Unidad 6: Día 4
Doctrina y Convenios 21–23
Introducción
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos se organizó de manera oficial el 6 de abril de 1830. Casi 60 personas asistieron al primer servicio de adoración. Dicha reunión consistió en oraciones, sostenimientos, ordenaciones, la administración de la Santa Cena y varias confirmaciones. Durante la reunión, el profeta José Smith recibió la revelación que ahora está registrada en Doctrina y Convenios 21. Pocos días después, el Señor aclaró que el bautismo deben efectuarlo las personas que posean la correspondiente autoridad del sacerdocio (véase D. y C. 22). También impartió consejo personal a cinco hombres que deseaban conocer sus deberes (véase D. y C. 23).
Doctrina y Convenios 21
El Señor designa a José Smith como el primer profeta y vidente de la Iglesia de Jesucristo restaurada
Escucha o lee la letra del himno “Te damos, Señor, nuestras gracias” (Himnos, nro. 10). ¿Cuáles son algunas de las razones por las que estás agradecido a Dios de que haya un profeta? Al estudiar la lección de hoy, busca verdades que aumenten tu agradecimiento por los profetas.
Lee Doctrina y Convenios 21:1 y busca los diferentes títulos por los que se llegó a conocer a José Smith. Tal vez desees marcarlos en tu ejemplar de las Escrituras o apuntarlos en tu diario de estudio de las Escrituras.
El élder John A. Widtsoe, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó sobre el amplio significado del título “profeta” y cómo este comprende otros títulos:
“Un profeta es un maestro; ese es el significado esencial de la palabra. Él enseña el cúmulo de la verdad, el Evangelio, revelado por el Señor al hombre; y por inspiración, lo explica para que la gente lo comprenda…
“En el sentido de que los profetas son hombres que reciben revelaciones del Señor, los títulos ‘vidente y revelador’ meramente amplían el mayor y más comprensivo significado del título ‘profeta’…
“Un vidente es alguien que ve con los ojos espirituales y percibe el significado de lo que a otros les parece oscuro [confuso u oculto]; por lo tanto, interpreta y esclarece la verdad eterna. Ve el futuro desde el pasado y desde el presente, lo cual hace mediante el poder del Señor que obra a través de él, directa o indirectamente, con la ayuda de instrumentos divinos tales como el Urim y Tumim. En pocas palabras, es alguien que ve, que anda en la luz del Señor con los ojos abiertos [véase Mosíah 8:15–17].
“Un revelador hace saber, con la ayuda del Señor, algo que antes no se sabía; puede ser una verdad nueva u olvidada, o la aplicación nueva u olvidada de una verdad conocida a las necesidades de los hombres…
“En resumen: Un profeta es un maestro de la verdad conocida; un vidente es el que percibe la verdad oculta; un revelador es el portador de una verdad nueva. En el más amplio sentido, el título que se emplea comúnmente, el de profeta, incluye también los otros títulos y hace del profeta un maestro, perceptor y portador de la verdad” (Evidences and Reconciliations, editado por G. Homer Durham, 3 tomos en 1, 1960, págs. 257–258).
En la Guía para el Estudio de las Escrituras, se nos enseña que un profeta es una “persona llamada por Dios para que hable en Su nombre. En calidad de mensajero de Dios, el profeta recibe mandamientos, profecías y revelaciones de Él. La responsabilidad del profeta consiste en hacer conocer a la humanidad la voluntad y la verdadera naturaleza de Dios, y demostrar el significado que tienen Sus tratos con ellos. El profeta denuncia el pecado y predice sus consecuencias; es predicador de rectitud. En algunas ocasiones, puede recibir inspiración para predecir el futuro en beneficio del ser humano; no obstante, su responsabilidad primordial es la de dar testimonio de Cristo” (“Profeta”, escrituras.lds.org).
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué modo los títulos que se dan a José Smith en Doctrina y Convenios 20:1 te ayudan a comprender la importancia de su función y las diversas responsabilidades que tuvo en la restauración de la plenitud del Evangelio y de la Iglesia de Jesucristo sobre la tierra?
Lee Doctrina y Convenios 21:2–3 y busca palabras y frases que indiquen que Dios inspiró a José Smith a que restaurara la Iglesia de Jesucristo. Tal vez desees marcarlas en tu ejemplar de las Escrituras.
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En tu diario de estudio de las Escrituras, explica por qué crees que es importante saber que Dios llamó a José Smith a restaurar y dirigir la Iglesia de Jesucristo.
Lee Doctrina y Convenios 21:4–5 y busca un mensaje importante que el Señor reveló el día de la organización de la Iglesia.
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué a veces pueden necesitarse “fe y paciencia” para dar oído a las palabras de un profeta?
El presidente Wilford Woodruff nos aseguró que siempre podemos tener fe en el profeta del Señor: “El Señor jamás permitirá que yo ni ningún otro hombre que sea Presidente de esta Iglesia los desvíe. No es parte del programa. No está en la mente de Dios. Si yo intentara tal cosa, el Señor me quitaría de mi lugar” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff, 2005, pág. 207).
El presidente Joseph F. Smith testificó de modo similar: “Si [el Presidente de la Iglesia] se volviera infiel, Dios lo quitaría del puesto que ocupa. En nombre del Dios de Israel, testifico que Él no permitirá que el que esté a la cabeza de la Iglesia, a quien Él ha escogido para estar allí, transgreda Sus leyes y apostate; en el momento en que él tomara el camino que con el tiempo lo condujera a algo así, Dios se lo llevaría. ¿Por qué? Porque el permitir que un hombre impío ocupe esa posición sería como permitir que la fuente se volviera corrupta, algo que Él nunca permitirá” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, 1999, 2000; pág. 243).
Lee Doctrina y Convenios 21:6 y numera en tus Escrituras las tres bendiciones que se extienden a quienes reciben la palabra del profeta con paciencia y fe.
¿Cómo resumirías las promesas que se hacen a quienes dan oído a las palabras del profeta? (La siguiente es una forma de expresar el principio: Si damos oído a las palabras del profeta, seremos protegidos contra el adversario).
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe sobre alguna vez en que tú o alguien que conozcas haya sido bendecido por dar oído al consejo y a las palabras de los profetas vivientes. También podría ser algún consejo dado en una conferencia general o en el librito Para la Fortaleza de la Juventud.
El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, se refirió a la importancia de sostener al profeta viviente: “Yo no creo que los miembros de la Iglesia puedan estar en total armonía con el Salvador si no apoyan a Su profeta viviente sobre la tierra, el Presidente de la Iglesia. Si no apoyamos al profeta viviente, quienquiera que sea, morimos espiritualmente. Es irónico que hay quienes han muerto espiritualmente por seguir solo a los profetas que hace mucho que fallecieron. Otros no sostienen a los profetas vivientes y los menosprecian, aunque sea sutilmente, tratando de elevarse a sí mismos” (véase “La revelación continua”, Liahona, agosto de 1996, pág. 5).
Medita en lo que tú debes hacer para recibir las bendiciones que se prometen en Doctrina y Convenios 21:6.
Doctrina y Convenios 22
El Señor revela que el bautismo debe efectuarse mediante la autoridad apropiada
Algunas personas que deseaban unirse a la Iglesia en abril de 1830 ya se habían bautizado en otras iglesias y se preguntaban por qué debían bautizarse de nuevo (véase la introducción D. y C. 22). El profeta José Smith preguntó al Señor en cuanto a la necesidad de que esas personas se bautizaran otra vez. Al responder, el Señor habló sobre un importante propósito de la restauración del Evangelio y de la Iglesia.
Lee Doctrina y Convenios 22. ¿Qué dijo el Señor en cuanto a por qué es necesario el bautismo efectuado mediante la debida autoridad?
En Doctrina y Convenios 22:1, el Señor se refirió a “un convenio nuevo y sempiterno”. En la siguiente explicación, marca las palabras que te ayuden a comprender el significado de esta frase:
El nuevo y sempiterno convenio es “la plenitud del evangelio de Jesucristo (D. y C. 66:2). Se considera nuevo cada vez que se revela nuevamente después de un período de apostasía; es sempiterno en el sentido de que es el convenio de Dios y se ha disfrutado de Él en todas las dispensaciones del Evangelio en que el pueblo ha estado dispuesto a recibirlo. Por medio del profeta José Smith, Jesucristo reveló otra vez sobre la tierra el nuevo y sempiterno convenio a los hombres. Este convenio contiene ordenanzas sagradas que se administran por medio de la autoridad del sacerdocio —tales como el bautismo y el matrimonio eterno, que se lleva a cabo en el templo— y que hacen posible la salvación, la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Nuevo y sempiterno convenio”, escrituras.lds.org).
Cuando entendemos esas verdades concernientes al nuevo y sempiterno convenio, resulta claro que el bautismo lo debe realizar alguien que tenga la autoridad de Dios. Lee Doctrina y Convenios 22:2–4 y busca las frases que indiquen que el Señor no acepta los bautismos que se efectúan sin la debida autoridad del sacerdocio. Puede resultar de provecho saber que, en el versículo 2, el Señor se refirió a la ordenanza bautismal como “entrar por la puerta estrecha” (véase 2 Nefi 31:17).
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La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene la autoridad del sacerdocio necesaria para efectuar ordenanzas esenciales como el bautismo. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué forma se te ha bendecido por ser miembro de la Iglesia restaurada de Jesucristo?
Doctrina y Convenios 23
Se llama a cinco discípulos a fortalecer la Iglesia
Marca los siguientes nombres en Doctrina y Convenios 23: Oliver, Hyrum, Samuel, Joseph y Joseph Knight. Lee la introducción de la sección para conocer lo que esos hombres deseaban del Señor.
El Señor se dirigió a Oliver Cowdery primeramente. Oliver fue de gran ayuda para el profeta José Smith durante los acontecimientos iniciales de la Restauración; entre ellos, la salida a luz del Libro de Mormón y la organización de la Iglesia; tenía muchos dones y deseos rectos. Se lo llamó a ser el segundo élder de la Iglesia (véase D. y C. 20:3) y se lo designó, junto con David Whitmer, para ayudar a escoger a los Doce Apóstoles. Desafortunadamente, Oliver dejó que muchos de esos privilegios lo condujeran al orgullo y se apartó de la Iglesia durante un tiempo. Con el transcurso del tiempo, reconoció su error y volvió a bautizarse.
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Lee Doctrina y Convenios 23:1–2 y busca la amonestación que el Señor le hizo a Oliver Cowdery. Luego contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Cómo puede el orgullo llevar a la tentación?
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En tu opinión, ¿cuáles son algunas de las maneras en que podemos evitar los sentimientos de orgullo que nos llevarían a la tentación?
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Lee Doctrina y Convenios 23:3–5 y busca las semejanzas en las instrucciones que el Señor les dio a Hyrum Smith, a Samuel Smith y a Joseph Smith, padre.
El llamamiento a exhortar se refería a la responsabilidad de enseñar el Evangelio a los demás. Fíjate en la forma en que tanto Hyrum y Samuel, así como Joseph Smith, padre, cumplieron con esa responsabilidad conforme leas lo siguiente en cuanto a ellos:
Hyrum Smith colaboró en la publicación del Libro de Mormón al trabajar directamente con el impresor. Se bautizó en junio de 1829, poco después de que se hubo restaurado el sacerdocio. Prestó servicio como presidente de la primera rama de la Iglesia en Colesville, Nueva York. A Hyrum se le conocía por su humildad y lealtad, y fue fiel al Señor y a la Iglesia a lo largo de toda su vida. Murió como mártir junto a su hermano José en Carthage, Illinois [EE. UU.].
Samuel Smith, hermano menor del profeta José, se bautizó en mayo de 1829, poco después de la restauración del Sacerdocio Aarónico. A menudo se le atribuye haber sido el primer misionero de la Iglesia. En junio de 1830, partió en una misión y entregó un ejemplar del Libro de Mormón que, con el tiempo, conduciría a la conversión de Brigham Young y muchos de los miembros de la familia de este. Samuel fue leal a su familia y a la Iglesia a lo largo de toda la vida.
Joseph Smith, el padre del Profeta, se unió a la Iglesia el día en que esta se organizó. El siguiente verano, él y su hijo Don Carlos partieron en una misión a sus parientes menos cercanos de Nueva York. Llegó a ser sumo sacerdote y, con el tiempo, el primer Patriarca de la Iglesia. En su funeral se lo describió como “un hombre fiel a su Dios y a la Iglesia en toda situación y bajo toda circunstancia que se le requirió atravesar” (Robert B. Thompson, en History of the Church tomo IV, pág. 192).
La última persona a la que el Señor se dirigió en Doctrina y Convenios 23 es Joseph Knight, padre. Él era un gran amigo de José Smith y había sido muy bondadoso con este. Le había proporcionado al Profeta artículos tales como papel y alimentos durante la traducción del Libro de Mormón. En el momento en que se recibió Doctrina y Convenios 23, Joseph Knight, padre, aún no se había bautizado. Había tenido el deseo de hacerlo junto con otras personas el día en que se organizó la Iglesia, pero se abstuvo, puesto que quería estudiar más el Libro de Mormón. No obstante, tiempo después escribió: “Me [hubiera] sentido mejor si me hubiese” bautizado (véase Larry Porter, “The Joseph Knight Family”, Ensign, octubre de 1978, pág. 40).
Estudia el consejo del Señor a Joseph Knight, padre, que está en Doctrina y Convenios 23:6–7, y determina lo que el Salvador le mandó hacer. La frase “has de tomar tu cruz” en ese contexto significa hacer algo que a uno le resulta difícil.
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Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Por qué a veces el Señor nos manda hacer algo con lo cual no nos sentimos cómodos?
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¿Qué ves en Doctrina y Convenios 23:7 que demuestra que el Señor deseaba bendecir a Joseph Knight, padre?
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Poco después de que se recibiera esa revelación, Joseph Knight, padre, decidió bautizarse. Se mantuvo fiel a la Iglesia a lo largo de toda la vida y defendió al profeta José Smith tanto en público como en privado. Más adelante, el Profeta describió a Joseph Knight, padre, como “fiel y verídico, imparcial y ejemplar, virtuoso y bondadoso, sin desviarse jamás hacia la derecha ni hacia la izquierda” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 493).
En Doctrina y Convenios 23 aprendemos que si deseamos servir al Señor, podemos recibir guía específica para nosotros de Él. También aprendemos que el Señor nos bendecirá a medida que sigamos la guía que Él nos dé. Medita en cuanto a la guía que has recibido del Señor por medio del Espíritu Santo, las palabras de los profetas vivientes y las Escrituras. Planifica lo que harás para actuar de acuerdo con la guía que hayas recibido.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Doctrina y Convenios 21–23 y he terminado esta lección el (fecha).
Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: