Lección de estudio individual supervisado
1 Samuel 1:1–15 (Unidad 17).
Introducción
De niño, Samuel sirvió en el tabernáculo bajo el sumo sacerdote Elí. Una noche, Samuel recibió una revelación de Jehová. Samuel aprendió a reconocer la voz de Jehová. Jehová habló por medio de él, y el pueblo lo reconoció como profeta.
Sugerencias para la enseñanza
1 Samuel 3:1–14
Jehová llama a Samuel
Antes de la clase, haga los preparativos para producir varios sonidos diferentes. (Por ejemplo, podría llevar cosas como una campana, un silbato o bloques de madera para golpearlos juntos). Seleccione algunos sonidos que los alumnos puedan reconocer y otros que no puedan reconocer. (En lugar de prepararse para hacer los sonidos, podría grabar las voces de seis individuos, eligiendo algunas personas cuyas voces los alumnos puedan reconocer y otras cuyas voces no puedan reconocer).
Invite a los alumnos a cerrar los ojos antes de cada sonido que se toque (o antes de que oigan las voces grabadas). Después de cada sonido, invítelos a tratar de reconocer el sonido o la voz que escucharon.
Después, pregunte a los alumnos por qué reconocieron algunos sonidos (o voces) y no pudieron reconocer otros. Aliente a los alumnos a buscar, conforme estudien 1 Samuel 3, la voz que el joven Samuel aprendió a reconocer.
Invite a un alumno a leer 1 Samuel 3:1 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar la condición espiritual del pueblo durante la juventud de Samuel.
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¿Qué piensan que significa la frase “la palabra de Jehová era de estima en aquellos días”? (Raras veces se recibían revelaciones de Jehová).
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¿Qué podría indicarnos eso acerca de la condición espiritual del pueblo en ese tiempo?
Pida a algunos alumnos que se turnen para leer en voz alta 1 Samuel 3:2–6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que vea lo que sucedió en el tabernáculo una noche.
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¿Por qué piensan que Samuel no reconoció la voz?
Invite a un alumno a leer 1 Samuel 3:7–10 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para aprender lo que ayudó a Samuel a reconocer la voz de Jehová.
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De acuerdo con el versículo 7, ¿por qué no reconoció Samuel la voz inmediatamente?
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¿Qué aconsejó Elí a Samuel que hiciera si escuchaba de nuevo la voz?
Invite a un alumno a leer 1 Samuel 3:11–14 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que Jehová le dijo a Samuel después de que Samuel reconoció Su voz. Pídales que informen lo que encuentren.
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¿Por qué piensan ustedes que Jehová le habló a Samuel y no a Elí?
Explique que Jehová no estaba complacido con Elí por permitir que la iniquidad en su casa continuara sin corregirse. Jehová le estaba dando también guía e instrucción a Samuel en preparación para su llamamiento como profeta.
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¿Qué aprendemos de la experiencia de Samuel que nos ayude a recibir conocimiento del Señor? (Es posible que los alumnos usen otras palabras, pero asegúrese de que comprendan el siguiente principio: Al incrementar nuestra capacidad de recibir y comprender revelación personal, seremos capaces de reconocer la voz del Señor más fácilmente y recibir Su guía e instrucción).
Si lo desea, explique que aunque Samuel haya escuchado una voz audible, la voz del Señor se manifiesta a Sus hijos con mayor frecuencia mediante la voz de Su Espíritu, la que por lo general no es una voz que se oye, sino que se siente.
Para ayudar a los alumnos a comprender cómo podemos aprender a reconocer la voz del Señor en nuestra vida y recibir Su guía, pida a cada alumno que lea en silencio una de las siguientes referencias y que busque la respuesta a la pregunta correspondiente: (Si lo desea, escriba las referencias y las preguntas en la pizarra o proporcione a cada alumno una hoja de papel con una de las referencias y la pregunta correspondiente escritas en ella).
Después de darles suficiente tiempo, invite a cinco alumnos a leer cada uno en voz alta un diferente bloque de Escrituras y la pregunta correspondiente y luego a responder la pregunta con sus propias palabras.
Pida a la clase que haga una lista en la pizarra de diferentes formas en que el Señor puede hablarnos. Después de que mencionen distintas formas, asegúrese de que comprendan que el Señor puede comunicarse con nosotros mediante visiones, palabras, sueños y algunas veces apariciones. La mayoría de las veces escuchamos Su voz por medio de Sus profetas, las Escrituras y el Espíritu Santo como impresiones, pensamientos e ideas (véase Juan 16:13–15).
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, quien describió la forma en que el Señor se comunica con nosotros a través de Su Espíritu:
“El Espíritu no atrae nuestra atención por medio de gritos ni de sacudidas bruscas. Por el contrario, nos susurra; nos acaricia tan tiernamente que si nos encontramos demasiado enfrascados en nuestras preocupaciones, quizás no lo percibamos en absoluto…
“En algunas ocasiones tendrá la firmeza necesaria para que le pongamos atención, pero la mayoría de las veces, si no hacemos caso a esa suave impresión, el Espíritu se alejará y esperará hasta que acudamos en Su busca y lo escuchemos” (“Lámpara de Jehová”, Liahona, octubre de 1983, pág. 31).
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¿Cuáles son algunas preocupaciones que pueden impedir que escuchemos y reconozcamos el suave susurro de la voz del Señor?
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¿Cómo han aprendido ustedes a reconocer cuando el Señor les está hablando por medio del Espíritu?
Pida a los alumnos que mediten en una experiencia que hayan tenido cuando reconocieron la voz del Señor y siguieron Su guía. Invite a uno o dos alumnos a compartir sus experiencias con la clase. (Adviértales que se cuiden de compartir experiencias que sean demasiado personales o sagradas).
Invite a los alumnos a anotar en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras lo que consideran que tienen que hacer para llegar a familiarizarse más con la voz del Señor.
Si lo desea, comparta una experiencia que haya tenido en la que reconoció la voz del Señor.
Anime a los alumnos a continuar aprendiendo a reconocer la voz del Señor y a confiar en la guía que Él les da.
Siguiente unidad (1 Samuel 16–2 Samuel 10)
Pida a los alumnos que mediten en las siguientes preguntas: ¿Cuál es el mayor desafío que afrontan en su vida en este momento? ¿Piensan que lo pueden superar? Explique que al estudiar la experiencia de David con un desafío gigante en su vida, aprenderán principios que puedan ayudarlos a superar cualquier desafío que enfrenten. Dígales que también aprenderán las bendiciones de tener un buen amigo, cómo la bondad puede transformar una mala situación en una buena, y la importancia de obedecer al Señor con exactitud.