Lección 33
Doctrina y Convenios 27
Introducción
En agosto de 1830, Newel Knight y su esposa, Sally, viajaron a Harmony, Pensilvania, para visitar al profeta José Smith. Sally Knight y Emma Smith se habían bautizado a principios del verano, pero no habían sido confirmadas por causa de la persecución del populacho. Durante la estadía de los Knight en Harmony, se resolvió que Sally y Emma deberían ser confirmadas y que el grupo, junto con John Whitmer, tomarían juntos la Santa Cena. Cuando José salió a conseguir el vino para la Santa Cena, se encontró con un mensajero celestial que le comunicó la revelación registrada en Doctrina y Convenios 27.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 27:1–4
El Señor da instrucciones concerniente a los emblemas de la Santa Cena
Si están a su alcance, muestre unas cáscaras o mondas de papas (patatas) y pida a los alumnos que adivinen para qué propósito espiritual podrían utilizarse. Luego que se hayan dado algunas respuestas, pida a un alumno que lea la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson, cuando rememoró su visita a Europa, devastada tras la Segunda Guerra Mundial:
“No puedo olvidar a los santos franceses, quienes, al no poder obtener pan, usaban cáscaras de patatas [papas] como emblema de la Santa Cena” (“Preparaos para los días de tribulación”, Liahona, febrero de 1981, pág. 66).
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¿Qué pensarían si vieran que están usando cáscaras de papa para la Santa Cena?
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¿Por qué piensan que era aceptable que los santos franceses utilizaran algo que no era pan como emblema de la Santa Cena?
Con el fin de dar a los alumnos el contexto histórico de la revelación registrada en Doctrina y Convenios 27, haga un resumen de la información que se encuentra en la introducción de la lección. Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 27:1–2 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio, buscando lo que el ángel le dijo a José Smith acerca de los emblemas del sacramento de la Santa Cena.
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¿Qué enseñó el mensajero a José Smith en cuanto a lo que debemos comer y beber cuando participamos de la Santa Cena? (Lo que utilizamos como emblemas en la Santa Cena no es tan importante como lo que esos emblemas nos ayudan a recordar).
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De acuerdo con estos versículos, ¿en qué debemos centrarnos cuando participamos de la Santa Cena? (Aunque los alumnos empleen palabras diferentes, sus respuestas deben reflejar el siguiente principio: Al tomar la Santa Cena, debemos recordar el sacrificio expiatorio de Jesucristo. Podría sugerir que los alumnos marquen esta verdad en Doctrina y Convenios 27:2. Durante el análisis, quizás necesite explicar que tenemos “la mira puesta únicamente en [Su] gloria” cuando nos centramos en Él y alineamos nuestra voluntad con la de Él).
A fin de ayudar a los alumnos a sentir la importancia de esta verdad y a considerar la manera en que se aplica a ellos, analicen las preguntas siguientes:
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¿Qué han experimentado cuando han meditado en el sacrificio expiatorio del Salvador durante la administración de la Santa Cena?
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¿Qué podemos hacer para aumentar nuestra capacidad de recordar el sacrificio de Jesucristo y participar de la Santa Cena “con la mira puesta únicamente en [Su] gloria”?
Invite a los alumnos a escribir en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras lo que harán para prepararse para participar de la Santa Cena cada semana. Ínstelos a pensar en maneras de recordar a Jesucristo y el significado de los emblemas de la Santa Cena. Quizás desee pedirles a algunos alumnos que compartan lo que han escrito.
Dé un resumen de Doctrina y Convenios 27:3–4; para ello, explique que el Señor le advirtió a José Smith que no comprara vino ni bebidas alcohólicas a los enemigos de la Iglesia para utilizarlas en la Santa Cena. No debían usar vino a menos que fuese “recién hecho” por los Santos. Puede ser de utilidad que los alumnos sepan que la Palabra de Sabiduría sería revelada recién dos años y medio más tarde (véase D. y C. 89) y que en la actualidad utilizamos agua en la Santa Cena.
Doctrina y Convenios 27:5–14
El Señor tomará la Santa Cena de nuevo sobre la tierra
Pida a los alumnos que mediten cómo cambiaría su experiencia de tomar la Santa Cena si lo hicieran en la presencia del Salvador. Invite a algunos alumnos a compartir sus sentimientos.
Recuérdeles a los alumnos que el Salvador presentó la ordenanza de la Santa Cena a Sus apóstoles en la Última Cena. En esa ocasión, Jesucristo profetizó sobre un tiempo en que volvería a la tierra y participaría nuevamente con Sus discípulos de la Santa Cena (véase Mateo 26:26–29).
Explique que en Doctrina y Convenios 27:5–12, el Señor mencionó específicamente a algunas de las personas que asistirán a esa reunión. Invite a los alumnos a pasar la vista por estos versículos y a reconocer (1) quiénes son esas personas y (2) las llaves y responsabilidades que tienen, si se mencionan. Pida a un alumno que anote esta información en la pizarra mientras el resto de la clase comparte lo que ha encontrado. (Quizás desee explicar que a lo largo de la historia, el Señor ha conferido la autoridad del sacerdocio a hombres justos para que ayuden a administrar Su evangelio. Asimismo, ha confiado llaves del sacerdocio a líderes del sacerdocio para que puedan dirigir, controlar y gobernar el uso de Su sacerdocio en la tierra).
Una vez terminada la lista, invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 27:12–13 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque las llaves que el Señor confirió al profeta José Smith.
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¿Qué llaves encomendó o entregó el Señor al profeta José Smith? (Invite a un alumno a agregar José Smith y llaves del Reino del Señor a la lista en la pizarra).
Señale que muchos de los profetas cuyos nombres se mencionan en Doctrina y Convenios 27 visitaron a José Smith para conferirle llaves.
Podría sugerir que los alumnos marquen la frase “dispensación del evangelio para los últimos tiempos; y para el cumplimiento de los tiempos” en Doctrina y Convenios 27:13.
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De acuerdo con este versículo, ¿qué dice el Señor que Él va a hacer durante la dispensación del cumplimiento de los tiempos? (“Juntaré en una todas las cosas”).
Escriba la siguiente doctrina en la pizarra debajo de la lista: La dispensación del cumplimiento de los tiempos junta en una todas las llaves, ordenanzas y verdades del Evangelio de las dispensaciones pasadas.
Explique que “una dispensación del evangelio es un período de tiempo durante el cual el Señor tiene en la tierra por lo menos un siervo autorizado que posee [las llaves del] santo sacerdocio” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Dispensaciones”) y que tiene la comisión divina de dispensar el Evangelio y administrar las ordenanzas del mismo… “Cuando el Señor organiza una dispensación, revela el evangelio nuevamente, de manera que la gente de esa dispensación no tenga que depender de las anteriores para conocer el plan de salvación” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Dispensaciones”). Adán, Enoc, Noé, Moisés y otros encabezaron dispensaciones del Evangelio. José Smith está a la cabeza de la dispensación en que vivimos: la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Esta dispensación final comenzó con la restauración del Evangelio mediante el profeta José Smith. Se le llama la dispensación del cumplimiento de los tiempos porque se han restaurado todas las llaves que el Señor ha revelado para la bendición de Sus hijos, y se cumplirán todos los planes y propósitos del Señor desde que comenzó el mundo.
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 27:14 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio y busque quién más estará presente en la reunión sacramental que se describe en esta sección.
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¿A quiénes piensan ustedes que se refiere la frase: “todos aquellos que mi Padre me ha dado de entre el mundo”?
Pida a un alumno que lea las siguientes palabras del élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“Toda persona fiel que es parte de la historia del mundo, toda persona que haya vivido de forma tal que se haya hecho merecedora de la vida eterna en el reino del Padre, estará presente y participará con el Señor del sacramento de la Santa Cena” (Bruce R. McConkie, The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, pág. 595).
Agregue ustedes y yo a la lista en la pizarra.
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De acuerdo con el élder McConkie, ¿cómo debemos vivir para estar presentes en esa reunión sacramental especial?
Doctrina y Convenios 27:15–18
El Señor manda a Su pueblo que se vista con toda la armadura de Dios
Explique que en Doctrina y Convenios 27:15–18 hay consejos que nos permitirán hacernos merecedores de todas las bendiciones del Señor, incluso la de asistir a la reunión sacramental, que se menciona en los versículos 4–14.
Pregunte a los alumnos qué les gustaría ponerse si supieran que van a una batalla. Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 27:15 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque (1) lo que el Señor nos manda hacer a fin de prepararnos para las batallas espirituales y (2) las bendiciones que Él nos promete si seguimos Su guía.
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¿Qué nos aconseja el Señor que hagamos para prepararnos para las batallas espirituales? (Resuma las respuestas de los alumnos escribiendo lo siguiente en la pizarra: Si tomamos sobre nosotros toda la armadura de Dios…)
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¿Qué bendición promete el Señor a los que tomen sobre sí toda la armadura de Dios? (Conforme los alumnos vayan respondiendo, complete el principio en la pizarra: Si tomamos sobre nosotros toda la armadura de Dios, podremos resistir el mal).
Copie la ilustración siguiente en la pizarra, con líneas que señalen cada pieza de la armadura que se menciona en Doctrina y Convenios 27:15–18. Divida la clase en grupos pequeños y asigne a cada grupo una de las piezas de la armadura. Dé a cada grupo una copia de la cita siguiente del presidente Harold B. Lee y la información y las preguntas de la sección siguiente acerca de la pieza de la armadura que se les ha asignado. Pida a los alumnos que trabajen en sus grupos para responder a las preguntas relativas a la pieza de armadura asignada y que se preparen para compartir sus respuestas con la clase.
“Tenemos las cuatro partes del cuerpo que el apóstol Pablo dijo que [son] las más vulnerables a los poderes de las tinieblas: los lomos, que representan la virtud, la castidad; el corazón, que representa nuestra conducta. los pies, nuestras metas u objetivos en la vida; y, finalmente, la cabeza, nuestros pensamientos” (Harold B. Lee, Feet Shod with the Preparation of the Gospel of Peace, Brigham Young University Speeches of the Year, 9 de noviembre de 1954, pág. 2).
“Ceñidos vuestros lomos con la verdad” (véase D. y C. 27:15–16):
El presidente Lee dijo: “Los lomos son aquella parte del cuerpo comprendida entre la última costilla y la cadera, en la cual pueden darse cuenta de que se encuentran los órganos vitales que tienen que ver con la reproducción” (Feet Shod, pág. 2). Ceñir significa ajustar firmemente con un cinto.
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¿Por qué creen que Satanás ataca nuestra pureza, virtud y castidad?
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El conocer la norma de Dios sobre la moralidad, ¿cómo piensan que nos puede servir para permanecer puros, virtuosos y castos?
El estudio de las Escrituras nos ayuda a ceñirnos con la verdad y nos permite proteger la verdad y la castidad.
“La coraza de la rectitud” (D. y C. 27:16):
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De acuerdo con el presidente Lee, ¿qué es lo que protege la coraza?
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¿Cómo creen que influye la rectitud de nuestro corazón (nuestra conducta y nuestros deseos) en nuestra capacidad para librar las batallas espirituales?
“Calzados vuestros pies con la preparación del Evangelio de paz” (D. y C. 27:16):
Tener los pies “calzados” significa llevar zapatos o alguna protección en los pies.
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De acuerdo con el presidente Lee, ¿qué representan nuestros pies?
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¿Cómo ataca Satanás nuestros objetivos y metas en la vida?
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¿Qué nos ha dado Dios para “asirnos” a fin de que nuestros pies sigan avanzando por el camino de la vida hacia nuestras metas? (Véase 1 Nefi 8:24).
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¿Cómo nos puede ayudar a vencer la tentación el mantenernos centrados en metas y objetivos de rectitud?
“El escudo de la fe” (D. y C. 27:17):
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¿Qué creen ustedes que significa “apagar todos los dardos encendidos de los malvados”?
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¿De qué manera les ha escudado y protegido su fe?
“El yelmo de la salvación” (D. y C. 27:18):
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Según el presidente Lee, ¿qué se protege cuando llevamos cubierta la cabeza?
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¿Por qué es importante que protejamos nuestros pensamientos?
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¿Cómo ataca Satanás nuestros pensamientos?
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¿Qué cosas concretas podemos hacer para proteger nuestros pensamientos?
“La espada de mi Espíritu” (D. y C. 27:18):
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¿De qué manera nos puede ayudar el Espíritu a vencer los ataques de Satanás?
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¿Qué ventaja nos da en nuestra lucha contra el mal el tener el Espíritu con nosotros?
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¿De qué manera nos ayuda la palabra de Dios a utilizar la espada del Espíritu?
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¿Qué pueden hacer para invitar al Espíritu a estar más presente en su vida?
Luego que los alumnos hayan aportado sus respuestas, lea la siguiente declaración del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a los alumnos que observen cómo nos ponemos la armadura de Dios y cómo la fortalecemos:
“Me inclino a pensar en la armadura espiritual no como una pieza sólida de metal moldeada al cuerpo, sino más bien como una cota de malla. La cota de malla consiste en docenas de pequeñas piezas de acero sujetadas una a la otra para permitir una mayor flexibilidad sin disminuir la protección. Por mi experiencia veo que no existe una sola cosa grandiosa que podamos hacer para ponernos la armadura espiritual. El verdadero poder espiritual proviene de numerosos pequeños actos entretejidos para conformar un tejido de fortaleza espiritual que nos protege y resguarda del mal” (“Be Strong in the Lord”, Ensign, julio de 2004, pág. 8).
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¿Cuáles son algunos de los pequeños actos que, al combinar su fuerza, nos ayudarán a protegernos de la tentación y el mal?
Invite a los alumnos a que revisen nuevamente las primeras líneas de Doctrina y Convenios 27:15. Después hágales la siguiente pregunta:
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¿Qué actitud debemos tener al ponernos la armadura de Dios? (Debemos “ [alzar nuestros] corazones y [regocijarnos]”). ¿Por qué debemos tener esa actitud?
Pida a los alumnos que piensen en lo que han aprendido en la lección de hoy y dígales que elijan algo concreto que puedan hacer para ponerse mejor la armadura de Dios. Anímelos a anotar en una hoja de papel lo que vayan a hacer, de forma que puedan consultarla a menudo para recordar su compromiso.
Para finalizar la lección, invite a varios alumnos a compartir su testimonio de las verdades que se enseñaron en la lección.
Comentarios e información de contexto
Doctrina y Convenios 27:2. “No importa lo que comáis o bebáis al tomar el sacramento”
El presidente Joseph Fielding Smith explicó la razón por la cual se recibió la revelación de Doctrina y Convenios 27:2 y su significado:
“[Un] mensajero celestial le dijo a José Smith que no importaba lo que emplearan para la Santa Cena, y que no debía comprar vino ni bebidas alcohólicas a sus enemigos. La razón es obvia, pues el Profeta tenía muchos enemigos. Sin embargo, esa razón iba mucho más allá de la mera protección contra aquellos, pues era una advertencia de que habría personas malas y dañinas que adulterarían las bebidas . (Véase la Palabra de Sabiduría, sección 89). José Smith también recibió instrucciones con respecto a que no utilizara para la Santa Cena vino que no fuera hecho por los santos y que este debía ser de reciente cosecha. Aunque la Iglesia no adoptó en aquel momento la costumbre de utilizar agua exclusivamente, desde entonces el agua se utilizó como substituto del vino, el cual se había utilizado principalmente porque tiene semejanza con la sangre . Hoy día, en toda la Iglesia se utiliza agua en memoria de la sangre de Jesucristo que fue derramada para la remisión de los pecados y en beneficio de todos los que se arrepienten y aceptan el Evangelio” (Church History and Modern Revelation, 2 tomos, 1953, tomo I, pág. 132; véase también Doctrina y Convenios: Manual del alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1985, pág. 52).
Doctrina y Convenios 27:2. “Con la mira puesta únicamente en mi gloria”
El élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, describió la manera en que podemos desarrollar la única mira de glorificar a Dios:
“Imagínense un par de binoculares. Dos sistemas ópticos se unen para enfocar dos imágenes independientes en una vista tridimensional. Para aplicar esta analogía, digamos que la escena del lente izquierdo representa la percepción que ustedes tienen de su deber. La del lente derecho representa la manera en que el Señor ve el deber de ustedes, o sea, la parte de Su plan que él les confió a ustedes. Ahora unan su sistema óptico al de Él y mediante un ajuste mental, fusionen el enfoque. Entonces se produce algo maravilloso; su visión y la de Él son ahora idénticas y ustedes habrán desarrollado la única mira de glorificar a Dios (véase D. y C. 4:5; véase también Mormón 8:15)” (véase “Porque nada hay imposible para Dios”, Liahona, julio de 1988, pág. 34).