Unidad 6: Día 2
Doctrina y Convenios 20:38–67
Introducción
La organización de la Iglesia, el 6 de abril de 1830, proporcionó el medio para que se administraran las ordenanzas del sacerdocio a los hijos del Padre Celestial de todo el mundo durante los últimos días. Antes de la organización de la Iglesia, el Señor empezó a revelar al profeta José Smith los deberes de los oficios del sacerdocio desde el verano de 1829. Doctrina y Convenios 20 explica muchos de esos deberes e instruye a los poseedores del sacerdocio en cuanto a cómo administrar ordenanzas y velar por los miembros de la Iglesia y ministrarles.
Doctrina y Convenios 20:38–59
Se exponen los deberes de los oficios del sacerdocio
¿Cómo contestarías si alguien te preguntara: “¿Quién es el ministro de tu iglesia?”? A mdedida que estudies Doctrina y Convenios 20:38–67, piensa en cómo responderías la pregunta.
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Copia los siguientes títulos y referencias en tu diario de estudio de las Escrituras. Después lee los pasajes y enumera los deberes de los oficios del sacerdocio debajo del título correspondiente en el diario. Tal vez te ayude saber que el término “élder” en esos versículos se refiere a todos los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec.
Élderes
Presbíteros
Maestros y Diáconos
Después de haber escrito los deberes debajo de los títulos correspondientes, subraya las diferencias que has notado entre los deberes de los élderes, los presbíteros, los maestros y los diáconos. Encierra en un círculo las similitudes.
Ahora que ya has estudiado un poco sobre los deberes del sacerdocio, traza líneas en el siguiente cuadro que conecten cada oficio del sacerdocio con los respectivos deberes que dicho oficio posee autoridad para llevar a cabo:
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Élder |
Autoridad para comunicar el don del Espíritu Santo |
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Presbítero |
Autoridad para administrar (bendecir) la Santa Cena |
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Maestro |
Autoridad para ordenar diáconos |
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Diácono |
Autoridad para enseñar |
Las respuestas de la actividad anterior están al final de la lección. Observa que los oficios superiores del sacerdocio tienen también los deberes y la autoridad de los menores.
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Compara el principio que hayas escrito con el siguiente: Todos los poseedores del sacerdocio tienen la responsabilidad de administrar ordenanzas y de velar por los miembros de la Iglesia y ministrarles. Tal vez desees escribir esa verdad en el margen de tu ejemplar de las Escrituras, junto a Doctrina y Convenios 20:38–59.
Para comprender mejor en cuanto a las responsabilidades de todos los poseedores del sacerdocio de velar por los miembros de la Iglesia y ministrarles, lee Doctrina y Convenios 20:53–54, 59 y determina las formas en que el Señor indicó a dichos poseedores que ministren y fortalezcan a los miembros de la Iglesia. Si lo deseas, marca lo que encuentres. ¿Cuáles son algunas de las maneras en que los poseedores del Sacerdocio Aarónico pueden “velar… por los miembros de la iglesia, y estar con ellos y fortalecerlos”?
Los deberes del Sacerdocio Aarónico no se limitan a la administración de ordenanzas. Medita en los siguientes ejemplos y considera las maneras en que los poseedores del sacerdocio cumplen con su deber de invitar a los demás a venir a Cristo y las maneras en que no lo hacen:
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Después de que un poseedor del Sacerdocio Aarónico ayuda a administrar la Santa Cena durante la reunión sacramental, asiste a la Escuela Dominical y trata al maestro y a sus compañeros de clase de forma descortés.
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Un joven poseedor del sacerdocio regresa de sus visitas de orientación familiar y comenta sobre los asuntos personales o confidenciales de quienes ha visitado.
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Un grupo de poseedores del sacerdocio se reúne para una actividad de servicio y empieza a burlarse de uno de los miembros del cuórum y a hacerle bromas.
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Quizás desees copiar la siguiente declaración del élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, en el margen de tu ejemplar de las Escrituras o en tu diario de estudio de las Escrituras: “El propósito de la autoridad del sacerdocio es dar, prestar servicio, elevar e inspirar” (“Honra el sacerdocio y utilízalo bien”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 46).
Piensa en momentos en que hayas visto a los hombres jóvenes de tu barrio o rama honrar el sacerdocio al velar por los demás, servirles, elevarlos, inspirarlos o fortalecerlos. Si posees el sacerdocio, considera escribir alguna meta que te ayude a administrar las ordenanzas y velar por la Iglesia y fortalecerla fielmente.
Doctrina y Convenios 20:60–67
Se dan pautas en cuanto a las ordenaciones al sacerdocio
¿Has recibido o presenciado alguna ordenación al sacerdocio? Recuerda lo que sentiste al ser ordenado o al haber presenciado cuando se ordenaba a alguien.
Lee Doctrina y Convenios 20:60 y determina cuál es el poder que la persona que efectúa la ordenación debe usar, además del sacerdocio. Según ese versículo, ¿qué poder debe guiar al poseedor del sacerdocio al ejercer dicho sacerdocio?
¿Cómo se asegura el poseedor del sacerdocio de cumplir con sus deberes con ese poder? El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó de dónde proviene el poder de los poseedores del sacerdocio:
“Reciben la autoridad por medio de la ordenación; reciben el poder mediante la obediencia y la dignidad personales…
“El poder del sacerdocio proviene de cumplir con el deber en las cosas comunes y corrientes: la asistencia a las reuniones, la aceptación de asignaciones, la lectura de las Escrituras y la obediencia a la Palabra de Sabiduría.
“El presidente Wilford Woodruff dijo: ‘He viajado miles de kilómetros y predicado el Evangelio siendo presbítero y, como ya lo he dicho a muchas congregaciones, el Señor me sustentó y manifestó Su poder en defensa de mi vida tanto mientras tuve ese oficio como mientras he tenido el de apóstol. El Señor sostiene a cualquier hombre que posea alguna porción del sacerdocio, ya fuere que este sea presbítero, élder, setenta o apóstol, si honra su llamamiento y cumple con su deber’”, (“The Unseen Power”, New Era, mayo de 2007, pág. 7; véase también “El Sacerdocio Aarónico”, Liahona, febrero de 1982, págs. 60–61).
Si eres hombre joven, considera con espíritu de oración lo que el Señor quiere que hagas a fin de invitar el poder del Espíritu Santo a acompañarte mientras cumples con tus deberes actuales y futuros del sacerdocio. Si eres una mujer joven, considera cómo podrías ayudar a los hombres jóvenes en su esfuerzo por procurar el Espíritu en su vida y en su servicio en el sacerdocio.
Lee Doctrina y Convenios 20:65. De lo que aprendes de este versículo, ¿por qué levantamos la mano en la Iglesia como señal de voto de apoyo? El mandamiento a la Iglesia de expresar públicamente el voto de sostenimiento se recibió del Señor.
¿Qué significa levantar la mano y manifestar tu voto de sostenimiento para con otra persona? El élder Loren C. Dunn, que fue miembro de los Setenta, explicó las responsabilidades que acompañan al proceso de sostenimiento:
“Al sostener a los oficiales, se nos da la posibilidad de apoyar a quienes el Señor ya ha llamado por revelación…
“El Señor, entonces, nos da la oportunidad de sostener la acción de un llamamiento divino y, en efecto, de expresarnos si tenemos alguna razón para pensar lo opuesto.
“Sostener es asumir que el acto es vinculante sobre nosotros y nos comprometemos a apoyar a las personas a las que hemos sostenido. Cuando una persona realiza el acto sagrado de levantar el brazo en escuadra, debe recordar seriamente lo que ha hecho y comenzar a actuar de acuerdo con su voto de sostenimiento, tanto en público como en privado” (“We Are Called of God”, Ensign, julio de 1972, pág. 43).
¿Has estado en alguna reunión sacramental en que la congregación haya sostenido a algún joven para que se le ordenara a un oficio del Sacerdocio Aarónico? ¿Los miembros de la congregación levantaron la mano? ¿De qué manera el que el joven vea a los demás sostener su ordenación podría ayudarlo a cumplir con sus responsabilidades?
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He estudiado Doctrina y Convenios 20:38–67 y he terminado esta lección el (fecha).
Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: