Unidad 22: Día 1
Doctrina y Convenios 101:43–101; 102
Introducción
Entre el 16 y el 17 de diciembre de 1833, el profeta José Smith recibió una revelación concerniente a los santos de Misuri, los cuales habían tenido que huir de su hogar para escapar de la persecución. Muchos de ellos se vieron forzados a dejar atrás todas sus posesiones. La revelación que recibió el Profeta, registrada como Doctrina y Convenios 101, cubre tres lecciones. Esta lección, la tercera, incluye la parábola del Noble y los Olivos, que enseña la voluntad del Señor concerniente a la redención de Sion. Contiene también el consejo del Señor de que continuara el recogimiento de los santos y que estos procuraran que se administrara justicia a los que cometieron crímenes en su contra.
Doctrina y Convenios 101:43–62
El Señor da la parábola del Noble y los Olivos
Una parábola es “un relato sencillo que se emplea para ilustrar o enseñar una verdad o un principio espiritual. En la parábola, se compara un objeto o acontecimiento común con una verdad” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Parábola”; escrituras.lds.org). Probablemente recuerdes algunas parábolas que el Salvador enseñó durante Su ministerio terrenal: la del Buen Samaritano, la del Hijo Pródigo, la de las Diez Vírgenes, entre otras.
En la lección de hoy, estudiarás la parábola del Noble y los Olivos, que el Salvador comunicó por intermedio del profeta José Smith.
Mientras estudias esta parábola, considera la siguiente declaración del élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Las parábolas [del Salvador] tenían múltiples significados y aplicaciones según la madurez espiritual del oyente. Contenían un mensaje tanto para los niños como para los eruditos en las Escrituras” (“Scripture Reading and Revelation”, Ensign, enero de 1995, pág. 8). Busca varios significados y aplicaciones en esta parábola.
El Señor dio la parábola del Noble y los Olivos para que Su pueblo entendiera Su “voluntad en cuanto a la redención de Sion” (D. y C. 101:43). Lee Doctrina y Convenios 101:44–45 y busca lo que el noble en la parábola mandó hacer a sus siervos.
¿Por qué quería el noble que hubiera centinelas en la viña? ¿Por qué quería un atalaya en la torre?
Lee Doctrina y Convenios 101:46–50 y determina hasta qué punto los siervos del noble siguieron sus instrucciones. (Conforme leas el versículo 50, puede resultar conveniente que sepas que la frase “discordaban entre sí” significa que los siervos no estaban de acuerdo o tenían conflictos entre ellos).
¿Por qué fracasaron los siervos en construir la torre?
Lee Doctrina y Convenios 101:51 y descubre lo que pasó por no haberse construido la torre.
Lee las palabras del noble a sus siervos en Doctrina y Convenios 101:52–54. Según el versículo 54, ¿por qué estaba enojado el noble de que sus siervos no hubiesen construido la torre?
¿De qué manera se relacionan los acontecimientos descritos en esa parábola con lo que les aconteció a los santos en Misuri?
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo podría relacionarse la torre de la parábola con el templo que los santos no habían construido en el condado de Jackson, Misuri?
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cuáles son algunos principios en esta parábola que se aplican a tu vida? (Al responder esta pregunta, toma en cuenta las siguientes doctrinas y principios: Cuando obedecemos los mandamientos del Señor, recibimos fortaleza para resistir a los enemigos espirituales y físicos. Los profetas son los atalayas en la torre que nos advierten de los peligros que se avecinan. Mediante la obra del templo, nos preparamos para resistir al adversario).
Lee Doctrina y Convenios 101:55, donde el noble de la parábola da instrucciones a un siervo. A continuación, lee Doctrina y Convenios 103:21. ¿A quién representa este siervo en la parábola?
Lee Doctrina y Convenios 101:56–62 y busca qué mandó hacer el noble a este siervo, dado que el enemigo había destruido parte de su viña. José Smith siguió la instrucción de esa parábola. Organizó un grupo llamado Campo de Sion para ir a redimir la tierra de Sion. Llegaron a Misuri seis meses después de que se recibió esta parábola. Aprenderás más acerca del Campo de Sion cuando estudies Doctrina y Convenios 103 y 105.
Doctrina y Convenios 101:63–75
El Señor amonesta a los santos a que continúen la obra de recogimiento
Aun cuando los santos habían sido expulsados del condado de Jackson, Misuri, el Señor les mandó que continuaran edificando Su Reino. Lee Doctrina y Convenios 101:63–64 y observa lo que el Señor prometió seguir haciendo.
En esta revelación, el Señor se refirió a la parábola del Trigo y la Cizaña, en la que describió el recogimiento de Su pueblo (véase también Mateo 13:24–30, 36–43). Lee Doctrina y Convenios 101:65–66 y encuentra los siguientes elementos de la parábola: graneros, trigo y cizaña.
En la antigüedad, los graneros eran lugares donde se juntaba y almacenaba el trigo para protegerlo. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dio un significado simbólico de la palabra graneros de esta parábola. Él dijo: “Los graneros son los santos templos” (“Honorablemente [retener] un nombre y una posición”, Liahona, mayo de 2009, pág. 97). La cizaña es una maleza que tiene el aspecto de trigo cuando está brotando.
Como ayuda para entender esta parábola, podrías escribir estas interpretaciones en tu ejemplar de las Escrituras: graneros = santos templos; trigo = los justos; cizaña = los inicuos.
En la parábola, se recoge el trigo en los graneros. ¿De qué manera recogemos a las personas en el templo?
Llena los espacios en blanco para expresar un principio que enseña esta parábola: A congregarnos en el , recibimos protección y nos preparamos para .
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué manera las ordenanzas y los convenios del templo te brindan protección y te preparan para la vida eterna?
En Doctrina y Convenios 101:67–75, leemos que aunque los santos fueron obligados a salir del condado de Jackson, Misuri, el Señor les aconsejó que siguieran comprando propiedades allí.
Doctrina y Convenios 101:76–101
El Señor aconseja a los santos que sigan buscando una forma de regresar a sus hogares en Misuri
Además de mandar a los santos que comprasen propiedades, el Señor les dijo: “sigan insistiendo para obtener indemnización” por las acciones de los que los habían perseguido (véase D. y C. 101:76). En otras palabras, Él les dijo que procuraran que el sistema legal del gobierno les administrase justicia. Lee Doctrina y Convenios 101:76–80 y averigua el sistema de leyes que permitiría a los santos obtener ayuda de los líderes gubernamentales.
De acuerdo con esos versículos, ¿por qué desea el Señor que se conserve la Constitución de los Estados Unidos?
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En Doctrina y Convenios 101:78, presta atención a las frases: “albedrío moral” y “responda por sus propios pecados”. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿Por qué el rendir cuentas, o sea, ser responsables por nuestros actos, es una parte importante del albedrío?
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¿Qué le dirías a alguien que te dijera: “Soy libre de hacer lo que quiera”?
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Completa la siguiente doctrina: Dios nos ha dado el albedrío, el poder de escoger, pero somos de nuestras decisiones.
El Señor utilizó una tercera parábola para alentar a los santos a procurar la ayuda de los líderes gubernamentales. Se encuentra en Doctrina y Convenios 101:81–84. (Encontrarás otra versión de esta parábola en Lucas 18:1–8). Al leer Doctrina y Convenios 101:81–84, piensa en cómo se aplicaba esta parábola a los santos de Misuri. Tal como aparece la parábola en esta revelación, la viuda representa a los miembros de la Iglesia. El juez puede representar a los líderes gubernamentales, a quienes los santos acudirían para pedir ayuda.
Lee Doctrina y Convenios 101:85–88 para ver cómo aplicó el Señor esta parábola a los santos que habían sido expulsados de sus hogares.
Los santos siguieron la admonición del Señor. Pidieron a Daniel Dunklin, gobernador de Misuri, que les proporcionase protección militar cuando ellos regresaran a sus hogares. Él rehusó hacerlo, alegando que la ley no lo autorizaba a hacer tal cosa. Entonces, pidieron al presidente de los Estados Unidos, Andrew Jackson, que les fuesen restauradas sus viviendas y sus posesiones, y que les garantizara protección; mas él no los ayudó. En aquel tiempo, los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos pensaron que las autoridades del estado [de Misuri] debían gestionar esos asuntos. Los santos se dirigieron también a la legislatura del estado de Misuri, pero esos políticos tampoco quisieron ayudar.
Lee rápidamente Doctrina y Convenios 101:89–91 y fíjate en lo que dijo el Señor sobre cómo responsabilizaría a los líderes gubernamentales si negaban su ayuda a los santos. A continuación, lee Doctrina y Convenios 101:92–95 y busca qué pidió el Señor que hicieran los santos en favor de sus líderes gubernamentales.
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué aprendes en Doctrina y Convenios 101:92 acerca del Señor?
Al examinar estos versículos y escribir acerca del versículo 92, tómate tiempo para meditar en el amor y la misericordia del Señor. Observa que Él no desea castigar a las personas; Él quiere que todas las personas se arrepientan para que Él pueda tener misericordia de ellas.
En Doctrina y Convenios 101:96–101, leemos el consejo del Señor a los santos de conservar sus propiedades en el condado de Jackson aunque no se les permitiera vivir allí. Esos versículos contienen una promesa del Señor de que si los santos vivían dignamente, algún día estarían en posición de vivir allí.
Doctrina y Convenios 102
El Señor instruye al sumo consejo en cuanto al procedimiento para resolver dificultades serias
Doctrina y Convenios 102 contiene las instrucciones del Señor sobre cómo pueden los presidentes de estaca, con la ayuda de sus consejeros y los miembros del sumo consejo, llevar a cabo consejos disciplinarios para personas que han cometido pecados graves. “Los propósitos de los consejos disciplinarios son (1) salvar las almas de los transgresores, (2) proteger a los inocentes y (3) salvaguardar la pureza, la integridad y el buen nombre de la Iglesia” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 47). El Señor reveló Su voluntad a los que presiden sobre los consejos disciplinarios.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Doctrina y Convenios 101:43–101; 102 y he terminado esta lección el (fecha).
Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: