Unidad 19: Día 4
Doctrina y Convenios 89
Introducción
El 27 de febrero de 1833, en respuesta a las preguntas del profeta José Smith concerniente al uso de tabaco durante las reuniones por parte de los hermanos del sacerdocio, el Señor dio la revelación que está en Doctrina y Convenios 89, conocida como la Palabra de Sabiduría. En ella, el Señor advirtió contra el uso de sustancias dañinas y alentó el consumo de alimentos saludables. El Señor también prometió que quienes observen la Palabra de Sabiduría recibirán bendiciones tanto físicas como espirituales.
Doctrina y Convenios 89:1–3
José Smith presenta la revelación conocida como la Palabra de Sabiduría
¿Le has explicado alguna vez a alguien por qué no bebes bebidas alcohólicas, té ni café y no usas tabaco? Si es así, ¿recuerdas qué le dijiste y cómo reaccionó esa persona? Esta lección te ayudará a comprender mejor la Palabra de Sabiduría y a estar preparado para explicarla a los demás.
En el invierno de 1833, unos veinte hermanos del sacerdocio comenzaron a reunirse en el aposento alto de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio, para asistir a la Escuela de los Profetas. “En la reunión de la escuela que se llevó a cabo el 27 de febrero de 1833, el Profeta recibió una revelación importante. En los primeros años de la Iglesia, en la sociedad y entre los miembros de la Iglesia, era común el consumo de bebidas alcohólicas, así como de té, café y tabaco. El Profeta se sintió preocupado al observar el consumo de tabaco entre los hermanos. Brigham Young comentó lo siguiente: ‘Cuando se reunían en aquel cuarto después del desayuno, lo primero que hacían era encender la pipa y, mientras fumaban, hablaban de los grandes asuntos del reino… Muchas veces, al entrar el Profeta en la habitación para dar instrucciones a los de la escuela, se encontraba envuelto en una nube de humo de tabaco; eso, y las quejas de su esposa por tener que limpiar un piso tan sucio [de los que mascaban tabaco] hizo que el Profeta meditara sobre el asunto y preguntara al Señor con respecto a la conducta de los élderes que empleaban tabaco; la revelación que se conoce como la Palabra de Sabiduría fue el resultado de su indagación’” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 277).
Lee la introducción de Doctrina y Convenios 89 y busca lo que hizo el profeta José Smith como reacción ante el uso de tabaco por parte de los hermanos. Luego lee Doctrina y Convenios 89:1–3 y busca las palabras y frases que describen los propósitos del Señor al dar esta revelación.
Tal vez hayas visto que uno de los propósitos de esta revelación está relacionado con nuestra salvación temporal, la cual tiene que ver con nuestro bienestar físico.
Observa en Doctrina y Convenios 89:2 que la Palabra de Sabiduría no se dio inicialmente como mandamiento. El presidente Joseph F. Smith explicó: “En aquel momento… si [la Palabra de Sabiduría] se hubiera recibido como mandamiento habría puesto bajo condenación a toda persona habituada al consumo de esos productos nocivos. De manera que el Señor fue misericordioso y les dio la oportunidad de vencer el mal hábito antes de poner a los miembros bajo el peso de la ley” (en Conference Report, octubre de 1913, pág. 14).
Por ese motivo, debemos cuidarnos de no juzgar a algunos de los primeros líderes y miembros de la Iglesia que, aun después de revelada la Palabra de Sabiduría, utilizaron sustancias que están prohibidas hoy en día. A lo largo de los primeros años de la historia de la Iglesia, los líderes invitaron a los santos a vivir más plenamente la Palabra de Sabiduría. En la conferencia general de octubre de 1851, el presidente Brigham Young propuso que todos los santos hicieran un convenio formal de abstenerse del consumo de té, café, tabaco y whisky. El 13 de octubre de 1882, el Señor le reveló al presidente John Taylor que la Palabra de Sabiduría debía considerarse como mandamiento. En 1919, la Primera Presidencia, bajo el presidente Heber J. Grant, hizo que la observancia de la Palabra de Sabiduría fuese un requisito para recibir la recomendación para el templo. La Palabra de Sabiduría sigue siendo un mandamiento importante en la actualidad y obedecerlo es un requisito previo para el bautismo, la asistencia al templo, el servicio misional y otros tipos de servicio digno en la Iglesia.
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Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras la frase: Un principio con promesa (de D. y C. 89:3) como se muestra a continuación. Deja algún espacio para escribir los principios y las promesas de esta revelación debajo de las dos partes de la frase. Quizás desees también marcar esa frase en tu ejemplar de las Escrituras.
Un principio
con promesa
Doctrina y Convenios 89:4–9
El Señor amonesta a los santos a no consumir bebidas alcohólicas, tabaco, té ni café
¿Has pescado alguna vez?
¿De qué maneras trata alguien que está pescando de engañar a un pez para que muerda el anzuelo?
¿Por qué tratarían algunas personas de persuadirte a consumir sustancias que el Señor ha prohibido? ¿Qué señuelos o métodos emplean para intentar persuadirles a ti y a otras personas de consumir esas sustancias? Lee Doctrina y Convenios 89:4 y determina quién, según advirtió el Señor, intentaría engañar a los santos en los últimos días.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, debajo del encabezado “Un principio”: Por motivo de los designios malvados de hombres conspiradores en los últimos días, el Señor nos advierte contra el uso de sustancias dañinas.
La siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson nos permite comprender que uno de los designios de hombres malvados y conspiradores es obtener ganancias por medio de la venta de sustancias adictivas:
“El Señor previó la situación de hoy en día cuando la ambición del dinero llevaría a hombres conspiradores a persuadir a los demás a consumir sustancias nocivas. La propaganda de la cerveza, el vino, licores, café, tabaco y otras sustancias dañinas es muestra de lo que previó el Señor. Pero el ejemplo más pernicioso de maligna conspiración en el presente lo representan los que inducen a los jóvenes a usar drogas.
“Mis hermanos y hermanas jóvenes, con todo amor les advertimos que Satanás y sus emisarios se esforzarán por persuadirlos a usar sustancias perjudiciales porque saben bien que si las usan, se inhibirá el poder espiritual de ustedes y ustedes caerán en su maligno poder. Consérvense alejados de los lugares y las personas que podrían ejercer influencia en ustedes para que quebranten los mandamientos de Dios. Guarden los mandamientos de Dios y tendrán la sabiduría para saber y discernir lo que es malo” (véase “Un principio con una promesa”, Liahona, julio de 1983, pág. 79).
Lee Doctrina y Convenios 89:5–9 y busca las sustancias que el Señor advirtió a los santos que no consumieran. Si lo deseas, marca lo que encuentres. (Los líderes de la Iglesia han aclarado que el término “bebidas calientes” se refiere al té y al café). ¿De qué manera son nocivas las sustancias mencionadas en los versículos 5–9?
Observa que en Doctrina y Convenios 89:7–8 dice que el alcohol y el tabaco tienen usos apropiados así como usos indebidos. En la actualidad existen otras sustancias que se pueden emplear indebidamente, de manera que llegan a ser nocivas y adictivas. Los líderes de la Iglesia han advertido contra el uso de “cualquier bebida, droga, sustancia química o práctica peligrosa que se utilice con el fin de provocar una sensación o estado de euforia que puedan dañar tu cuerpo o tu mente. Algunos ejemplos son la marihuana, las drogas duras, el abuso de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella, y las sustancias químicas domésticas” (Para la Fortaleza de la Juventud, librito, 2011, pág. 26).
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Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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¿En qué sentido son las adicciones como señuelos que utiliza un pescador para atrapar peces?
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¿Por qué dañan las adicciones nuestro progreso eterno?
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¿De qué forma has sido bendecido por la advertencia contra las sustancias adictivas y nocivas?
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Serás bendecido si decides ahora que nunca consumirás sustancias contrarias a la Palabra de Sabiduría.
Doctrina y Convenios 89:10–17
Dios alienta el uso de las hierbas, las frutas, la carne y los granos
Lee Doctrina y Convenios 89:10–17 y ve lo que el Señor nos alienta a comer. Tal vez desees marcar lo que encuentres. Según el versículo 11, ¿cuál debe ser nuestra actitud al participar de esos alimentos saludables?
Es conveniente que sepas que “con prudencia” significa con sabiduría y cuidado. Una dieta desbalanceada o excesiva, incluso de buenos alimentos, puede resultar perjudicial.
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe un principio acerca de los alimentos saludables debajo del encabezado “Un principio”.
Se puede encontrar un ejemplo del uso prudente de los alimentos en la instrucción que dio el Señor concerniente a la carne en Doctrina y Convenios 89:12–13. La palabra limitadamente sugiere que la carne ha de consumirse con moderación.
Doctrina y Convenios 89:18–21
El Señor promete salud, sabiduría y protección a los que obedecen la Palabra de Sabiduría
En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe lo siguiente debajo del encabezado “Promesa”: Si observamos la Palabra de Sabiduría, el Señor nos bendecirá con…
Lee Doctrina y Convenios 89:18–19 y busca algunas de las bendiciones que puedes recibir al guardar la Palabra de Sabiduría.
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Utiliza lo que aprendiste en los versículos 18–19 para completar parcialmente la oración que escribiste en tu diario de estudio de las Escrituras. (Deja espacio para agregar más después). A continuación, responde la siguiente pregunta: ¿De qué manera el observar la Palabra de Sabiduría nos permite obtener sabiduría y conocimiento?
El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó uno de los propósitos fundamentales de la Palabra de Sabiduría:
“He llegado a creer que el propósito fundamental de la Palabra de Sabiduría está íntimamente ligado a la revelación…
“Si una persona que se encuentra presa de los efectos de las mencionadas substancias apenas puede entender unas simples palabras, ¿cómo podrá percibir los susurros del Espíritu que apelan a sus sentimientos más delicados?
“Pese a lo valioso de la Palabra de Sabiduría como ley de salud, puede resultarles de mayor valor en lo espiritual que en lo físico” (véase “El don de saber escuchar”, Liahona, enero de 1980, pág. 30).
Piensa en cómo la obediencia a la Palabra de Sabiduría te ha permitido disfrutar de la compañía del Espíritu Santo, el cual revela sabiduría y conocimiento a los fieles.
Lee Doctrina y Convenios 89:20–21 y encuentra otras bendiciones que se reciben al observar la Palabra de Sabiduría. (Doctrina y Convenios 89:18–21 es un pasaje del Dominio de las Escrituras. Tal vez desees marcarlo de una forma especial para poder localizarlo fácilmente después).
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De lo que has aprendido en estos versículos, agrega otras bendiciones a la oración bajo el encabezado “Promesa” en tu diario de estudio de las Escrituras. (Recuerda que esta promesa de protección divina puede referirse tanto a la protección física como la espiritual). Ahora escribe una respuesta a esta pregunta: ¿Cuándo se han cumplido las promesas expresadas en Doctrina y Convenios 89:18–21 en tu vida o en la de alguien que conozcas?
Considera el fijarte una meta de observar mejor la Palabra de Sabiduría.
Dominio de las Escrituras: Doctrina y Convenios 89:18–21
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Copia la siguiente tabla en tu diario de estudio de las Escrituras, tal como se muestra:
Salud
Sabiduría
Fortaleza
Protección
Escoge uno de los versículos, y durante unos minutos, trata de memorizarlo. Ve si puedes decirlo de memoria a tu familia o a un amigo. Para memorizar el pasaje completo, podrías escoger otros versículos y programar un tiempo más adelante para memorizarlos.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Doctrina y Convenios 89 y he completado la lección el (fecha).
Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: