Lección de estudio individual supervisado
Doctrina y Convenios 24–29:30 (Unidad 7)
Introducción
Esta lección permitió a los alumnos aumentar su comprensión de la importancia de tomar sobre sí toda la armadura de Dios. Conforme los alumnos aprendan acerca de cada pieza de la armadura de Dios, tendrán la oportunidad de evaluar la resistencia de su armadura y hacer los cambios que les inspire el Espíritu Santo.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 27:15–18
El Señor manda a Su pueblo vestirse con toda la armadura de Dios
Lleve a la clase algún tipo de equipo de protección como, por ejemplo, protectores para hacer deporte, gafas de seguridad, guantes sanitarios, un casco de construcción o un chaleco de protección. Pida a los alumnos que expliquen la finalidad del equipo y la manera en que protege a la persona que lo lleva puesto. Explique que estos objetos nos protegen físicamente, pero que el Señor nos dio consejos para protegernos espiritualmente.
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 27:15 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque lo que el Señor dijo que debíamos hacer para estar protegidos espiritualmente.
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¿Qué debemos hacer para protegernos espiritualmente?
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De acuerdo con este versículo, ¿qué prometió el Señor a quienes toman sobre sí toda la armadura de Dios?
Escriba el principio siguiente en la pizarra: Si tomamos sobre nosotros toda la armadura de Dios, podremos resistir el mal.
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¿Por qué creen que es importante tomar sobre nosotros toda la armadura de Dios y no solo una parte?
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 27:16–18 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que averigüe cada una de las piezas de la armadura espiritual que necesitamos ponernos para resistir el mal. Invite a un alumno a hacer de secretario y escribir (o dibujar) en la pizarra las piezas de la armadura a medida que la clase las vaya mencionando. (Quizá desee indicar que el apóstol Pablo también enseñó acerca de toda la armadura de Dios [véase Efesios 6:11–17]).
Para ayudar a los alumnos a entender la importancia de la protección espiritual que se describe en estos versículos, divida la clase en grupos pequeños y asigne a cada grupo una de las piezas de la armadura. Dé a cada grupo una copia de la cita siguiente del presidente Harold B. Lee y la información y las preguntas siguientes acerca de la pieza de la armadura que se les ha asignado. Pida a los alumnos que trabajen en sus grupos para responder a las preguntas relativas a la pieza de armadura asignada y que se preparen para compartir sus respuestas con la clase.
Luego que los alumnos hayan aportado sus respuestas, lea la siguiente declaración del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a los alumnos que observen cómo nos ponemos la armadura de Dios y cómo la fortalecemos:
“Me inclino a pensar en la armadura espiritual no como una pieza sólida de metal moldeada al cuerpo, sino más bien como una cota de malla. La cota de malla consiste en docenas de pequeñas piezas de acero sujetadas una a la otra para permitir una mayor flexibilidad sin disminuir la protección. Por mi experiencia veo que no existe una sola cosa grandiosa que podamos hacer para ponernos la armadura espiritual. El verdadero poder espiritual proviene de numerosos pequeños actos entretejidos para conformar un tejido de fortaleza espiritual que nos protege y resguarda del mal” (“Be Strong in the Lord”, Ensign, julio de 2004, pág. 8).
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¿Cuáles son algunos de los pequeños actos que, al combinar su fuerza, nos ayudarán a protegernos de la tentación y el mal?
Invite a los alumnos a que revisen nuevamente las primeras líneas de Doctrina y Convenios 27:15.
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¿Qué actitud debemos tener al ponernos la armadura de Dios? (Debemos “ [alzar nuestros] corazones y [regocijarnos]”). ¿Por qué debemos tener esa actitud?
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¿Qué pasaje del Dominio de las Escrituras estudiaron esta semana que también nos aconseja que alcemos nuestro corazón y nos regocijemos? (D. y C. 25:13. Podría pedir a los alumnos que repitan juntos el versículo o lo reciten de memoria).
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¿De qué manera nos protege de Satanás el cumplimiento del mandato que se encuentra en Doctrina y Convenios 25:13 de adherirnos a los convenios con el Padre Celestial?
Pida a los alumnos que piensen en lo que han aprendido en la lección de hoy y dígales que elijan algo concreto que puedan hacer para ponerse mejor la armadura de Dios. Anímeles a anotar en una hoja de papel lo que vayan a hacer, de forma que puedan consultarla a menudo para recordar su compromiso.
Para finalizar la lección, invite a varios alumnos a compartir su testimonio de las verdades que se enseñaron en la lección.
Unidad siguiente (Doctrina y Convenios 29:31–50; 30–35)
¿Cuántos de los hijos de nuestro Padre Celestial fueron expulsados del cielo en la vida preterrenal? ¿Por qué fueron expulsados? ¿Qué significa “trillar a las naciones”? Los alumnos obtendrán las respuestas a estas preguntas en la siguiente unidad. También aprenderán acerca de miembros de los inicios de la Iglesia, a quienes se llamó a “trillar a las naciones por el poder [del] Espíritu” (D. y C. 35:13).