era, mayo de 1975, pág. 17).
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¿Por qué creen que el profeta viviente es el más importante para nosotros?
Una vez que los alumnos hayan contestado, siga leyendo la declaración del presidente Benson:
“Ese es el profeta que recibe instrucciones para nosotros hoy día… Toda generación necesita las Escrituras antiguas más las actuales del profeta viviente. Por lo tanto, la lectura y la meditación más importantes que debemos hacer están centradas en las palabras inspiradas más recientes del portavoz del Señor. Por eso es tan importante que ustedes tengan acceso a sus palabras y las lean detenidamente en las publicaciones de la Iglesia” (“Jesus Christ—Gifts and Expectations”, pág. 17).
Explique que nosotros sostenemos a todos los miembros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles como profetas, videntes y reveladores. Sin embargo, el Presidente de la Iglesia es la única persona autorizada para ejercer todas las llaves del sacerdocio en la tierra, y la única persona autorizada para recibir y declarar revelaciones para toda la Iglesia.
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De acuerdo con lo que han aprendido en las últimas lecciones, el Presidente de la Iglesia, ¿cuándo ha declarado revelaciones para toda la Iglesia o cuándo ha anunciado cambios significativos en el modo de operar de la Iglesia? (Entre las respuestas pueden mencionar las siguientes: cuando el presidente Wilford Woodruff publicó el Manifiesto en cuanto al matrimonio plural [véase Declaración Oficial—1], cuando el presidente Joseph F. Smith declaró verdades anteriormente desconocidas acerca del mundo de los espíritus después de la muerte [véase D. y C. 138], y cuando el presidente Spencer W. Kimball declaró que las bendiciones del sacerdocio se extendían a todos los miembros dignos de la Iglesia [véase Declaración Oficial—2]).
Invite a un alumno a leer las siguientes palabras del presidente Dieter F. Uchtdorf en voz alta. Invite a la clase a escuchar, buscando una verdad concerniente a la revelación en nuestro tiempo.
“¡Uno de los gloriosos mensajes de la restauración de la Iglesia de Jesucristo es que Dios sigue hablando a Sus hijos! Él no está escondido en los cielos, sino que hoy habla como lo hizo en los días antiguos…
“Las inestimables instrucciones de Dios al género humano se encuentran en la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio. Además, el Señor nos habla a través de Sus siervos, como lo hará de nuevo en la… conferencia general” (“¿Por qué necesitamos profetas?”, Liahona, marzo de 2012, pág. 4).
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¿Qué doctrina relacionada con la revelación nos enseñó el presidente Uchtdorf? (Los alumnos pueden usar otras palabras, pero deben poder determinar una declaración doctrinal semejante a la siguiente: El Señor sigue hablándonos hoy en día a través de Su profeta viviente. Si lo desea, escriba esa doctrina en la pizarra).
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¿Dónde encontramos las palabras de los profetas vivientes? (Las respuestas podrían incluir las conferencias generales, las revistas de la Iglesia, LDS.org y mormonchannel.org).
Para ayudar a los alumnos a comprender la importancia de que el Señor continúe hablando a través de Su profeta viviente, invite a uno de ellos a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente John Taylor. Pida a la clase que escuche para conocer por qué es importante la revelación continua a través de profetas.
“Necesitamos un árbol viviente, una fuente viva, una inteligencia viva que provenga del sacerdocio viviente que está en los cielos por medio del sacerdocio viviente que está en la tierra… Y desde la ocasión en que Adán recibió la primera comunicación de Dios… siempre han hecho falta nuevas revelaciones, adaptadas a las circunstancias exclusivas de la Iglesia o de las personas. La revelación que recibió Adán no daba instrucciones a Noé para construir el arca, ni la revelación que recibió Noé mandaba a Lot que abandonase Sodoma, ni ninguna de ellas hablaba de que los hijos de Israel salieran de Egipto” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: John Taylor, pág. 176).
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De acuerdo con el presidente Taylor, ¿por qué necesitamos un profeta viviente? (Mediante el profeta viviente, Dios nos da guía específica para las necesidades y circunstancias de nuestra época).
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El comprender la necesidad de la revelación continua, ¿cómo afecta la manera en que escuchan o leen las palabras del profeta viviente?
Seguir el consejo del profeta viviente
Para ayudar a los alumnos a analizar el consejo del profeta viviente, seleccione uno o más discursos de conferencia general que haya dado el Presidente de la Iglesia el año pasado. Proporcione una copia de un discurso a cada alumno en la clase. Conceda tiempo a los alumnos para buscar doctrinas y principios que el profeta viviente esté enseñando actualmente.
Después de que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para leer, invítelos a hacer una lista de las doctrinas y los principios que el Presidente de la Iglesia está enseñando. Pida a un alumno que escriba las respuestas en la pizarra.
Para ayudar a los alumnos a entender y sentir la importancia de las doctrinas y los principios que han reconocido, haga algunas de las siguientes preguntas (o todas):
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¿Cuáles de estos principios o doctrinas sienten ustedes que son especialmente relevantes para ustedes? ¿Por qué?
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¿De qué manera están ustedes y su familia esforzándose por seguir el consejo del Profeta?
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¿Por qué creen que es importante que estudiemos y apliquemos lo que enseña el Presidente de la Iglesia actual?
Escriba las siguientes preguntas en la pizarra e invite a los alumnos que escriban sus respuestas en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras:
Ínstelos a actuar de conformidad con lo que hayan escrito. Testifique que al actuar así, ellos podrán estar seguros de que el Padre Celestial los bendecirá. Inste a los alumnos a estudiar y aplicar sistemáticamente las enseñanzas de los profetas vivientes.
Invite a los alumnos a compartir su testimonio de los profetas vivientes.
Al finalizar este año de Seminario, aliente a los alumnos a continuar estudiando las Escrituras diariamente. Si ellos van a tomar el próximo curso de Seminario, usted puede sugerirles que comiencen a estudiar el Antiguo Testamento. Usted podría invitar a un alumno a testificar acerca de las bendiciones que ha recibido al continuar leyendo las Escrituras diariamente aun cuando no había clases de Seminario.