Lección 8
Moisés 2 (Génesis 1; Abraham 4)
Introducción
En Moisés 2 aprendemos que Jesucristo, bajo la dirección del Padre, creó la Tierra y todo ser viviente que en ella hay. También aprendemos que Dios creó a Adán y a Eva a Su imagen, que los unió en matrimonio y que les mandó multiplicarse y henchir la Tierra.
Sugerencias para la enseñanza
Moisés 2:1–25
Bajo la dirección del Padre, Jesucristo crea la Tierra y todas las cosas vivientes que en ella hay, excepto el género humano
Muestre algún objeto que alguien haya hecho para usted (como algún regalo). Hable sobre el aprecio que le tiene al objeto y a la persona que lo hizo. Después pregunte:
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¿Cuándo ha confeccionado alguien algo para ustedes? ¿Qué sienten por la persona que lo hizo?
Pida a un alumno que lea Moisés 2:1 en voz alta, e invite a los alumnos a seguir la lectura en silencio para determinar quién creó la Tierra. (Si lo desea, recuerde a los alumnos que Moisés 2 es la traducción que José Smith hizo de Génesis 1.)
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¿Qué doctrina aprendemos en el versículo 1 en cuanto a quién creó la Tierra? (Es posible que los alumnos utilicen otras palabras, pero deben reconocer la siguiente doctrina: Jesucristo creó la Tierra bajo la dirección del Padre Celestial.)
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Algunas personas dicen que la creación de la Tierra y de todos los seres vivientes que hay en ella ocurrió por casualidad. ¿Por qué creen que es importante que sepamos que Jesucristo creó la Tierra?
Invite a un alumno a leer en voz alta Moisés 2:2–5, y pida a la clase que siga la lectura en silencio a fin de saber lo que Jesucristo hizo al comienzo de la Creación. Pida a los alumnos que compartan lo que hayan encontrado.
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En el versículo 5, ¿cómo se refiere el Señor a ese período de la Creación? (El día primero.)
Para ayudar a los alumnos a comprender el significado de la palabra día tal como se usa en este capítulo, invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles:
“La creación física en sí se organizó durante etapas ordenadas de tiempo. En Génesis y en Moisés, a estas etapas se les llama días, pero en el libro de Abraham, a cada período se le llama ocasión y vez. Ya sea que se le llame un día, una ocasión o vez, o época, cada una de las fases consistió en un período entre dos eventos identificados, o sea, una división de la eternidad” (“La Creación”, Liahona, julio de 2000, pág. 103).
Copie el siguiente cuadro en la pizarra. Divida la clase en cinco grupos y asigne a cada uno que estudie uno de los períodos de la Creación, desde el día 2 hasta el día 6. Pídales que determinen lo que el Señor realizó durante el período que les corresponda.
Día 1 |
Separó la luz de las tinieblas | |
Día 2 | ||
Día 3 | ||
Día 4 | ||
Día 5 | ||
Día 6 |
Una vez que los alumnos hayan tenido tiempo para estudiar los versículos asignados, pida que una persona de cada grupo explique los versículos que estudiaron y escriba en el cuadro de la pizarra lo que descubrieron. (Es posible que necesite explicar que la palabra firmamento se refiere a la atmósfera alrededor de la Tierra).
Después que hayan llenado el cuadro, indique que las Escrituras no contienen todos los detalles del proceso de la Creación; más bien, testifican que el Señor llevó a cabo la creación de la Tierra y de todo ser viviente que hay en ella con un propósito. Si lo desea, invite a un alumno a leer la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson:
“Toda la Creación fue planeada por Dios…
“Testifico que la Tierra y todo lo que vive en ella son de origen divino. La Creación no se hizo por casualidad … La Creación misma testifica de un Creador” (véase “La Creación”, págs. 102, 103).
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¿Qué ejemplos demuestren el modo en que la Creación testifica del Creador?
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¿Qué sienten por el Padre Celestial y Jesucristo al considerar Sus creaciones?
Moisés 2:26–31
Dios crea tanto al hombre como a la mujer a Su imagen
Invite a tres alumnos a leer en voz alta uno de los siguientes ejemplos. (Podría fotocopiar cada ejemplo en una hoja de papel por separado y luego hacer que los alumnos tomen uno cada uno al azar.)
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Un misionero se halla enseñando a alguien que desea conocer cuál es la apariencia de Dios.
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A una jovencita le han dicho que el sexo de la persona es una cuestión de azar, de modo que ha comenzado a preguntarse si el sexo de la persona es importante y si debería influir en alguna de las decisiones que ella tome en la vida.
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A un joven no le agrada su cuerpo y sufre sentimientos de baja autoestima debido a su apariencia física.
Invite a los alumnos a buscar Génesis 1:26–27, y explique que esos versículos, que enseñan lo que el Señor hizo el sexto día tras crear toda forma de vida animal, corresponden a Moisés 2:26–27. (Se ha decidido que Génesis 1:26–27 y no Moisés 2:26–27 sea el pasaje de dominio de las Escrituras a fin de que los alumnos estén preparados como misioneros a ayudar a los demás a encontrar dicho pasaje en la Biblia.)
Invite a un alumno a leer Génesis 1:26–27 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver cómo se relacionan esos versículos con los ejemplos.
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¿Qué doctrina sobre nuestra creación se enseña en Génesis 1:26–27? (Los alumnos deben reconocer la siguiente doctrina: Se nos ha creado a imagen de Dios. Si lo desea, escriba ese principio en la pizarra).
Invite a un alumno a leer la siguiente declaración del presidente Thomas S. Monson:
“Nuestro Padre Celestial tiene oídos para escuchar nuestras oraciones, ojos para ver nuestras acciones, boca para hablarnos, y corazón para sentir compasión y amor por todos nosotros. Es un ser real y viviente. Somos Sus hijos, creados a Su imagen; nos parecemos a Él y Él se parece a nosotros” (véase “Yo sé que vive mi Señor”, Liahona, abril de 1988, pág. 6).
Pida a un alumno que lea el ejemplo N° 1 de nuevo, para toda la clase.
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Si fueran el misionero del ejemplo N° 1, ¿cómo podrían utilizar Génesis 1:26–27 y las palabras del presidente Monson para enseñar a alguien acerca de Dios?
Pida a otro alumno que lea el ejemplo N° 2 de nuevo, para toda la clase. Luego invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”:
“Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos. El ser hombre o el ser mujer es una característica esencial de la identidad y del propósito premortales, mortales y eternos de la persona” (Liahona, noviembre de 2010, pág. 129).
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¿Cómo utilizarías Génesis 1:26–27 y la cita de la Proclamación para la Familia a fin de ayudar a la joven de la situación Nº 2?
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¿Por qué es importante que sepan que su sexo no es una cuestión de casualidad ni una condición temporal, sino parte de su identidad y propósito eternos?
Pida a otro alumno que lea el ejemplo N° 3 de nuevo, para toda la clase. Después invite a un alumno a leer la siguiente cita del élder Russell M. Nelson:
“Piensen en el don del cuerpo físico que [Dios] les ha dado. Los muchos atributos admirables del cuerpo de ustedes atestiguan su propia ‘naturaleza divina’ [2 Pedro 1:4]” (véase “Demos gracias a Dios”, Liahona, mayo de 2012, pág. 78).
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¿Cómo utilizarían Génesis 1:26–27 y la cita del élder Nelson para ayudar al joven del ejemplo N° 3?
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¿Por qué creen que es importante recordar que su cuerpo físico es un don de Dios?
Invite a uno o dos de alumnos a explicar por qué es importante para ellos saber que han sido creados a la imagen de Dios.
Invite a un alumno a leer Moisés 2:28 en voz alta, y pida a la clase que preste atención a lo que hizo el Padre Celestial después de que creó los cuerpos físicos de Adán y de Eva. Dígales que comenten lo que hayan encontrado (Los bendijo y les dio un mandamiento). Si lo desea, explique que el Señor efectuó la ceremonia de matrimonio de Adán y de Eva, y que éstos entraron en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio.
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Spencer W. Kimball:
“El Señor… [juntó] a Adán y a Eva, Su primer varón y Su primera mujer en esta Tierra, y [efectuó una ceremonia santa de casamiento para unirlos como marido y mujer. Ellos eran muy diferentes en su constitución y debían desempeñar funciones diferentes. No bien hubo efectuado la ceremonia, Él les dijo: ‘Multiplicaos; y henchid la tierra y sojuzgadla; y tened dominio’ (Génesis 1:28)” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, pág. 213).
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Según el versículo 28, ¿cuál fue el primer mandamiento que Dios dio a Adán y a Eva como esposo y esposa? (Si es necesario, explique que multiplicarse y henchir la Tierra significa tener hijos. Los alumnos deben poder reconocer la siguiente verdad: Dios ha mandado que quienes estén casados como marido y mujer tengan hijos. Si lo desea, sugiera a los alumnos que escriban esa verdad en sus Escrituras, junto al versículo 28.)
Invite a los alumnos a leer Moisés 2:10, 12, 18, 21 y 25 para saber lo que el Señor dijo después de terminar cada uno de los primeros cinco períodos de la Creación. Luego pida a un alumno que lea Moisés 2:31 en voz alta, e invite a la clase a prestar atención a lo que Dios dijo al finalizar la Creación.
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¿Por qué creen que se dijo la frase “buenas en gran manera” en ese momento de la Creación? (A esa altura, Dios había terminado la Creación, incluso la creación física de Adán y Eva.)
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson (si lo desea, proporcione fotocopias de ella a los alumnos):
“En su magnificencia, el planeta Tierra es parte de algo aún más grandioso: es parte del gran plan de Dios. Abreviando, la Tierra se creó para que las familias fuesen” (véase “La Creación”, pág. 104).
Para concluir, testifique acerca de las verdades que han tratado en clase hoy.
Dominio de las Escrituras: Génesis 1:26–27
Invite a los alumnos a escribir un breve discurso basándose en Génesis 1:26–27. Para ayudarlos a prepararlo, podría sugerirles que en el discurso contesten las siguientes preguntas: ¿Qué significa para mí que soy creado a la imagen de Dios? ¿Qué influencia podría tener esa verdad en lo que pienso sobre mí mismo y sobre los demás? ¿De qué manera podría influir eso en mis acciones diarias?
Considere la posibilidad de invitar a algunos alumnos a compartir los discursos como parte de los futuros devocionales de clase.