Unidad 20: Día 1
Doctrina y Convenios 90–92
Introducción
El 8 de marzo de 1833, el Señor dio la revelación registrada en Doctrina y Convenios 90, que contiene instrucciones para la Presidencia del Sumo Sacerdocio. “Esta revelación constituye un paso adicional en el establecimiento de la Primera Presidencia” (Introducción de D. y C. 90). Al día siguiente, el profeta José Smith preguntó si debía traducir los libros apócrifos como parte de su revisión inspirada de la Biblia. El Señor respondió su pregunta mediante la revelación registrada en Doctrina y Convenios 91, y le dijo a José que no era necesario que los tradujera. Tan solo unos pocos días después, el 15 de marzo de 1833, el Profeta recibió una revelación (D. y C. 92) con instrucciones para Frederick G. Williams, uno de los consejeros del Profeta, con respecto a sus deberes en la Firma Unida, que se había establecido para supervisar los asuntos de bienestar y las operaciones de la Iglesia.
Doctrina y Convenios 90:1–18
El Señor instruye a la Presidencia del Sumo Sacerdocio en cuanto a sus responsabilidades
¿Cuál es el regalo más valioso que has recibido? ¿Por qué es valioso?
Lee Doctrina y Convenios 90:1–3 y ve las cosas valiosas que le fueron conferidas al profeta José Smith. De acuerdo con estos versículos, ¿qué poseía el Profeta?
La frase “llaves del reino” se refiere al derecho de presidencia, o la autoridad que Dios concede al hombre para presidir, gobernar y dirigir Su reino sobre la tierra.
Lee Doctrina y Convenios 90:4–5 y observa la advertencia que el Señor dio a los santos. Tal como se usa en estos versículos, el vocablo oráculos hace referencia a las revelaciones de Dios mediante Sus profetas.
Podrías escribir el siguiente principio en el margen de tu ejemplar de las Escrituras, junto al versículo 5: Si menospreciamos las revelaciones que Dios da por medio de Sus profetas, tropezaremos y caeremos.
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Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Qué piensas que signifique “menospreciar” las revelaciones que Dios da mediante Sus profetas (D. y C. 90:5)?
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¿Cuáles son algunos ejemplos de revelaciones que las personas se pudieran ver tentadas a menospreciar?
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Lee Doctrina y Convenios 90:6 y busca quién más poseería las llaves del Reino, según dijo el Señor. Podrías marcar las palabras y frases de este versículo que enseñan la verdad de que la Primera Presidencia posee las llaves del Reino. (Los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles también recibirían las llaves del Reino cuando ese cuórum fuese organizado en 1835. Su uso de las llaves sería bajo la dirección del Presidente de la Iglesia).
El 18 de marzo de 1833, diez días después de haber recibido la revelación de Doctrina y Convenios 90, José Smith apartó a Sidney Rigdon y a Frederick G. Williams como consejeros en la Presidencia del Sumo Sacerdocio, que posteriormente llegó a conocerse como la Primera Presidencia de la Iglesia.
Doctrina y Convenios 90:7–10 contiene instrucciones para la Primera Presidencia de preparar a los miembros de la Escuela de los Profetas para predicar el Evangelio en todo el mundo. Lee Doctrina y Convenios 90:11 y considera cómo se está cumpliendo ese versículo hoy en día.
En Doctrina y Convenios 90:12–18 se describen algunas de las responsabilidades de la Primera Presidencia, entre las que está el poner en orden todos los asuntos de la Iglesia. Gracias a que la Primera Presidencia posee las llaves del Reino, serás bendecido al seguir sus enseñanzas.
Doctrina y Convenios 90:19–37
El Señor instruye a los santos en Sion
¿Qué haces cuando las circunstancias de tu vida se ponen difíciles?
Cuando el profeta José Smith recibió la revelación de Doctrina y Convenios 90, él y otros líderes de la Iglesia se hallaban en una situación difícil debido a la escasez de recursos económicos para la Iglesia. Doctrina y Convenios 90:19–37 contiene las instrucciones del Señor a los primeros líderes de la Iglesia en cuanto a cómo manejar las difíciles circunstancias que afrontaban.
Lee Doctrina y Convenios 90:24 y descubre el consejo que puede brindar consuelo a todo aquel que esté pasando por una situación difícil.
Completa el siguiente principio, basándote en la promesa del Señor contenida en el versículo 24: Si diligentemente, siempre, somos y cumplimos con nuestros , todas las cosas obrarán juntamente para nuestro bien.
Escudriñar diligentemente va más allá de leer las Escrituras. El presidente Harold B. Lee dijo: “Ser diligente significa ser industrioso, lo opuesto a ser perezoso, negligente o indiferente. En otras palabras, deben esforzarse para procurar conocer las doctrinas de la Iglesia” (Stand Ye in Holy Places: Selected Sermons and Writings of President Harold B. Lee, 1974, pág. 198).
¿Qué crees que signifique que “todas las cosas obrarán juntamente para vuestro bien” (D. y C. 90:24)?
Esto no significa que no nos acontecerá nada malo. Más bien significa que Dios nos fortalecerá en los tiempos de dificultades, si somos fieles, y que nuestros desafíos nos pueden aportar las experiencias y bendiciones que necesitamos.
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe acerca de una experiencia que hayas tenido tú, o que hayas presenciado en la vida de otra persona, que ejemplifique la veracidad de este principio.
Una hermana miembro de la Iglesia que demostró gran fidelidad en circunstancias difíciles fue Vienna Jaques. Estudia Doctrina y Convenios 90:28–31 y fíjate en las instrucciones específicas que el Señor le dio a ella. Analiza la información siguiente sobre la hermana Jaques, observando la forma en que ella fue fiel a las instrucciones del Señor. Conforme estudias esto, podrías subrayar algunas de las circunstancias difíciles por las que Vienna pasó (trata de reconocer al menos tres).
Vienna Jaques es un ejemplo de la fidelidad de muchos de los primeros Santos de los Últimos Días. Ella nació el 10 de junio de 1787. Luego de conocer a los misioneros en Boston, Massachusetts, EE. UU., viajó hasta Kirtland, Ohio, en 1831. Permaneció allí seis semanas y fue bautizada. A su regreso a Boston, Vienna ayudó a traer a varios miembros de su familia a la Iglesia. Luego “liquidó su negocio y regresó a Kirtland para unir su destino al de la Iglesia para siempre” (“Home Affairs”, Woman’s Exponent, 1º de julio de 1878, pág. 21). En 1833, Vienna consagró todas sus posesiones a la Iglesia, entre ellas $1400 dólares, en un tiempo en que se necesitaba dinero con urgencia. Después viajó a Misuri para recibir su heredad en Sion. Sin embargo, poco después de su llegada sufrió persecución junto con los santos. Tras ser expulsada de su casa en Misuri, estuvo atendiendo a los enfermos en el Campo de Sion. Heber C. Kimball escribió: “Fui tratado con gran bondad… por la hermana Vienna Jaques, quien atendió mis necesidades y las de mis hermanos; que el Señor la recompense por su bondad” (“Extracts from H. C. Kimball’s Journal”, Times and Seasons, 15 de marzo de 1845, págs. 839–840).
Mientras se encontraba en Misuri, Vienna Jaques se casó con Daniel Shearer. En 1847, a la edad de 60 años, viajó hacia el Oeste hasta Utah, conduciendo su propio carromato a través de las planicies. Se estableció en Salt Lake City y hasta el fin de sus días trabajó con ahínco para sostenerse económicamente y para estudiar diligentemente las Escrituras. La hermana Jaques murió el 7 de febrero de 1884, a la edad de 96 años. Su obituario decía: “Ella fue fiel a sus convenios y estimó la restauración del Evangelio como un tesoro invalorable” (“In Memoriam”, Woman’s Exponent, 1º de marzo de 1884, pág. 152; véase también Susan Easton Black, “Happiness in Womanhood”, Ensign, marzo de 2002, págs. 12, 14).
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Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras lo que aprendiste del ejemplo de Vienna Jaques acerca de las tribulaciones y la fidelidad.
Doctrina y Convenios 91
El Salvador manda a José Smith no traducir los libros apócrifos
¿Cómo puedes saber si es cierto algo que leíste en internet, en un periódico o en una revista? La revelación registrada en Doctrina y Convenios 91 da instrucciones al profeta José Smith sobre cómo discernir si algo que él estuviera leyendo era verdadero. Lee la introducción de la sección y busca lo que José Smith estaba haciendo cuando recibió esta revelación.
Los libros apócrifos son una colección de libros sagrados del pueblo judío que no fueron incluidos en la Biblia hebrea, pero fueron incluidos en la traducción griega de la Biblia en la época de Jesucristo. Algunos de los libros cubren el periodo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Siglos después, cuando los antiguos cristianos compilaron los libros de la Biblia, incluyeron los libros apócrifos, pero surgieron interrogantes en cuanto a si debían considerarse parte de las Escrituras. El ejemplar de la Biblia que utilizó José Smith cuando trabajó en la traducción inspirada contenía los libros apócrifos. Sin embargo, como estaba en entredicho la validez de esos libros, José preguntó al Señor si debía incluirlos en su traducción de la Biblia.
Lee Doctrina y Convenios 91:1–3 y busca lo que el profeta José Smith aprendió acerca de los libros apócrifos. Interpolaciones son adiciones a un manuscrito que a veces alteran el significado y corrompen el texto original.
Lee Doctrina y Convenios 91:4–6 y descubre cómo aquellos que lean los libros apócrifos pueden saber lo que hay verdadero en ellos.
De estos versículos podemos aprender la siguiente verdad: El Espíritu Santo nos puede ayudar a saber si lo que leemos es verdadero.
El presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, enseñó:
“Ahora como nunca antes en la historia del mundo tenemos un acceso más fácil a más información: alguna es verdadera, otra es falsa, y la mayoría es parcialmente verdadera.
“Por consiguiente, nunca en la historia del mundo ha sido más importante saber cómo discernir correctamente entre la verdad y el error…
“El Espíritu Santo es un revelador; es el Consolador que nos enseña ‘la verdad de todas las cosas’…
“El testimonio de la verdad que brinda el Espíritu Santo está disponible para todos, en todas partes, alrededor del mundo. Todos los que procuren conocer la verdad, que la estudien en la mente, y que ‘[pidan] con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, [conocerán] la verdad… por el poder del Espíritu Santo’ [Moroni 10:4]” (“¿Qué es la verdad?”, Devocional del Sistema Educativo de la Iglesia, 13 de enero de 2013, págs. 3, 6; speeches.byu.edu).
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe acerca de una experiencia en la que el Espíritu Santo te confirmó que algo que leíste era verdadero.
Doctrina y Convenios 92
Se debe recibir a Frederick G. Williams en la Firma Unida
La revelación contenida en Doctrina y Convenios 92 mandaba a los líderes de la Iglesia que formaban parte de la Firma Unida (que también se llamó la Orden Unida) que aceptaran a Frederick G. Williams en la firma. Lee Doctrina y Convenios 92:1–2 y averigua la forma en que el Señor quería que actuara el hermano Williams en calidad de miembro de la firma.
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“Un miembro activo” de un grupo es uno que participa y está comprometido. Escoge dos o más de las siguientes situaciones, y escribe en tu diario de estudio de las Escrituras lo que “un miembro activo” de la Iglesia haría en esas situaciones.
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Un hombre joven ha sido asignado como maestro orientador.
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Una joven ha sido llamada como presidenta de una clase de las Mujeres Jóvenes, o un joven como presidente de un cuórum del sacerdocio.
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Un joven (o una joven) es alumno de una clase de la Escuela Dominical.
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Un joven (o una joven) es vecino de un matrimonio mayor.
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Medita en lo que puedes hacer para ser un miembro activo de la Iglesia en el presente.
En Doctrina y Convenios 92:2, el Señor también enseñó a Frederick G. Williams lo que debía hacer para ser “bendecido para siempre”. Quizás desees marcar esa instrucción en tu ejemplar de las Escrituras.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Doctrina y Convenios 90–92 y he terminado esta lección el (fecha).
Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: