Lección 150
Amós
Introducción
Amós advirtió a los israelitas que serían destruidos si no se arrepentían. Profetizó que, debido a que los israelitas habían rechazado a los profetas del Señor, el Señor retiraría a los profetas de entre ellos. Amós también advirtió a las naciones que colindaban con Israel y Judá que también serían destruidas.
Sugerencias para la enseñanza
Amós 1–6
Amós profetiza que muchas naciones, incluyendo Judá e Israel, serán destruidas
Pida a los alumnos que mediten en cómo responderían a las preguntas siguientes:
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¿Han tratado alguna vez de advertir a alguien que no hacía caso de su advertencia? ¿Qué le ocurrió a esa persona como resultado de ello?
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¿Ha tratado alguien alguna vez de advertirles pero ustedes no hicieron caso de su advertencia? ¿Qué les sucedió como resultado de ello?
Después de que los alumnos hayan tenido tiempo suficiente para meditar al respecto, invite a algunos a compartir sus respuestas con la clase.
Invite a los alumnos a buscar verdades, a medida que estudian el libro de Amós, que puedan ayudarlos a entender la importancia de hacer caso a las advertencias que nos da el Señor por medio de Sus profetas.
Al presentar el libro de Amós, explique que Amós era un pastor del reino de Judá. Amós fue llamado por el Señor para predicar al Reino del Norte, o Israel, y advertir al pueblo de las consecuencias de sus pecados. Con el fin de ayudar a los alumnos a entender el contexto histórico del ministerio de Amós, si lo desea, invítelos a ubicar “Amós” en el diagrama “Un vistazo a los reinos de Israel y Judá” (véase lección 102).
Al resumir Amós 1–2 explique que Amós profetizó que vendría la destrucción sobre muchas naciones a causa de su iniquidad. Invite a un alumno a leer Amós 2:4–6 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para buscar los dos reinos que el Señor dijo que destruiría y por qué. (Si lo desea, explique que la frase “por tres transgresiones… y por la cuarta” no se refiere a un número específico de pecados sino que sugiere que la iniquidad de esas naciones era muy grande; un cierto grado de iniquidad habría justificado su destrucción, pero habían pecado muy por encima de aquel grado (véase El Antiguo Testamento, manual para el alumno: 1 Reyes–Malaquías, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1983, pág. 90).
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¿Quién dijo Amós que sería destruido?
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¿Qué pecados habían cometido los pueblos de Judá e Israel?
Invite a un alumno a leer Amós 2:10–11 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cómo les recordó el Señor a los israelitas lo que Él había hecho por ellos.
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¿Qué había hecho el Señor para ayudar a los israelitas?
Explique que el Señor había levantado profetas y nazareos para ayudar al pueblo de Israel (véase Amós 2:11). El término nazareo proviene de una palabra hebrea que significa consagrado o dedicado. (No hay ninguna relación con la ciudad de Nazaret, donde vivió el Salvador). Los nazareos se dedicaban por completo al Señor durante un cierto período de su vida. El voto nazareo podía durar poco o mucho tiempo. Como parte de ese voto, no bebían vino. (véase Bible Dictionary, “Nazarite”).
Invite a un alumno a leer Amós 2:12 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cuál fue la reacción del pueblo a los nazareos y a los profetas.
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¿Cuál fue la reacción del pueblo de Israel a los nazareos y a los profetas? (Si lo desea, explique que el hecho de que los israelitas alentaran a los nazareos a beber vino era semejante al hecho de que los miembros de la Iglesia de hoy en día alienten a otros miembros de la Iglesia a quebrantar sus convenios).
Escriba las siguientes palabras en la pizarra: No profeticéis.
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¿Qué significa que los israelitas les dijeran a los profetas “No profeticéis”? (Dijeron a los profetas que dejaran de advertirles sobre las consecuencias del pecado y sobre la destrucción inminente de Israel y Judá).
Señale que Amós experimentó personalmente ese rechazo cuando Amasías, un sacerdote inicuo del rey Jeroboam, le dijo que regresara a Judá y dejara de profetizar al pueblo de Israel que sería destruido (véase Amós 7:10–13).
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¿Por qué algunos querrían que los profetas no profetizaran?
Para resumir Amós 2:13–3:2 explique que el Señor expresó pesar por el rechazo de Israel hacia Él y Sus siervos y advirtió al pueblo que no podría librarse de la destrucción. Amós 3:3–8 registra la respuesta del Señor al pueblo, el cual quería que Amós y los demás profetas dejaran de profetizar.
Invite a un alumno a leer Amós 3:7–8 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que el Señor le inspiró a Amós que enseñara a la gente que exigía que los profetas dejaran de profetizar acerca de la destrucción de Israel.
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¿Qué quería el Señor que Su pueblo entendiera? (Él no iba a destruir a Su pueblo sin que antes le advirtiera por medio de Sus profetas).
Con el fin de ayudar a los alumnos a entender el versículo 8, explique que Amós declaró que, al igual que el rugido de un león infunde miedo de forma natural en aquellos que lo escuchan, así también un profeta está obligado a profetizar cuando se lo manda el Señor. Amós comprendió ese concepto y no permitió que las quejas de la gente le impidieran cumplir con su sagrado deber como profeta.
Señale que Amós 3:7 registra una importante doctrina acerca del papel de los profetas en nuestra época, al igual que en la época de Amós.
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¿Qué doctrina acerca de los profetas aprendemos en Amós 3:7? (Los alumnos tal vez utilicen palabras diferentes, pero deben reconocer la siguiente verdad: El Señor revela la verdad por medio de Sus profetas. Borre la declaración “No profeticéis” de la pizarra y en su lugar escriba esta doctrina).
Señale que la Traducción de José Smith de Amós 3:7 sustituye la palabra sin por sino hasta (véase Traducción de José Smith, Amós 3:7 [en Amós 3:7, nota a al pie de página]). Si lo desea, sugiera a los alumnos que anoten ese cambio en el margen junto al versículo 7.
Con el fin de ayudar a los alumnos a entender la importancia de la doctrina que acaban de descubrir, divídalos en grupos pequeños e invítelos a analizar las siguientes preguntas. Podría escribir esas preguntas en la pizarra, repartir hojas de papel con las preguntas impresas o leer las preguntas en voz alta, una a una, haciendo una pausa entre cada una a fin de dar tiempo a los alumnos para que las analicen.
Testifique que el Señor revela lo que tenemos que saber por medio de profetas. Invite a los alumnos a que siempre busquen la guía de los profetas de los últimos días y a que los sigan.
Para resumir Amós 3:9–6:14 explique que Amós siguió advirtiendo al pueblo de su destrucción. También explicó que, pese a que el Señor había hecho uso de hambrunas, sequías, pestes y guerra para enseñar a Su pueblo el error de sus vías pecaminosas, éste no regresó a Él.
Amós 7–9
Amós enseña acerca de otras consecuencias que ocurrirán por rechazar al Señor y a Sus profetas
Explique que a pesar de las advertencias de los profetas, los israelitas siguieron pecando.
Para resumir Amós 7:1–8:10, explique que Amós reiteró su deber al declarar la palabra de Dios y describió otra consecuencia del rechazo a los profetas de Israel. Invite a un alumno a leer Amós 8:11–12 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar qué profetizó Amós que ocurriría.
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¿De qué clase de hambre profetizó Amós? (Sin la revelación mediante un profeta, experimentarían hambre espiritual).
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¿Qué profetizó Amós que haría el pueblo durante esta hambruna?
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¿Qué principio enseña eso acerca de la consecuencia de rechazar a los profetas del Señor? (Tal vez los alumnos utilicen palabras diferentes, pero deben reconocer el siguiente principio: cuando la gente rechaza a los profetas del Señor, se priva de la bendición de escuchar las palabras del Señor).
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¿Qué ejemplos tenemos de épocas en las que la gente se privaba de la bendición de escuchar las palabras del Señor porque rechazaba a Sus profetas?
Explique que la profecía que está en Amós 8:11–12 se ha cumplido durante varios períodos diferentes de la historia (véase versículo 11, nota a al pie de página). Un cumplimiento importante de esa profecía es la Gran Apostasía. Con el fin de ayudar a los alumnos a entender mejor la Gran Apostasía, invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente exposición:
“La Gran Apostasía… ocurrió después que el Salvador estableció Su Iglesia. Después de la muerte del Salvador y de Sus apóstoles, los hombres corrompieron los principios del Evangelio e hicieron cambios desautorizados en la organización de la Iglesia y en las ordenanzas del sacerdocio …
“Durante la Gran Apostasía, la gente quedó sin la dirección divina de profetas vivientes. Se establecieron muchas iglesias, pero éstas no contaban con el poder del sacerdocio para llevar a la gente al verdadero conocimiento de Dios el Padre y de Jesucristo… Esa apostasía duró hasta que nuestro Padre Celestial y Su Hijo Amado se aparecieron a José Smith en 1820 y dieron inicio a la restauración de la plenitud del Evangelio” (Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio, 2004, pág. 18).
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¿Cómo resumirían lo que ocurrió durante la Gran Apostasía?
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¿En qué manera el entender que hubo una apostasía generalizada explica la necesidad de la Restauración? (“Si no hubiese habido una apostasía, no habría habido necesidad de una restauración” [Predicad mi Evangelio, pág. 36]).
Para resumir Amós 9, explique que aunque Amós vio la Gran Apostasía, también vio la Restauración en los últimos días, cuando Israel sería reunido de nuevo y restaurado a la tierra prometida.
Para terminar, si lo desea, repase las verdades que los alumnos han descubierto en la lección. Invite a los alumnos a compartir su testimonio de la importancia de estar atentos a las palabras de los profetas y aliente a los alumnos a seguir sus enseñanzas.
Dominio de las Escrituras:Amós 3:7
Con el fin de ayudar a los alumnos a memorizar Amós 3:7, pídales que apunten los números del uno al cinco en un pedazo de papel. Invítelos a encontrar a otros cinco alumnos y a anotar el nombre de esos alumnos en los cinco espacios del papel. Una vez que los alumnos tengan cinco nombres en el papel, pídales que se reúnan con la primera persona de su lista. Pídales que reciten Amós 3:7 a esa persona (usando las Escrituras si fuera necesario) y permita que el otro alumno recite Amós 3:7 también. Pida después a los alumnos que sigan adelante con el segundo nombre y repitan la actividad. (Si no tiene por lo menos 10 alumnos en clase, podrían reunirse con un número menor de compañeros o repetir la actividad con algunos alumnos). Una vez que los alumnos se hayan reunido con todos los que figuran en su papel, invítelos a recitar Amós 3:7 de memoria todos juntos.