Lección 146
La sucesión en la Presidencia
Introducción
Tras el martirio del profeta José Smith y su hermano Hyrum el 27 de junio de 1844, algunas personas se sentían confundidas acerca de quién iba a dirigir La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Pero antes de su muerte, el Profeta había preparado esa transferencia de liderazgo confiriendo la totalidad de las llaves y los poderes del sacerdocio al Cuórum de los Doce Apóstoles. Cuando Brigham Young, que en ese momento era el Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a los santos el 8 de agosto de 1844, muchos miembros de la Iglesia recibieron un testimonio espiritual de que había sido llamado y preparado por Dios para dirigir la Iglesia.
Sugerencias para la enseñanza
Tras el martirio de José y Hyrum Smith, varias personas reclaman el derecho a dirigir la Iglesia
Antes de la clase, escriba las siguientes preguntas en la pizarra:
Invite a los alumnos a considerar cómo responderían las preguntas de la pizarra. Anímelos a prestar atención hoy para obtener las respuestas a estas preguntas conforme aprendan acerca del cambio de liderazgo de la Iglesia que tuvo lugar tras la muerte del profeta José Smith y de su hermano Hyrum.
Explique que después del martirio de José y Hyrum Smith, los santos sintieron una profunda tristeza. Algunos santos también se sentían confundidos acerca de quién iba a dirigir la Iglesia. En ausencia del Presidente de la Iglesia, algunas personas entendieron que el liderazgo correspondía justamente al Cuórum de los Doce Apóstoles. Sin embargo, varias personas alegaron falsamente que tenían derecho a dirigir la Iglesia. Entre ellas se encontraban Sidney Rigdon y James Strang.
Invite a un alumno a leer en voz alta los tres párrafos siguientes. Pida a los alumnos que escuchen para detectar la razón por la cual Sidney Rigdon, que había sido un líder prominente de la Iglesia durante muchos años, pensaba que él debía dirigir la Iglesia.
“El 3 de agosto de 1844, llegó [a Nauvoo] Sidney Rigdon, Primer Consejero de la Primera Presidencia, procedente de Pittsburgh, Pensilvania. Hacía un año había comenzado a seguir un curso contrario al consejo del profeta José Smith y se había apartado de la Iglesia. Rehusó reunirse con los tres miembros de los Doce que ya se encontraban en Nauvoo y, en su lugar, decidió dirigirse a un grupo grande de santos que se habían congregado para llevar a cabo el servicio de adoración dominical” (Nuestro Legado: Una breve historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1996, pág. 66).
Sidney Rigdon convocó una reunión especial para el martes 6 de agosto, para que los miembros de la Iglesia pudieran escoger a un guardián de la Iglesia. Parece ser que Sidney Rigdon intentó celebrar esa reunión para que los miembros de la Iglesia ratificaran su posición como guardián de la Iglesia antes de que los Doce Apóstoles regresaran de sus misiones en el este de los Estados Unidos. Algunos líderes de la Iglesia tuvieron la sensación de que el hermano Rigdon podía estar conspirando para “aprovecharse de la situación de los santos” (History of the Church, tomo VII, pág. 225). Afortunadamente, gracias al esfuerzo del élder Willard Richards y del élder Parley P. Pratt, la reunión se aplazó hasta el jueves 8 de agosto de 1844 y, para entonces, la mayoría de los Apóstoles había regresado a Nauvoo.
Sidney Rigdon declaró que, como previamente había sido llamado y ordenado como portavoz de José Smith (véase D. y C. 100:9), tenía la responsabilidad de “asegurarse de que la Iglesia fuera gobernada de manera correcta” (History of the Church, tomo VII, pág. 229). Alegó también que él debía ser “un guardián del pueblo” y que, para cumplir con esa responsabilidad, estaba haciendo lo que Dios le había mandado (véase History of the Church, tomo VII, pág. 230).
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Si ustedes hubieran estado en Nauvoo en ese momento, ¿qué habrían pensado acerca de las afirmaciones de Sidney Rigdon? ¿Qué dudas habrían tenido con respecto al hermano Rigdon?
Luego invite a un alumno a leer el siguiente párrafo en voz alta. Pida a los alumnos que escuchen la razón que dio James Strang por la cual él debía dirigir la Iglesia.
James Strang, que se había bautizado en febrero de 1844, estaba buscando una posible ubicación para los santos en Wisconsin en la primavera de 1844. Después del martirio, James Strang declaró haber recibido una carta de José Smith en la que se indicaba que él había sido nombrado para ser el sucesor de José. La carta de James Strang, que mostró a los miembros de la Iglesia, parecía tener la firma de José Smith. James Strang declaró ser el siguiente profeta y anunció su cargo en una conferencia de la Iglesia celebrada en Michigan el 5 de agosto de 1844.
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Si ustedes se hubieran encontrado entre los santos de Michigan, ¿qué creen que les habría parecido convincente de las afirmaciones de James Strang? ¿Qué les habría inquietado acerca de esas afirmaciones?
Invite a un alumno a leer en voz alta los cinco párrafos siguientes. Pida a los alumnos que escuchen lo que Brigham Young dijo a otros líderes del sacerdocio, incluidos los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles que se encontraban en Nauvoo, acerca de quién debía dirigir la Iglesia:
Los élderes John Taylor, Willard Richards y Parley P. Pratt ya estaban en Nauvoo cuando llegó Sidney Rigdon. La mayor parte del resto de los apóstoles, entre ellos Brigham Young, regresó a Nauvoo la noche del 6 de agosto de 1844. Al día siguiente, el 7 de agosto, los Apóstoles se reunieron en consejo en la casa de John Taylor. Posteriormente, esa misma tarde, se reunieron los Doce Apóstoles, el sumo consejo y los sumos sacerdotes. El presidente Young pidió a Sidney Rigdon que comunicara su mensaje a los santos. Sidney Rigdon declaró con determinación que había visto una visión y que nadie podía suceder a José Smith como Presidente de la Iglesia. Entonces, propuso que él fuese nombrado el guardián del pueblo.
Después de que Sidney Rigdon concluyó su discurso, Brigham Young dijo:
“No me importa quién dirija a la Iglesia… pero hay algo que debo saber y es lo que Dios tenga que decir al respecto. Poseo las llaves y los medios para averiguar la voluntad de Dios al respecto…
“José nos confirió [refiriéndose al Cuórum de los Doce] todas las llaves y los poderes pertinentes al Apostolado que él mismo poseía antes de que nos lo arrebataran…
“¡Cuántas veces dijo él a los Apóstoles: ‘He colocado el cimiento y ahora vosotros debéis edificar sobre él, porque sobre vuestros hombros descansa el reino!’” (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, pág. 318).
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¿Por qué era importante el testimonio de Brigham Young acerca de las llaves del sacerdocio? (Una vez que hayan respondido los alumnos, escriba la siguiente verdad en la pizarra: Los Apóstoles poseen todas las llaves del sacerdocio necesarias para presidir la Iglesia).
Explique que cuando se ordena a un Apóstol, se le dan todas las llaves necesarias del sacerdocio en la tierra (véase D. y C. 112:30–32), pero la autoridad para ejercer dichas llaves queda restringida al Apóstol de más antigüedad, el Presidente de la Iglesia.
Lea la siguiente instrucción dada por el profeta José Smith al Cuórum de los Doce Apóstoles en enero de 1836, más de ocho años antes de su muerte:
“Los Doce no tienen que responder a nadie sino a la Primera Presidencia… y donde yo no estuviere, no habrá Primera Presidencia sobre los Doce” (Enseñanzas del Profeta José Smith, págs. 122–123).
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Según esta afirmación, ¿qué sucede con la Primera Presidencia cuando muere el Presidente de la Iglesia? ¿Quién dirige la Iglesia? (Una vez que hayan respondido los alumnos, escriba la siguiente doctrina en la pizarra: Cuando muere el Presidente de la Iglesia, la Primera Presidencia se disuelve y el Cuórum de los Doce Apóstoles pasa a ser el cuórum presidente).
Explique que cuando muere el Presidente de la Iglesia, los consejeros de la Primera Presidencia vuelven a ocupar su lugar como miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles, de acuerdo con su antigüedad en el Cuórum. Cuando el Cuórum se formó por primera vez en 1835, la antigüedad se decidió por edad. Actualmente, la antigüedad viene determinada por la fecha en que un hombre llega a ser miembro del Cuórum de los Doce.
Invite a un alumno a leer en voz alta Doctrina y Convenios 124:127–128, y pida a la clase que busque quién era el Apóstol de mayor antigüedad y Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles cuando murió José Smith. Pídales que comenten lo que hayan aprendido.
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De acuerdo con lo que han aprendido, ¿por qué habrían estado dispuestos a seguir a Brigham Young tras la muerte del profeta José Smith?
Complete la doctrina de la pizarra añadiendo la parte subrayada: Cuando muere el Presidente de la Iglesia, la Primera Presidencia se disuelve y el Cuórum de los Doce Apóstoles pasa a ser el cuórum presidente bajo la dirección del Apóstol de mayor antigüedad.
Muchos santos reciben un testimonio de que Brigham Young debe dirigir la Iglesia
Explique que el 8 de agosto de 1844, los santos de Nauvoo se reunieron a las 10 de la mañana para escuchar a Sidney Rigdon reivindicar su pretensión de convertirse en guardián de la Iglesia. Como el viento soplaba en dirección del estrado, Sidney Rigdon se colocó en un carromato, detrás de la congregación reunida, para que las personas pudieran escuchar mejor su voz. La congregación se giró para ver a Sidney Rigdon mientras él predicaba. Él habló a los miles de santos allí reunidos durante una hora y media, y explicó por qué él debía ser el guardián de la Iglesia. Varias personas describieron su discurso como carente de inspiración.
El presidente Brigham Young y otros líderes de la Iglesia vinieron y se sentaron en el estrado, del lado opuesto de donde estaba hablando Sidney Rigdon. Para entonces, el viento había cesado. Una vez terminó Sidney Rigdon, habló el presidente Brigham Young. La audiencia se giró para escuchar a Brigham Young y dio la espalda al carromato ocupado por Sidney Rigdon. (Véase George Q. Cannon, “Discourse”, Deseret News, 21 de febrero de 1883, pág. 67). Brigham Young habló brevemente y dijo que habría preferido volver a Nauvoo para hacer duelo por el Profeta que para nombrar a un nuevo líder. Anunció que más tarde, ese mismo día, se celebraría una asamblea de líderes y miembros, a las dos de la tarde. Varios miembros de la Iglesia testificaron posteriormente que, mientras Brigham Young hablaba, vieron que su aspecto cambiaba y oyeron cómo cambiaba su voz, y que adoptó el aspecto y la voz del profeta José Smith. Ese hecho milagroso ayudó a muchos santos a saber que el Señor quería que Brigham Young dirigiera la Iglesia.
Invite a un alumno a leer en voz alta los siguientes ejemplos de lo que muchos santos vieron y escucharon:
Benjamin F. Johnson lo recordó así: “Tan pronto como empezó a hablar [Brigham Young] me puse de pie como sacudido, pues en todos los sentidos era la voz de José, y su persona, el aspecto, la actitud, la vestimenta y la apariencia eran las del mismo José personificado; e instantáneamente supe que el espíritu y el manto de José descansaban sobre él” (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, segunda edición, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, pág. 319).
William C. Staines describió a Brigham Young diciendo que hablaba con una “voz como la del profeta José. Yo pensaba que era él, y así lo creyeron miles de personas que lo oyeron” (en History of the Church, tomo VII, pág. 236).
Wilford Woodruff escribió: “Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, nadie habría podido convencerme de que no era José Smith quien hablaba. Era como si fuera la voz y el rostro de José Smith; y cualquiera que conocía a esos dos hombres puede testificar de esto” (en History of the Church, tomo VII, pág. 236).
Explique que durante la reunión celebrada ese mismo día a las dos de la tarde, hablaron Brigham Young y otros miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles. Muchas otras personas comentaron que Brigham Young tenía la apariencia de José Smith y sonaba como él al hablar esa tarde. George Q. Cannon, que por aquel entonces tenía 17 años, lo recordó así: “Era la voz del mismo José Smith… A los ojos de los presentes era como si su propia persona estuviera enfrente de ellos” (en History of the Church, tomo VII, pág. 236; véase también La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, pág. 319). Además de ese milagro, muchos de los santos sintieron también que el Espíritu Santo les testificaba que Brigham Young y el Cuórum de los Doce habían sido llamados por Dios para dirigir la Iglesia. Al concluir esa reunión, los santos de Nauvoo votaron unánimemente a favor de sostener al Cuórum de los Doce Apóstoles, con Brigham Young a la cabeza, para que dirigiera la Iglesia. No obstante, al final no todos los miembros de la Iglesia decidieron seguir a los apóstoles. Algunas de las personas decidieron seguir a personas como Sidney Rigdon y James Strang, quienes formaron cada uno su propia iglesia.
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¿De qué manera bendijo el Señor a los santos para que supieran a quién había escogido Él para dirigir la Iglesia?
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¿Cómo podemos saber que los líderes actuales de la Iglesia han sido llamados por Dios? (Una vez que los alumnos hayan respondido, escriba el siguiente principio en la pizarra: Por medio del Espíritu Santo podemos recibir un testimonio de que quienes dirigen la Iglesia han sido llamados por Dios).
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¿Por qué consideran que es importante recibir un testimonio de que nuestros líderes de la Iglesia han sido llamados por Dios?
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¿En qué ocasiones han recibido un testimonio de que un líder de la Iglesia ha sido llamado por Dios? ¿Qué hicieron para obtener ese testimonio?
Explique que cuando murió José Smith, el Apóstol de mayor antigüedad (Brigham Young) pudo ejercer de inmediato todas las llaves del sacerdocio. Él tenía el derecho a recibir revelación acerca de cuándo debía organizarse una nueva Primera Presidencia. En 1847 (cuando habían pasado más de dos años desde del martirio), Brigham Young recibió la inspiración de reorganizar la Primera Presidencia en lugar de seguir dirigiendo la Iglesia como Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Muestre imágenes de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles en la actualidad. Para que los alumnos tengan la oportunidad de resumir lo que han aprendido, pídales que expliquen qué sucede con la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles cuando fallece el Presidente de la Iglesia. Pídales también que expliquen quién sería el Presidente de la Iglesia o Apóstol de mayor antigüedad si muriera hoy el Presidente de la Iglesia actual.
Tal vez quiera concluir esta lección testificando de que las mismas llaves del sacerdocio y los mismos poderes que José Smith confirió a Brigham Young y a los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles están actualmente en manos del Presidente de la Iglesia, sus Consejeros de la Primera Presidencia y los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles. También podría explicar cómo obtuvo su testimonio de que los líderes de la Iglesia son llamados por Dios. Invite a los alumnos a que intenten, en espíritu de oración, de obtener o fortalecer su testimonio de las verdades analizadas en la clase de hoy.
Comentarios e información de contexto
Cronología de la sucesión en la Presidencia tras el martirio de José Smith
Fecha | |
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27 de junio de 1844 |
Martirio de José y Hyrum Smith. |
29 de junio de 1844 |
Vista pública de los cuerpos de José y Hyrum Smith. |
27 de junio – 7 de julio de 1844 |
Willard Richards y John Taylor (a quien habían herido) son los únicos Apóstoles que se encuentran en Nauvoo. |
8 de julio de 1844 |
Parley P. Pratt regresa a Nauvoo y ayuda a Willard Richards y a John Taylor a mantener el orden en la Iglesia. |
3 de agosto de 1844 |
Sidney Rigdon llega a Nauvoo desde Pittsburgh, Pensilvania. |
4 de agosto de 1844 |
Sidney Rigdon dice a un grupo de santos que él debe ser el guardián de la Iglesia y quiere que se convoque una reunión especial el 6 de agosto para ratificar su nombramiento. La reunión se celebra realmente el jueves, 8 de agosto. |
6 de agosto de 1844 |
La mayoría de los Apóstoles restantes, entre ellos Brigham Young, regresa a Nauvoo de sus misiones. |
7 de agosto de 1844 |
Por la mañana, los Apóstoles se reúnen en casa de John Taylor, que estaba herido. En una reunión de los Apóstoles, el sumo consejo y los sumos sacerdotes que tuvo lugar por la tarde, Sidney Rigdon vuelve a declarar que debería ser el guardián de la Iglesia. Brigham Young afirma que él [Brigham Young] posee las llaves y desea hacer la voluntad del Señor en cuanto al asunto. |
8 de agosto de 1844 |
Durante una reunión celebrada a las 10 de la mañana, Sidney Rigdon se dirige durante una hora y media a miles de santos reunidos, y explica por qué debería ser el guardián. Brigham Young también habla y pide a los santos que se reúnan nuevamente a las 2 de la tarde. En ambas reuniones, muchos santos son testigos de que Brigham Young adquiere la apariencia y la voz de José Smith. Durante la reunión de las dos de la tarde, los santos sostienen a Brigham Young y a los Doce Apóstoles como líderes de la Iglesia. Muchos miembros de la Iglesia son testigos de que el manto del profeta José Smith se coloca sobre Brigham Young, que temporalmente adopta el aspecto y la voz de José Smith. |
La sucesión en la Presidencia de la Iglesia ha sido establecida por el Señor
La sucesión en la Presidencia de la Iglesia ha sido establecida por el Señor. La Iglesia nunca tiene falta de liderazgo inspirado, y no hay razón para especulación ni controversia en cuanto a quién llegará a ser el próximo Presidente de la Iglesia.
El Presidente Ezra Taft Benson enseñó: “Dios tiene el conocimiento de todas las cosas, desde el principio hasta el fin, y no es por mera casualidad que un hombre pasa a ocupar el cargo de Presidente de la Iglesia de Jesucristo, ni es por azar que se va de este mundo” (“Los dones del Señor”, Liahona, abril de 1977, pág. 23).
José Smith confirió las llaves del reino al Cuórum de los Doce Apóstoles
Wilford Woodruff, que era miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, registró lo que sucedió en marzo de 1844, antes de que mataran a José Smith:
“Él estuvo en una sala, pronunciando ante nosotros su último discurso, durante unas tres horas. El cuarto estaba lleno de lo que parecía un fuego inextinguible. Su rostro era brillante como el ámbar; sus palabras nos sonaban como un vívido rayo, y penetraron todo nuestro ser, de la cabeza a los pies. Nos dijo: ‘Hermanos, el Señor Todopoderoso ha sellado sobre mi cabeza todo sacerdocio, toda llave, todo poder, todo principio que corresponde a la última dispensación del cumplimiento de los tiempos y a la edificación del Reino de Dios. He sellado sobre ustedes todos esos principios, sacerdocio, apostolado, y todas las llaves del Reino de Dios, y ahora tienen que preparar los hombros para llevar sobre ellos este reino y sacarlo adelante, o serán condenados’” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff, 2005, pág. XXXIV).