Seminario
Lección 16: Moisés 8 (Génesis 6:1–13)


Lección 16

Moisés 8 (Génesis 6:1–13)

Introducción

El Señor le prometió a Enoc que Noé sería uno de sus descendientes. El Señor llamó a Noé para predicar el Evangelio y advertir al pueblo que si no se arrepentía, sería destruido por un diluvio. Debido a que la gente era inicua y corrupta y se negó a arrepentirse, el Señor tomó la determinación de destruir toda carne sobre la Tierra.

Sugerencias para la enseñanza

Moisés 8:1-11

Se nombran las generaciones anteriores a Noé

Invite a los alumnos a que mencionen situaciones en las que se le pueda exhortar a una persona a que cambie o a que corrija sus actos (tales como infringir una norma de tráfico o una regla de algún deporte o realizar una ecuación matemática de manera incorrecta). Si lo desea, haga una lista en la pizarra con las respuestas de los alumnos.

  • En situaciones así, ¿qué podría pasar si una persona escoge no cambiar como se le ha indicado?

Diga a los alumnos que en la lección de hoy aprenderán acerca de un grupo de gente al que se le indicó que cambiara, y descubrirán cómo reaccionó dicha gente. Inste a los alumnos a pensar, a medida que estudian, en cómo reaccionan, personalmente, a la invitación de cambiar.

A fin de ayudar a los alumnos a entender el contenido de Moisés 8:1–11, invítelos a leer detenidamente esos versículos para saber los nombres de los descendientes de Enoc. Pídales que den un informe de los nombres que encuentren.

Explique que para cumplir el convenio que el Señor hizo con Enoc de que Noé sería su descendiente (véase Moisés 8:2), Matusalén no fue llevado con la ciudad de Enoc cuando ésta fue trasladada. Matusalén, que vivió 969 años, engendró a Lamec, y Lamec engendró a Noé.

Moisés 8:12-28

Noé predica el Evangelio y llama a los hijos de los hombres al arrepentimiento

Invite a un alumno a leer en voz alta Moisés 8:12–15, y pida a la clase que siga la lectura para saber los dos tipos de hijos que se describen. Pida a los alumnos que digan lo que encuentren (los hijos de Dios y los hijos de los hombres).

  • ¿Qué diferencia encuentran en esos versículos entre los hijos de Dios y los hijos de los hombres?

  • ¿Qué creen que significa que los hijos de Dios “escucharon al Señor, y obedecieron” (Moisés 8:13)? (Ellos escucharon atentamente al Señor y lo obedecieron).

  • Según el versículo 15, ¿cómo describió el Señor la decisión de las nietas de Noé de casarse con los hijos de los hombres?

  • ¿Qué creen que significa que las nietas de Noé “se han vendido”? (Al escoger casarse con hombres inicuos, las nietas de Noé perdieron la oportunidad de recibir las bendiciones plenas que el Padre Celestial proporciona a los que se casan bajo Su convenio).

Escriba en la pizarra las siguientes referencias de las Escrituras, dejando espacio debajo de cada una de ellas para escribir las respuestas: Moisés 8:16–18, 28; Moisés 8:19–22; Moisés 8:23–26.

Diga a los alumnos que el resto de Moisés 8 contiene una descripción de los hechos de la gente rebelde que vivía en los días de Noé. Asigne cada referencia de la pizarra a un grupo de alumnos. Pida a los alumnos que lean los versículos asignados y que señalen los hechos de la gente rebelde. Después de un tiempo suficiente, invite a algunos alumnos a escribir en la pizarra lo que encontraron, bajo la referencia de la Escritura que estudiaron. Después, haga las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué creen que alguien querría matar a un profeta de Dios (véase Moisés 8:18, 26)?

  • ¿Qué similitudes ven entre las condiciones espirituales que había en los días de Noé y las de nuestros días?

Pida a los alumnos que repasen Moisés 8:20, 24 en silencio para determinar el mensaje que el Señor mandó que Noé diera a la gente.

  • De acuerdo con el mandato que le dio el Señor, ¿qué exhortó Noé a la gente que hiciera?

  • ¿Cómo respondió la gente en repetidas ocasiones a esa invitación?

Explique que una invitación a arrepentirse es una invitación a cambiar nuestros deseos, actitudes y acciones para estar en armonía con la voluntad de Dios.

  • Según Moisés 8:17, ¿cuánto tiempo dio el Señor a la gente para arrepentirse?

  • ¿Cuál sería la consecuencia si escogían no arrepentirse?

Destaque que aunque la consecuencia del Diluvio fue para el pueblo en los días de Noé en particular, el Señor siempre ha advertido de las consecuencias negativas que siguen al pecado.

  • ¿Qué principio podemos aprender del rechazo de la gente a escuchar la invitación del Señor de arrepentirse? (Los alumnos quizás utilicen palabras diferentes, pero deben reconocer el siguiente principio: Si no escuchamos las invitaciones del Señor de arrepentirnos, entonces sufriremos las consecuencias de continuar en nuestros pecados. Escriba ese principio en la pizarra.)

Para ayudar a los alumnos a entender ese principio, haga preguntas como las que siguen a continuación:

  • ¿De qué forma nos comunica el Señor Sus invitaciones para arrepentirnos?

  • Según Moisés 8:21, ¿cómo se convencieron esas personas a sí mismas que no tenían necesidad de arrepentirse? ¿De qué forma la gente de hoy podría convencerse a sí misma de que no tiene necesidad de escuchar las invitaciones del Señor de arrepentirse?

  • ¿Cuáles son algunas consecuencias a las que podríamos enfrentarnos si escogemos no arrepentirnos?

Pida a los alumnos que recuerden cómo Noé y sus hijos reaccionaron a las instrucciones del Señor (véase Moisés 8:13), y después invite a un alumno a leer en voz alta Moisés 8:27. Pida a la clase que siga la lectura para ver los resultados del escuchar al Señor. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

Explique que, en este contexto, la palabra justo significa “recto”. Explique también que “perfecto en su generación” no significa que Noé viviera una vida sin pecado; significa que era un hombre íntegro, que estaba dedicado por completo a llevar a cabo la voluntad del Señor y que fue purificado de toda impiedad al ser fiel a los convenios del evangelio de Jesucristo. (Si lo desea, recuerde a los alumnos que llegamos a ser perfectos mediante Jesucristo [véase Moroni 10:32; D. y C. 76:69]).

Pida a los alumnos que mediten si están escuchando actualmente las invitaciones del Señor a arrepentirse o no están haciendo caso a dichas invitaciones. Ínstelos a que escojan arrepentirse, según sea necesario, y comparta su testimonio de que, a medida que lo hagan, pueden evitar las consecuencias negativas que provienen de continuar en pecado.

Moisés 8:29-30

A causa de la corrupción en la Tierra, el Señor decide destruir toda carne

Invite a un alumno a leer en voz alta Moisés 8:29-30, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver lo que el Señor resolvió hacer a causa de la corrupción de la gente, de la violencia que cundía por la Tierra, y al rechazo de la gente a arrepentirse. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

Explique que algunas personas se preguntan por qué un Dios amoroso destruiría a casi toda la gente sobre la Tierra por medio del Diluvio. A fin de ayudar a los alumnos a entender la manera de responder a esta inquietud, invite a un alumno a leer en voz alta 2 Nefi 26:24, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar la razón que yace en todo lo que Dios hace. (Podría sugerir a los alumnos que anoten esa referencia en sus Escrituras al lado de Moisés 8:30).

  • ¿Por qué hace Dios todo lo que hace? (Los alumnos deberían reconocer la siguiente verdad: Todo lo que Dios hace es para el beneficio de Sus hijos. Considere escribir esa verdad en la pizarra.)

  • ¿De qué manera podría ser el Diluvio beneficioso para los hijos de Dios?

  • ¿Creen que su capacidad para cumplir el plan de Dios para su salvación se vería afectada si hubieran nacido en un mundo en el que continuamente todos los padres sintieran nada más que maldad en sus corazones (véase Moisés 8:22; Génesis 6:5)?

Pida un alumno que lea las siguientes declaraciones del élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles, y del presidente John Taylor. Pida a la clase que preste atención a las perspectivas adicionales que pueden serles útiles para entender cómo el Diluvio fue para beneficio del mundo.

Elder Neal A. Maxwell

El élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó que Dios intervino “cuando la corrupción llegó al punto de destruir el albedrío; por lo que, en justicia, no se podrían haber enviado espíritus aquí” (véase We Will Prove Them Herewith, 1982, pág. 58).

President John Taylor

El presidente John Taylor explicó que “truncándoles la vida [Dios] evitó que propagaran sus pecados entre su posteridad y los degeneraran, y también les impidió seguir pecando” (“Discourse Delivered by Prest. John Taylor”, Deseret News, 16 de enero de 1878, pág. 787) (Véase El Antiguo Testamento, manual para el alumno, Génesis-2 Samuel, pág. 36)

  • Según esas afirmaciones, ¿cómo benefició el Diluvio a los hijos de Dios?

Explique que el Diluvio también benefició a los que eran inicuos porque fueron llevados al mundo de los espíritus, en donde podrían arrepentirse y finalmente se les enseñaría el evangelio de Jesucristo (véase 1 Pedro 3:18–20; Moisés 7:39).

  • ¿Por qué creen que es importante entender que todo lo que Dios hace es para el beneficio de Sus hijos? ¿Cómo pueden beneficiarse de tener un testimonio de esa verdad?

Podría compartir una experiencia personal o un testimonio con respecto a cómo sabe que todo lo que Dios hace es para el beneficio de Sus hijos.

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Repaso de dominio de las Escrituras

Cuando los alumnos logren ubicar con facilidad los pasajes de dominio de las Escrituras, se sentirán más seguros en su estudio personal, en su aplicación del Evangelio y en las oportunidades de enseñar con las Escrituras. Reflexionen en la siguiente declaración del presidente Howard W. Hunter:

President Howard W. Hunter

“Tenemos la esperanza de que ninguno de sus alumnos salga del aula con temor, desconcertado o avergonzado por no poder encontrar la ayuda que necesita, debido a que no conoce las Escrituras al punto de localizar los pasajes apropiados” (“Inversiones eternas” [evening with President Howard W. Hunter, 10 de febrero de 1989], pág. 2) (Véase La enseñanza en seminario, lecturas de preparación para el maestro, pág. 21); si.lds.org).

El repaso de dominio de las Escrituras se encuentra a lo largo de este manual para presentarle una variedad de métodos que usted puede usar para ayudar a los alumnos a repasar los versículos de dominio de las Escrituras con regularidad. Para ver otras actividades de repaso de dominio de Escrituras, consulte el apéndice que figura al final del manual.

La duración de esta lección podría permitirle un tiempo para la siguiente actividad de revisión de dominio de las Escrituras. Puede realizar la actividad al principio de la clase, entre secciones de la lección o al final de la clase. Organice esta actividad de manera que sea breve y quede tiempo para la lección.

Las pruebas pueden ayudar a los alumnos a recordar lo que han aprendido y a comprobar su aprendizaje. Utilice los cuatro pasajes de dominio que ya ha presentado a los alumnos (podría incluir algunos pasajes nuevos de dominio) e invite a los alumnos a leerlos y a subrayarlos en sus Escrituras. Cuando haya acabado de hacer eso, hágales una prueba oral de esos pasajes. Para cada pasaje, deles una palabra clave o lea una frase del marcador de libro de seminario. Después pida a los alumnos que busquen el pasaje correcto en sus Escrituras. Usted podría cronometrar a la clase para medir la rapidez con la que encuentren cada pasaje. El hacer esto más de una vez podría ayudarlos a intentar mejorar.

Comentarios e información de contexto

Moisés 8:18 (véase también Génesis 6:4). “Gigantes en la tierra”

El vocablo hebreo para “gigantes” en Génesis 6:4 y Moisés 8:18 es nefilim, que viene del verbo nafal, que significa “caer”. Por tanto, esos gigantes quizás hayan sido personas que había apostatado o se había apartado de la religión verdadera.

Moisés 8:27. “Noé fue… perfecto en su generación”

El élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó:

“Las Escrituras describen a Noé, a Set y a Jacob como hombres perfectos. “…Eso

no quiere decir que esas personas nunca cometían errores ni necesitaban que se les corrigiera. El proceso de la perfección abarca retos difíciles de superar y pasos hacia el arrepentimiento que pueden ser muy dolorosos…

“La perfección mortal se puede lograr cuando tratamos de llevar a cabo toda responsabilidad, cumplimos toda ley y nos esforzarnos por ser igualmente perfectos en nuestra esfera como nuestro Padre lo es en la suya. Si ponemos lo mejor de nuestra parte, el Señor nos bendecirá según nuestras obras y los deseos de nuestro corazón” (“La inminencia de la perfección”, Liahona, enero de 1996, pág. 99).