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Lección 143: Ezequiel 38–48


Lección 143

Ezequiel 38–48

Introducción

Ezequiel vio en una visión una gran batalla que precederá a la segunda venida de Jesucristo. También vio en la visión un templo de los últimos días que se construirá en Jerusalén. Vio que fluía agua desde el templo que cruzaba las tierras circunvecinas hasta las aguas del mar Muerto, que se sanaban en ese momento. Muchos de los detalles en cuanto a esas profecías aún no se han revelado.

Sugerencias para la enseñanza

Ezequiel 38–39

Ezequiel profetiza sobre la batalla que precederá a la Segunda Venida

  • Si pudieran elegir dos cosas que les gustaría que el mundo supiera acerca de Jesucristo, ¿cuáles serían? ¿Por qué?

Conforme los alumnos estudien las profecías de Ezequiel que están en Ezequiel 38–48, pídales que busquen lo que el Señor se asegurará de que todos sepan sobre Él como parte de Su segunda venida.

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 38:1–3, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar de quién declaró Jehová que estaba en contra.

Explique que Gog era el rey (o príncipe soberano) de una tierra llamada Magog, ubicada al norte de Jerusalén. Ezequiel usó Gog simbólicamente para representar a un líder inicuo o algunos líderes inicuos que procurarán destruir al pueblo de Dios en los últimos días. Escriba la palabra Jerusalén en el centro de la pizarra. Escriba Gog de Magog encima de la palabra Jerusalén.

Para resumir Ezequiel 38:4–6, explique que Ezequiel profetizó que Gog reuniría un gran ejército de entre muchas naciones. Pida a los alumnos que busquen en el versículo 5 tres países que se juntarían.

  • ¿Qué países se juntaron con Gog?

Explique que la antigua Persia estaba al este de Jerusalén, la antigua Etiopía al sur y la antigua Libia al oeste. Explique que tal vez Ezequiel utilizó esos países simbólicamente a fin de ilustrar que ese ejército provendría de muchas naciones vecinas. Escriba los nombres de esos países en la pizarra y trace flechas desde ellos hasta Gog.

diagram, locations

Para resumir Ezequiel 38:7–14, explique que después que el ejército de Gog se reúna, su objetivo será atacar el reino de Israel, el cual le parecerá indefenso. Esa profecía se refiere al gran conflicto comúnmente llamado la batalla de Armagedón, que precederá la segunda venida de Jesucristo. (Nota: A la batalla del final del Milenio que Juan describió también se la llama la batalla de Gog y Magog; véase Apocalipsis 20:7–9). El ejército de Gog simboliza el gran ejército que atacará Jerusalén. Agregue una flecha grande hacia abajo, desde Gog de Magog hasta Jerusalén, a fin de representar el ataque.

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 38:15–16. Pida a los miembros de la clase que sigan la lectura en silencio para determinar cuál es el propósito del Señor al permitir que el ejército de Gog atacara al pueblo de Jerusalén en los últimos días.

  • ¿Cuál dice Jehová que es Su propósito al permitir que Gog ataque al pueblo de Israel?

diagram, Gog and Magog

Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen la frase “para que las naciones me conozcan”, que está en el versículo 16. Si lo desea, explique que la palabra naciones se refiere a los pueblos que no conocen a Jehová. Explique que la frase “cuando yo sea santificado en ti”, que está en el versículo 16, significa que Jehová se manifestará al apoyar al pueblo de Israel contra el ejército de Gog.

Divida la clase en grupos de dos o tres alumnos e invítelos a turnarse para leer en voz alta Ezequiel 38:18–23 para buscar el modo en que Jehová demostrará Su poder contra el ejército de Gog.

  • ¿De qué modo demostrará Jehová Su poder contra Gog?

  • Según el versículo 23, ¿qué llegarán a saber muchas naciones al atestiguar la destrucción de Gog?

Para resumir Ezequiel 39:1–29, explique que después que sea destruida la mayor parte del ejército de Gog, la casa de Israel necesitará siete meses para sepultar a los muertos y siete años para limpiar tras la batalla. A veces, en las Escrituras, quienes escriben utilizan números de manera simbólica, más allá del significado literal. Así es que quizás el número siete se refiera a que transcurriera un largo tiempo, o a que la tierra volviera a estar completa y sana.

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 39:7, 21–22, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que los hijos de Israel sabrían después de la batalla. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen lo que hallen.

  • ¿Qué sabrán los hijos de Israel después de esa batalla?

  • Según Ezequiel 39:7, ¿qué nombre o título usa Jehová para referirse a sí mismo?

  • ¿Qué verdad sabrá todo pueblo, incluso toda la casa de Israel, con el tiempo y como resultado de esa batalla? (Aunque los alumnos usen otras palabras, deben poder reconocer algo semejante a la siguiente verdad: Todas las personas sabrán que Jesucristo es el Señor).

Ezequiel 40–43

Jehová le muestra a Ezequiel un templo que se edificará en Jerusalén en los últimos días

Explique que en Ezequiel 40–43 leemos que un ángel guió a Ezequiel a lo largo de otra visión tocante a los últimos días.

Invite a los alumnos a leer los encabezados de los capítulos de Ezequiel 40–43 en silencio en busca de lo que vio Ezequiel.

  • ¿Qué vio Ezequiel en la visión?

Explique que el templo que Ezequiel vio es un templo que se edificará en Jerusalén en los últimos días.

Ezequiel 44–48

Jehová revela detalles concernientes al templo que Ezequiel vio

Muestre a los alumnos una lámina de algún templo.

  • ¿Por qué son los templos lugares sagrados o santos?

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 44:5, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer lo que Jehová mandó a Ezequiel hacer a fin de preservar la naturaleza santa del templo.

  • ¿Qué creen que signifique “Pon atención a las entradas de la casa”?

  • ¿De qué modo los líderes del sacerdocio cumplen con un deber similar hoy en día?

Para resumir Ezequiel 44:6–8, explique que Jehová condenó a Israel por no preservar la naturaleza sagrada de Su santa casa. Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 44:9, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber a quiénes no permitía Jehová entrar en Su templo.

  • ¿A quiénes no permitía Jehová entrar en Su templo?

Explique que la frase “extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne”, que está en el versículo 9, se refiere a los que no eran israelitas que no habían hecho convenios de seguir a Jehová.

  • Basándonos en esos versículos, ¿qué principio aprendemos sobre quiénes pueden entrar en la Casa del Señor? (Es posible que los alumnos lo expresen con otras palabras, pero asegúrese de que quede claro que si hacemos convenios con el Señor y los guardamos, Él nos permitirá entrar en Su santa casa).

  • ¿Por qué piensan que el Señor tiene normas que debemos cumplir antes de entrar en Su casa?

  • ¿Qué normas debemos vivir a fin de ser dignos de adorar en el templo?

Invite a los alumnos a imaginarse que se han vestido con ropa de domingo y que están en los jardines del templo. Luego se acercan a la puerta principal del templo y entran. Invítelos a imaginarse cómo se sentirían al saber que son dignos de entrar.

Pida a los alumnos que mediten en las siguientes preguntas:

  • ¿Son dignos en este momento de entrar en la Casa del Señor?

  • ¿Qué cambios pueden hacer para estar más preparados para entrar en la Casa del Señor?

Inste a los alumnos a obedecer la inspiración que sientan para hacerse merecedores de entrar en la Casa del Señor.

Para resumir Ezequiel 44:10–46:24, explique que el mensajero mostró a Ezequiel el modo en que los sacerdotes habían de prepararse para sus deberes del templo y cómo debían desempeñarlos.

Explique que en Ezequiel 47 leemos que se llevó a Ezequiel a la puerta del templo, donde vio en visión un acontecimiento que el profeta José Smith enseñó que ocurriría antes de la segunda venida del Salvador (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 265–266). Esa visión también es una representación simbólica de las bendiciones que se extenderán a todos los que sean dignos de adorar en el templo.

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 47:1, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para buscar lo que Ezequiel vio mientras estaba en la entrada del templo.

  • ¿Qué vio Ezequiel?

Explique que luego Ezequiel vio a un varón con un cordel que midió las aguas que fluían del templo. Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Ezequiel 47:3–5, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que sucedía con el agua conforme ésta corría, alejándose del templo.

  • ¿Qué notó Ezequiel en cuanto al agua a medida que corría alejándose cada vez más del templo?

Para resumir Ezequiel 47:6–7, explique que el mensajero llevó a Ezequiel a orillas del río, donde éste observó que había muchos árboles a lo largo de ambas riberas.

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 47:8, y pida a la clase que averigüe a dónde se dirigía el agua.

  • ¿A dónde se dirigía el agua?

Indique a los alumnos que busquen la fotografía “El desierto de Judea y el mar Muerto” (Fotografías de lugares mencionados en las Escrituras, Nº 3) en el apéndice de la Biblia, y explique que ésa era la zona por la cual corría el agua en la visión de Ezequiel. Indique que el mar que Ezequiel vio era el mar Muerto, que así se llama debido a su falta de capacidad de albergar vida animal o vegetal.

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 47:9, y pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de lo que el agua hará a todo lo que toque.

  • ¿Qué hará el agua a todo lo que toque?

  • ¿Qué nos enseña la visión de Ezequiel sobre las bendiciones que podemos recibir por medio de la adoración en el templo? (Las bendiciones del templo sanan y dan vida a quienes guardan los sagrados convenios que hacen en el templo).

  • ¿Cuáles son algunas de las bendiciones del templo que sanan o dan vida?

  • ¿En qué ocasiones han recibido bendiciones del templo que podrían compararse con aguas que sanan?

Invite a un alumno a leer en voz alta Ezequiel 47:12, y pida a la clase que preste atención al modo en que Ezequiel describió los árboles que estaban en la ribera del río.

  • ¿Cómo puede compararse la descripción de los árboles de la ribera del río con las personas que reciben las bendiciones del templo? (Dichas personas pueden heredar la vida eterna y ayudar a nutrir y sanar a los demás).

Testifique que al adorar al Padre Celestial en el templo, podemos recibir las máximas bendiciones que podemos alcanzar mediante la expiación de Jesucristo, incluso la vida eterna. Tal como lo ilustra la visión de Ezequiel, podemos ser sanados y cambiados.

Para resumir Éxodo 47:13–48:35, explique que Ezequiel oyó la voz de Jehová y vio cómo la tierra prometida se dividiría entre la casa de Israel. Al concluir sus escritos, Ezequiel explicó cómo se llamará Jerusalén después de la segunda venida del Señor (véase Ezequiel 48:35). Según la Traducción de José Smith, “…el nombre de la ciudad desde aquel día será Santa, porque Jehová estará allí”(en Ezequiel 48:35, nota a al pie de página).

Comentarios e información de contexto

Ezequiel 38–39. La batalla de Gog y Magog

La batalla a la que Ezequiel se refería en Ezequiel 38–39 precederá a la segunda venida de Jesucristo. A ésta se la ha denominado tanto la batalla de Gog y Magog como la batalla de Armagedón (véase El Antiguo Testamento: 1 Reyes–Malaquías, Manual para el Alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1983, págs. 297–301). Jeremías, Joel, Zacarías y Juan el Amado profetizaron sobre esa batalla (véase Jeremías 25: 15–38; Joel 2–3; Zacarías 12–14; y Apocalipsis 16:14–21). El élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo tocante a esa batalla:

“1. Nuestro Señor ha de venir de nuevo en medio de la batalla de Armagedón o, en otras palabras, durante el transcurso de la gran guerra entre Israel y Gog y Magog. En la Segunda Venida, todas las naciones de la tierra habrán de estar en guerra, y la lucha tendrá lugar en la zona de Jerusalén y de Armagedón. (Zacarías 11; 12; 13; Apocalipsis 16:14–21). Las profecías no mencionan las naciones modernas que lucharán a favor y en contra de Israel, pero la designación Gog y Magog se da a la combinación de naciones que procuran sojuzgar y destruir al resto del linaje escogido del Señor.

“Los capítulos 38 y 39 de Ezequiel brindan considerables detalles proféticos relativos a esa gran guerra. Se ha de destacar que tendrá lugar ‘en los últimos años’; que se luchará en los ‘montes de Israel’ contra aquellos que se hayan reunido en la tierra de su antigua herencia; que la tierra de Israel estará relativamente desprotegida, será ‘una tierra sin defensa’; que Gog y Magog vendrán ‘de los confines del norte’ en tal cantidad ‘como una nube que cubre la tierra’; que el Señor vendrá entonces y todos los hombres temblarán ante Su presencia; que habrá un terremoto tal como jamás se haya conocido, el cual desmoronará los montes; que descenderán pestilencia, sangre, fuego y azufre sobre los ejércitos; que las fuerzas de Gog y Magog serán destruidas en los montes de Israel; que entonces tendrá lugar la cena del Gran Dios cuando las bestias y aves coman la carne y beban la sangre de los caídos (Apocalipsis 19:17–18; D. y C. 29: 18–21); y que la casa de Israel estará siete meses sepultando a los muertos y siete años quemando las armas de guerra desechadas…

“2. Gog y Magog, esas naciones que se combinan para atacar los planes y designios de Dios, también saldrán a hacer la guerra y rebelarse en la batalla final del gran Dios, la cual ocurrirá tras el final del Milenio más una corta temporada de preparación (Doctrina de Salvación, tomo III, pág. 44)”. (Mormon Doctrine, 2da.edición, 1966, págs. 324–325).

La batalla de Gog y Magog que se describe en Ezequiel 38–39, la cual antecede a la Segunda Venida, a veces se confunde con otra batalla que describió Juan, la cual sucederá al final del Milenio. Juan también denominó esa batalla como la batalla de Gog y Magog (véanse Apocalipsis 20:7–9; D. y C. 88:111–116).

Ezequiel 40–47. El templo de Jerusalén de los últimos días

El profeta José Smith dijo:

“Judá ha de volver, Jerusalén ha de ser reedificada, y el templo, y el agua que sale por debajo del templo y las aguas del Mar Muerto han de ser sanadas [véase Ezequiel 47:1–9]. Se precisará algún tiempo para reedificar las murallas de la ciudad, y el templo… y todo esto debe hacerse antes de que el Hijo del Hombre aparezca” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 265).