Lección de estudio individual supervisado
Moisés 1–4 (Unidad 2)
Introducción
Después que Moisés vio la tierra y sus habitantes en una visión, le preguntó a Dios en cuanto al propósito de Sus creaciones. A medida que los alumnos estudien las respuestas del Señor a dicha pregunta, aprenderán sobre el propósito de la vida, y aumentará su entendimiento y los sentimientos del amor que Dios les tiene.
Sugerencias para la enseñanza
Moisés 1:24–39
Moisés conversa con Dios y aprende el propósito de las creaciones de Dios.
Muestre a los alumnos un recipiente pequeño con arena y otro con agua. Pida a algún alumno que pase al frente del salón y coloque un dedo en el recipiente de agua; luego pídale que entierre el dedo húmedo en el recipiente de arena. (Si el tiempo lo permite, podría pedir a todos los alumnos que hagan lo mismo.) Después pida al alumno que cuente los granos de arena que tiene en el dedo. (La idea es que le resulte difícil hacerlo.) Después que el alumno haya contado por un momento, señale el recipiente de arena y pregunte:
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¿Cuántos granos de arena creen que hay en el recipiente?
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¿Cuántos granos de arena creen que hay en una playa del mar?
Invite a un alumno a leer Moisés 1:27–29 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cómo lo que el Señor le mostró a Moisés se relaciona con la arena.
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¿A cuántos de los hijos del Padre Celestial vio Moisés?
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¿Qué preguntas harían si ustedes hubiesen tenido esa visión?
Invite a un alumno a leer Moisés 1:30 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cuáles son las dos preguntas que Moisés le hizo al Señor.
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¿Cuáles son las dos preguntas le hizo Moisés al Señor? (Escríbalas en la pizarra: ¿Por qué se crearon la tierra y sus habitantes? ¿Mediante qué poder se crearon?)
Explique que la pregunta de Moisés sobre el propósito de la Creación es parecida a las preguntas que muchas personas se plantean hoy en día. Invite a un alumno a leer la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia. Pida a los alumnos que presten atención al motivo por el cual es importante que conozcamos la respuesta a ese tipo de preguntas.
“El descubrir quiénes somos en verdad es parte de esta gran aventura que llamamos vida. Los genios más grandes de la humanidad han luchado constantemente con estas preguntas: ¿De dónde vinimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué sucede después de morir? ¿Cómo encaja todo y qué sentido tiene?
“Cuando comencemos a entender las respuestas a estas preguntas —no sólo con la mente, sino con el corazón y el alma— empezaremos a comprender quiénes somos y nos sentiremos como el vagabundo que finalmente encuentra su hogar… Al final todo tiene sentido” (“El reflejo en el agua”, [charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para los jóvenes adultos, 1º de noviembre de 2009]; LDS.org).
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¿Por qué es importante que los hijos del Padre Celestial entiendan cuál es el propósito de la tierra y el de nuestra vida terrenal?
Invite a un alumno a leer en voz alta Moisés 1:31–33, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar la respuesta del Señor a la segunda pregunta de Moisés.
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¿Qué doctrina aprendemos en los versículos 32–33 sobre quién creó la tierra e “incontables mundos”? (Después que los alumnos respondan, invítelos a escribir la siguiente doctrina en las Escrituras, junto al versículo 33: Jesucristo creó incontables mundos bajo la dirección del Padre Celestial.)
Pida a varios alumnos que se turnen para leer los versículos de Moisés 1:34–38 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber de otros detalles que el Señor le dio a Moisés sobre la creación de éste y de otros mundos. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren. Para verificar que los alumnos comprendan el contenido de esos versículos, podría formularles las siguientes preguntas:
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¿Cuántos mundos dijo el Señor que se habían creado “por medio del Hijo” (Moisés 1:33)? (Para ayudar a los alumnos a comprender el significado de “incontables” [Moisés 1:35], puede repasar la actividad del recipiente con arena.)
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Según el versículo 35, ¿sobre cuál de esos mundos dijo el Señor que le enseñaría a Moisés?
Dirija la atención de los alumnos a la primera pregunta que Moisés le hizo al Señor y que usted anotó en la pizarra. Explique que la respuesta a dicha pregunta se halla en Moisés 1:39. Antes que los alumnos lean el versículo, indique que Moisés 1:39 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Explique también que, a lo largo del año, los alumnos estudiarán en detalle veinticinco pasajes de dominio de las Escrituras. Esos pasajes los ayudarán a entender y a saber explicar las doctrinas básicas del Evangelio. (Para más información sobre los pasajes de dominio de las Escrituras y las Doctrinas Básicas, véase el apéndice de este manual.) Las 25 referencias a los pasajes de dominio de las Escrituras aparecen al dorso del señalador de seminario del Antiguo Testamento. (Si lo desea, invite a los alumnos a ver las referencias a los pasajes de dominio de las Escrituras en sus señaladores.)
Invite a un alumno a leer en voz alta Moisés 1:39, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para saber cuál es el objetivo de Dios al crear los mundos y sus habitantes.
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¿Cuál es el propósito de Dios al crear los mundos y sus habitantes? (Los alumnos deben reconocer la siguiente doctrina: El propósito del Padre Celestial es llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre.)
A fin de ayudar a los alumnos a entender esa doctrina, haga las siguientes preguntas:
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¿Qué es la inmortalidad? (La inmortalidad es vivir para siempre como un ser resucitado.)
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¿Qué es la vida eterna? (Es llegar a ser semejantes a Dios y vivir para siempre en familia y en Su presencia.)
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¿Qué efecto puede tener en nuestra vida ahora saber que el propósito del Padre Celestial es llevar a cabo nuestra inmortalidad y vida eterna?
Si cuentan con himnarios, invite a los alumnos a cantar el himno “¡Grande eres Tú!” (Himnos, Nº 41) en clase. Invítelos a pensar, mientras cantan, cómo se relaciona la letra del himno con lo que han aprendido en Moisés 1. Después de cantar, invite a los alumnos a escribir en el cuaderno de apuntes o en una hoja algunas frases sobre los sentimientos de gratitud que sienten por lo que el Padre Celestial ha creado y hecho para llevar a cabo su inmortalidad y vida eterna. Si lo desea, invite a algunos alumnos a compartir lo que escribieron.
Siguiente unidad (Moisés 5–7; Génesis 4–5)
Pregunte a los alumnos si se han preguntado lo que sucedió después que Adán y Eva fueron expulsados del Jardín de Edén. ¿Cómo pudo Satanás influir en los hijos de Adán y Eva para que fueran carnales, sensuales y diabólicos? ¿Cómo respondió Enoc a su llamamiento para ser profeta? ¿Qué ocurrió con el pueblo de Enoc, y donde están en la actualidad? Indique a los alumnos que en la próxima lección aprenderán sobre nuestros primeros padres y lo que sucedió durante las generaciones posteriores tras haber sido expulsados del Jardín de Edén.