Unidad 25: Día 2
Doctrina y Convenios 113–114
Introducción
Al llegar a Far West, Misuri, en marzo de 1838, el profeta José Smith recibió la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 113. En esa revelación, el Señor respondió preguntas acerca de ciertos pasajes del libro de Isaías. El 17 de abril de 1838, José Smith recibió la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 114. En esa revelación, el Señor mandó a David W. Patten, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, que se preparara para servir en una misión.
Doctrina y Convenios 113
El Señor responde preguntas acerca de algunos pasajes del libro de Isaías
¿A veces te resulta difícil entender lo que lees en las Escrituras?
Algunas profecías en las Escrituras utilizan símbolos que son difíciles de comprender. En Far West, Misuri, unos hermanos le pidieron al profeta José Smith que aclarara algunos pasajes del libro de Isaías. Las respuestas a esas preguntas, tal como las reveló el Señor, se encuentran en Doctrina y Convenios 113.
Isaías
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Anota en tu diario de estudio de las Escrituras las preguntas formuladas en Doctrina y Convenios 113 y haz un resumen de las respuestas del Señor.
En Doctrina y Convenios 113:1–2, está claro el significado del tronco. La siguiente información te puede ayudar a entender ese símbolo: Jesucristo fue un descendiente de la casa de Isaí, el padre de David. La palabra tronco en Isaías 11:1 es la traducción de una palabra hebrea que designa al tronco de un árbol que ha sido plantado, o a la parte de este que queda unida a la raíz cuando lo cortan por el pie.
Medita en los significados de la vara y de la raíz que se mencionan en Doctrina y Convenios 113:3–6. Analiza la siguiente interpretación del élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “¿Estamos equivocados al decir que el profeta que aquí se menciona es José Smith, que recibió el sacerdocio y las llaves del Reino y que levantó el estandarte para el recogimiento del pueblo del Señor en nuestra dispensación? ¿Acaso no es él asimismo el ‘siervo en las manos de Cristo, que en parte desciende de Isaí, así como de Efraín, o sea, de la casa de José, a quien se ha dado mucho poder’? (D. y C. 113:4–6). Quienes tengan los oídos en sintonía con los susurros del Infinito sabrán el significado de esas cosas” (The Millennial Messiah: The Second Coming of the Son of Man, 1982, págs. 339–340).
¿Cuáles son algunas de las cosas que José Smith ha hecho como “un siervo en las manos de Cristo” (D. y C. 113:4)?
Al meditar sobre el significado de las raíces, estudia Doctrina y Convenios 113:5–6.
¿De qué modo representan las raíces a José Smith?
Completa la siguiente declaración de doctrina basándote en lo que aprendes en el versículo 6: José Smith recibió las llaves del Reino y será por y para en los postreros días. Podrías correlacionar el versículo 6 con Doctrina y Convenios 110:11.
Después que el Señor revelara las respuestas a las preguntas acerca de Isaías 11, Elias Higbee formuló preguntas en cuanto a Isaías 52.
Estudia Doctrina y Convenios 113:7–10, y completa el siguiente cuadro:
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¿De qué debemos vestirnos? |
¿Qué promete el Salvador a quienes vuelvan a Él? |
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¿Qué crees que quiera decir eso? |
¿Qué crees que signifique eso para los esparcidos de Israel? |
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Doctrina y Convenios 114
El Señor manda a David W. Patten prepararse a servir en una misión
Una persona a la que el Señor escogió para ayudar a fortalecer a Sion fue un hombre llamado David W. Patten.
David W. Patten se unió a la Iglesia el 15 de junio de 1832. Fue ordenado Apóstol en 1835. Tenía el don de sanación, y era un hombre de gran valor y poder. No tenía miedo de defender su fe y al profeta José Smith. En la defensa de los santos de los ataques de las turbas de Misuri, se llegó a conocer a David Patten como el “Capitán sin miedo” (véase Lycurgus A. Wilson, Life of David W. Patten: The First Apostolic Martyr, 1900, págs. 5–8, 14–17, 48–49, 62).
El élder Patten solicitó al profeta José Smith que pidiera una revelación para él. Lee Doctrina y Convenios 114:1 y busca lo que el Señor deseaba que el élder Patten hiciera.
En el otoño de 1838, seis meses después de recibir la revelación en la que se mandó al élder Patten que se preparar para servir en una misión, él participó en la batalla del río Crooked, cerca de los asentamientos de los santos en el centro oeste de Misuri. El 25 de octubre de 1838, las turbas atacaron las casas de varios miembros, ordenándoles que se marcharan del estado y llevándose a tres hombres como prisioneros. Al enterarse de que la turba planeaba asesinar a los prisioneros esa noche, la milicia de los santos organizó dos grupos para rescatarlos. El élder David W. Patten dirigió uno de los grupos. Poco antes del amanecer, cuando la compañía del élder Patten se disponía a cruzar el río Crooked, varios integrantes de la turba, que se ocultaban en la zona, abrieron fuego contra ellos. Se produjo un rápido enfrentamiento, en el que hubo varios heridos en ambos bandos, entre ellos el élder Patten.
La batalla del río Crooked, Misuri
El élder Patten falleció varias horas después. Su fe en el Evangelio restaurado fue tal que en una ocasión había expresado al profeta José Smith su deseo de sufrir la muerte de un mártir. “El Profeta, sumamente conmovido, demostró un gran pesar, ‘porque’, le respondió al hermano Patten, ‘cuando un hombre con fe tan grande como la suya le pide algo al Señor, generalmente lo consigue’”. En el funeral que se realizó en Far West dos días después de la batalla, José Smith le rindió honores, diciendo: “Aquí yace un hombre que ha hecho exactamente lo que dijo que haría: ha dado su vida por sus amigos” (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, segunda edición, Manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, págs. 218–219; citando Life of David W. Patten, pág. 53; History of the Church, tomo III, pág. 175).
Cuando falleció el élder Patten, se encontraba preparándose, mediante su fidelidad, para cumplir una misión. Él también estaba preocupado por los santos, entre ellos varios miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles, que no habían sido fieles. En su lecho de muerte, exclamó: “¡Ojalá ellos estuvieran en mi situación! Porque siento que he guardado la fe, he acabado la carrera. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo [véase 2 Timoteo 4:7–8]”. Y dijo a su esposa: “Hagas lo que hagas, ¡oh, no niegues la fe!” (citado por Heber C. Kimball, en Life of David W. Patten, pág. 69).
Una verdad que podemos aprender de la experiencia de David Patten es que si prestamos atención a las indicaciones del Señor, estaremos preparados para lo que Él haya planificado para nosotros.
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Lee Doctrina y Convenios 114:2 y averigua lo que el Señor dijo que sucederá cuando algunas personas nieguen Su nombre. (En este versículo, el término obispado hace referencia a la responsabilidad de una persona, no a un obispo y sus consejeros. Véanse Salmos 109:9; Hechos 1:20; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Obispo”).
Como algunos miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles no permanecieron fieles, otros fueron llamados a servir en su lugar. Entre los nuevos Apóstoles estaban John Taylor y Wilford Woodruff, que habían servido misiones fielmente en Inglaterra y habían traído a miles de almas al conocimiento del Evangelio restaurado.
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He estudiado Doctrina y Convenios 113–114 y completado la lección el (fecha).
Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: