Seminario
Lección 42: Éxodo 3–4


Lección 42

Éxodo 3–4

Introducción

Jehová llamó a Moisés para que sacara a Su pueblo de Egipto. Moisés expresó preocupación por su ineptitud y capacidad para liberar a Israel. Jehová le aseguró a Moisés que estaría con él y le daría poder para liberar a Israel. Aarón fue llamado para ser el portavoz de Moisés. Aarón y Moisés viajaron a Egipto y hablaron con los ancianos de Israel.

Sugerencias para la enseñanza

Éxodo 3:1–10

Jehová le habla a Moisés desde una zarza ardiente

Conforme vayan entrando al salón de clases, pida a los alumnos que se quiten los zapatos. (Permita que se los dejen puestos los que así lo deseen.)

  • ¿Cuáles son algunas de las razones por las que ustedes se quitarían los zapatos al entrar a un lugar?

Mientras los alumnos estudian Éxodo 3, pídales que estén atentos a una importante lección espiritual que Jehová le enseñó a Moisés utilizando los zapatos de Moisés como símbolo.

Pida a los alumnos que vean fotografías de lugares mencionados en las Escrituras, núm. 2, “El monte Sinaí (Horeb) y el desierto de Sinaí”, en la edición de la Biblia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, versión Reina–Valera 2009. Explique que a este monte se le llama Horeb (véase Éxodo 3:1) o monte Sinaí (véase Éxodo 19:20).

Invite a un alumno que lea Éxodo 3:1–3 en voz alta, y diga a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que Moisés vio mientras estaba en ese monte.

  • De acuerdo con el versículo 3, ¿qué fue lo que vio Moisés que causó que decidiera ir a ver más de cerca?

  • Según el versículo 2 , ¿quién se apareció ante Moisés en la llama de una zarza ardiente?

Pida a los alumnos que vean el versículo 2, nota a al pie de página, y que se fijen cómo la Traducción de José Smith cambia la frase “el ángel de Jehová”.

  • En lugar de un ángel, ¿quién se le apareció a Moisés? (El Señor Jesucristo [Jehová] en Su estado premortal antes de Su nacimiento en el mundo.)

Invite a un alumno que lea Éxodo 3–4 en voz alta, y pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio y que reflexionen en lo que podrían haber respondido si hubieran estado en la situación de Moisés.

  • ¿Cómo habrían reaccionado si, al acercarse a la zarza, hubieran escuchado que les llamaba Jehová? ¿Por qué?

Pida a un alumno que lea Éxodo 3:5–6 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que Jehová le dijo a Moisés cuando éste se acercó.

  • Según el versículo 5, ¿por qué detuvo Jehová a Moisés para que no se acercara más? (Moisés tenía que quitarse el calzado porque estaba pisando tierra santa.)

  • ¿Qué aprendemos del hecho de que Jehová le haya pedido a Moisés que se quitara el calzado? (Debemos ser reverentes en los lugares santos; el demostrar reverencia al Señor cuando estamos en lugares sagrados nos prepara para acercarnos a Él.)

Pida a los alumnos que compartan algunas formas en que pueden demostrar su respeto y reverencia por Dios.

Explique que una vez que Moisés se hubo quitado el calzado, Jehová procedió a enseñarle por qué había ido a hablar con él. Invite a un alumno a leer en voz alta Éxodo 3:6–7, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber la explicación de Jehová. Invítelos a dar un informe de lo que encuentren.

A fin de ayudar a los alumnos a reconocer una verdad en el versículo 7 , escriba la siguiente afirmación en la pizarra y pídales que llenen los espacios en blanco después de estudiar el versículo 7: “Dios ve nuestra , oye nuestro , y conoce nuestras ”. Esa verdad debe quedar así: Dios ve nuestra aflicción, oye nuestro clamor, y conoce nuestras angustias. Tal vez quiera sugerir que los alumnos marquen las palabras que enseñan esa verdad en su ejemplar de las Escrituras.

  • ¿Qué experiencias han tenido que les hayan confirmado esa verdad?

Invite a los alumnos a leer Éxodo 3:8 en silencio, para ver lo que el Señor planeaba hacer por los hijos de Israel. Pídales que comenten lo que descubran. Después dígales que lean Éxodo 3:10 en silencio para determinar cómo planeaba Jehová liberar a los hijos de Israel de Egipto o por medio de quién.

  • Según el versículo 10 , ¿cómo planeaba Jehová contestar las oraciones de los hijos de Israel? (Levantando a Moisés para que los liberara.)

Explique a la clase que los profetas del Señor fueron preordenados para llevar a cabo ciertas misiones sobre la Tierra. Como evidencia de esa verdad, invite a un alumno a leer en voz alta Traducción de José Smith, Génesis 50:24, 29 (en el apéndice de la Biblia), donde queda registrada la profecía de José sobre un profeta que liberaría a su pueblo de la tierra de Egipto. Pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio para averiguar lo que dijo José acerca de ese profeta. Invítelos a compartir lo que encuentren.

Explique que la vida y el ministerio de Moisés fueron la respuesta a muchas oraciones (véase Éxodo 3:7).

  • ¿En qué forma fue el ministerio de Moisés una respuesta a oraciones?

  • Cuando entendemos que la vida y el ministerio de Moisés fueron la respuesta a muchas oraciones, ¿qué aprendemos acerca de la forma en que Dios podría contestar nuestras propias oraciones? (Los alumnos pueden usar otras palabras, pero deben poder determinar una verdad semejante a la siguiente: El Señor con frecuencia contesta nuestras oraciones a través de otras personas.)

Cuando Moisés fue llamado a ser profeta, Jehová le dijo: “…tú eres a semejanza de mi Unigénito; y mi Unigénito es y será el Salvador, porque es lleno de gracia y de verdad” (Moisés 1:6). Las similitudes entre la vida de Moisés y la de Jesucristo son interesantes e instructivas. La siguiente gráfica contiene una lista de muchas de las formas en que Moisés es un símbolo de Jesucristo. Si hubiera suficiente tiempo, podría darles a los alumnos una copia de la gráfica con las referencias de las Escrituras pero con la columna “Similitudes” en blanco. Invite a los alumnos a trabajar en pares y lean las referencias y llenen la columna central de las similitudes entre Moisés y Jesucristo.

Moisés

Similitudes

Jesucristo

Éxodo 1:15–16, 22; 2:1–3

En su infancia, ambos escaparon de un decreto de muerte.

Mateo 2:13–16

Éxodo 3:7–10

Ambos fueron llamados a liberar a Israel.

2 Nefi 6:17 

Moisés 1:1, 8, 11 

Ambos fueron llevados por el Espíritu a un monte alto, en donde se les mostraron los reinos del mundo.

Traducción de José Smith, Mateo 4:8 (en Mateo 4:8, nota a al pie de página)

Moisés 1:12–22

Ambos superaron enfrentamientos con Satanás.

Mateo 4:3–11

Éxodo 4:19

Ambos permanecieron en el exilio hasta que los reyes que querían matarlos hubieron muerto.

Mateo 2:19–20

Éxodo 14:21

Ambos controlaron el viento y el mar.

Marcos 4:37–39

Éxodo 16:15–18

Los dos milagrosamente proveyeron pan.

Juan 6:5–35

Éxodo 17:5–6

Ambos proveyeron agua para salvar la vida.

Juan 4:10–14

Éxodo 20–23

Ambos fueron excelentes legisladores.

3 Nefi 15:5–10 

Deuteronomio 9:16–20, 23–26

Ambos fueron mediadores entre Dios y el pueblo de ellos.

1 Timoteo 2:5 

Éxodo 3:11–4:17

Moisés expresa sus preocupaciones acerca de su llamamiento, y recibe aliento de Jehová

Pida a los alumnos que se imaginen que el Señor les ha llamado a decirle a un líder mundial que es opresor de su pueblo y que se opone a la Iglesia que debe permitir que los miembros de la Iglesia en su país adoren libremente a Dios.

  • ¿Cómo se sentirían si se les llamara a cumplir esa misión?

  • ¿Qué les infundiría el valor necesario para aceptar ese llamamiento?

Explique que Moisés le expresó varias preocupaciones a Jehová acerca de su capacidad para liberar a Israel tal como Jehová le había llamado a hacerlo. Invite a un alumno a leer Éxodo 3:11 en voz alta, y pida a la clase que determine cuál es la primera preocupación que Moisés le expresó a Jehová. Invite a los alumnos a compartir lo que encuentren.

Señale la pregunta “¿Quién soy yo?” en el versículo 11.

  • ¿Qué piensan que Moisés posiblemente haya querido expresar al hacer esa pregunta?

A fin de ayudar a los alumnos a reconocer otras preocupaciones que tenía Moisés, divida la clase en grupos de dos o tres y a cada alumno entregue una copia de la siguiente tabla (omita de la tabla las respuestas en letra cursiva). Pida a los alumnos que estudien como grupo los pasajes de las Escrituras indicados en la tabla. Dígales que enumeren las preocupaciones de Moisés y las soluciones de Jehová a esas preocupaciones en las casillas correspondientes a cada pasaje.

(A fin de ayudar a los alumnos a entender cómo hacer este ejercicio, considere llenar juntos como clase las primeras dos casillas.)

handout, Exodus chart

Las preocupaciones de Moisés

Las respuestas de Jehová

1. Éxodo 3:11

¿Quién soy yo para poder hacer lo que me has pedido?

1. Éxodo 3:12

Yo estaré contigo.

2. Éxodo 3:13

¿Quién debo decirles que me envió?

2. Éxodo 3:14–17

Diles que Yo Soy te envió a ellos. (Tal vez deba explicar que “Yo Soy” es otro nombre de Jehová.)

3. Éxodo 4:1

Pero ellos no me creerán ni me escucharán. Dirán que estoy mintiendo.

3. Éxodo 4:2–9

Muestra tres señales que yo te daré (convierte una vara en serpiente, muestra una mano con lepra y convierte agua en sangre).

4. Éxodo 4:10

Nunca he sido bueno para hablar. Soy tardo en el habla.

4. Éxodo 4:11–12

Yo hice tu boca, y estaré contigo y te enseñaré lo que has de decir.

5. Éxodo 4:13

Por favor, Jehová, envía a otra persona.

5. Éxodo 4:14–17

Haré que Aarón sea un portavoz para ti y te enseñe lo que has de hacer.

Una vez que les haya dado suficiente tiempo a los alumnos para completar la tabla, pregúnteles:

  • De lo que Jehová le dijo a Moisés, ¿qué podría ayudar a alguien que se sienta incapaz de aceptar o cumplir un llamamiento difícil?

  • ¿Cuáles son algunas doctrinas y principios que podemos aprender de la respuesta de Jehová a las preocupaciones de Moisés? (Después que los alumnos respondan, haga un resumen de sus respuestas en la pizarra; para ello, escriba la siguiente verdad: El Señor está con aquellos a quienes llama, y Él les da poder para realizar Su obra.)

Para ayudar a los alumnos a entender esa verdad, invite a uno de ellos a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Thomas S. Monson: 

President Thomas S. Monson

“Quizás muchos de ustedes sean tímidos por naturaleza o se consideren inadecuados para aceptar un llamamiento. Recuerden que esta obra no es de ustedes ni mía solamente; es la obra del Señor y, cuando estamos al servicio del Señor, tenemos derecho a recibir Su ayuda. Recuerden que a quien el Señor llama, el Señor prepara y capacita” (véase “Llamados a servir”, Liahona, mayo de 1996, pág. 47). 

  • ¿Qué experiencias de la vida les han enseñado que el Señor les da a Sus siervos, entre ellos a ustedes, poder para realizar Su obra?

Si lo desea, podría compartir una experiencia que haya tenido en la que el Señor lo haya fortalecido al esforzarse por hacer la voluntad de Él. Testifique que así como el Señor prometió estar con Moisés y fortalecerlo, estará con nosotros y nos fortalecerá conforme nos esforcemos por realizar Su obra de acuerdo con la voluntad de Él.

Éxodo 4:18–31

Moisés y Aarón viajan a Egipto y hablan con los ancianos de Israel

Para resumir Éxodo 4:18–31, explique que después de su encuentro con Jehová, Moisés se fue de Madián, se encontró con Aarón y viajó con él a Egipto. Juntos les dijeron a los ancianos de Israel todo lo que Jehová había mandado. Los hijos de Israel creyeron a Moisés y a Aarón y adoraron a Jehová.

Comentarios e información de contexto

Éxodo 3–4. Las similitudes entre la vida y la misión de Moisés y de Jesucristo

La vida y la misión de Moisés tienen muchas similitudes con las de Jesucristo. De hecho, a Moisés se le dijo: “…tú eres a semejanza de mi Unigénito” (Moisés 1:6). Jehová levantó a Moisés para que llevara a cabo una misión divina que incluía no sólo liberar físicamente a Israel sino también enseñarles cómo ser liberados espiritualmente. Su ministerio se extendió más allá de los límites de su propia vida terrenal. José Smith enseñó que, junto con Elías el Profeta, Moisés fue al monte de la Transfiguración y entregó llaves del sacerdocio a Pedro, a Santiago y a Juan (véase Mateo 17:3–4; Marcos 9:4–9; Lucas 9:30; D. y C. 63:21). Moisés se apareció a José Smith y a Oliver Cowdery el 3 de abril de 1836, en el Templo de Kirtland, Ohio, y les confirió las llaves del recogimiento de Israel (véase D. y C. 110:11). (Véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Moisés”; escrituras.lds.org.)

La importancia de Moisés como profeta, legislador y mensajero santo lo califica como uno de los hijos nobles y grandes de Dios. En las Escrituras se menciona que Moisés es semejante a Jesucristo (véase Deuteronomio 18:15–19; 3 Nefi 20:23). Así como Moisés ayudó a liberar a Israel de la servidumbre en Egipto, Jesucristo libera al género humano de la esclavitud del pecado y de la muerte. Así como Moisés se esforzó por preparar a los hijos de Israel para entrar en la tierra prometida, Jesucristo se esfuerza por llevar a los hijos de Israel al reino celestial.

Si desea una comparación más detallada de las similitudes que hay entre Moisés y Jesucristo, tal vez desee consultar el libro de Bruce R. McConkie en inglés, The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, págs. 442–448.

Éxodo 3:11–16. “Yo Soy El Que Soy”

“Yo Soy” es una forma de “Jehová”, uno de los nombres de Jesucristo reconocido por los profetas Abraham, Isaac y Jacob (véase Traducción de José Smith, Éxodo 6:3 [en Exodus 6:3, nota b al pie de página]). Moisés y los israelitas entendían que el nombre significaba que Dios es eterno y no fue creado por el hombre como lo habían sido otros dioses de aquella época. Ese nombre era una manera en que el Señor se daba a conocer como el Dios todopoderoso, verdadero y viviente. Los israelitas llegaron a venerar sobremanera ese nombre y declararon que el sólo pronunciarlo era blasfemia. El nombre era tan sagrado que una vez que quedó construido el tabernáculo, sólo el sumo sacerdote podía pronunciar el nombre en el Lugar Santísimo, una vez al año, en el Día de la

Expiación. En el Nuevo Testamento, un grupo de judíos trató de matar a Jesús porque Él dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58). Esa referencia del Nuevo Testamento confirma que Jesucristo es Jehová, el Dios del Antiguo Testamento.