Lección 58
Levítico 8–11
Introducción
Antes de comenzar a desempeñar sus deberes del sacerdocio, Aarón y sus hijos fueron consagrados enfrente de todo Israel. Cuando Aarón y sus hijos ofrecieron sacrificios de la manera correcta, “la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo” (Levítico 9:23). Cuando dos de los hijos de Aarón ofrecieron sacrificios no autorizados y de la manera incorrecta, fueron consumidos por fuego proveniente de Jehová. El Señor reveló leyes alimentarias y prácticas de higiene que se consideraban parte de la ley de Moisés.
Sugerencias para la enseñanza
Levítico 8–9
Aarón y sus hijos son consagrados delante del pueblo y luego ofrecen sacrificios
Antes de comenzar la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Cómo el modo en que los poseedores del Sacerdocio Aarónico preparan, administran y reparten la Santa Cena podría influir en la experiencia que ustedes tengan con esa ordenanza?
Para empezar la lección, invite a los alumnos a contestar la pregunta que se encuentra en la pizarra. Si lo desea, escriba sus respuestas debajo de la pregunta.
A medida que estudien Levítico 8–11, invite a los alumnos a reflexionar en la manera en que el Señor desea que los poseedores del Sacerdocio Aarónico se preparen y administren Sus ordenanzas a Su pueblo.
Muestre la lámina Moisés confiere el Sacerdocio a Aarón (Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, Nº 15; véase también LDS.org). Invite a los alumnos a recordar lo que aprendieron en Éxodo 28–29 y explique lo que está sucediendo en esa lámina.
Explique que después de que los israelitas hubieron construido el tabernáculo y recibieron instrucciones del Señor concernientes a los sacrificios, el Señor mandó a Moisés que cumpliera Sus instrucciones para consagrar a Aarón y a sus hijos para servir como sacerdotes en el tabernáculo (véase Éxodo 28–29). Levítico 8 registra que Moisés obedeció esa instrucción.
Antes de la clase, escriba cada una de las siguientes frases en diferentes tiras de papel (necesitará hacer varios juegos). Divida la clase en pares o en grupos pequeños y entregue a cada grupo un juego de frases que tendrán que ordenar (más adelante aparecen en el orden correcto). Otra opción sería escribir esas frases en la pizarra, colocándolas intencionalmente fuera de orden. Pida a los alumnos que utilicen Levítico 8 para determinar el orden en que sucedieron esos acontecimientos. Después de darles suficiente tiempo, pídales que den un informe del orden correcto de los mismos.
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Moisés reunió a los hijos de Israel en el tabernáculo.
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Moisés lavó a Aarón y a sus hijos con agua.
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Moisés vistió a Aarón con las ropas del sacerdocio.
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Moisés ungió el tabernáculo y el altar con aceite y lo consagró al Señor.
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Moisés ungió a Aarón con aceite.
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Moisés ofreció varios sacrificios como expiación por Aarón y sus hijos.
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Aarón y sus hijos permanecieron en el tabernáculo durante siete días.
Explique que Levítico 9 registra que Moisés mandó a Aarón que reuniera al pueblo y ofreciera sacrificios por sí mismo y por todo Israel. Invite a un alumno a leer Levítico 9:6 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que el Señor prometió que sucedería si Aarón efectuaba esas ordenanzas por Israel. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren. Recuérdeles que en Éxodo 29 y Éxodo 40 aprendieron que la obediencia al Señor y a las ordenanzas del sacerdocio invitan la guía del Señor y nos preparan para estar en Su presencia.
Para resumir Levítico 9:8–22, explique que Aarón ofreció los sacrificios por el pueblo tal como el Señor había mandado.
Invite a un alumno a leer Levítico 9:23–24 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que sucedió después de que el pueblo y sus líderes del sacerdocio habían sido obedientes al Señor al edificar el tabernáculo y efectuar ordenanzas de la manera correcta. Invítelos a dar un informe de lo que encuentren. Después pregunte:
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¿Qué principio aprendemos del versículo 23? (Puede que los alumnos mencionen varios principios, pero asegúrese de hacer hincapié en lo siguiente: Cuando los poseedores del sacerdocio cumplen correctamente sus responsabilidades, ayudan a las personas a acercarse al Señor.)
Levítico 10
Dos de los hijos de Aarón realizan sacrificios no autorizados y son consumidos por fuego
Invite a un alumno a leer Levítico 10:1–2 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para saber qué pasó cuando dos de los hijos de Aarón hicieron algo inapropiado en el desempeño de sus deberes del sacerdocio. Invite a los alumnos a dar un informe de lo que encuentren.
Explique que el Señor había explicado con antelación el carácter sagrado de las ordenanzas del sacerdocio y las graves consecuencias que seguirían si los poseedores del sacerdocio no se preparaban para efectuarlas dignamente y con exactitud (como ejemplo, véase Éxodo 30:34–38; Levítico 10:9). Aunque ese pasaje no explica en detalle cuán grave fue lo que hicieron Nadab y Abiú, es evidente que transgredieron los mandamientos del Señor en cuanto a la manera en que habían de efectuarse las ordenanzas sagradas.
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¿Por qué creen que el Señor desea que las ordenanzas del sacerdocio se efectúen correctamente?
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¿Cómo pueden los poseedores del sacerdocio asegurarse de que se preparan y administran correctamente sus deberes del sacerdocio?
Invite a un alumno a leer Levítico 10:9–11 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y averigüe cómo puede la dignidad personal afectar la manera en que los sacerdotes desempeñan sus funciones. Señale que la nota a al pie de página del versículo 10 explica que la frase “discernir entre lo santo y lo profano” significa “distinguir entre lo santo y lo profano, y entre lo impuro y lo puro”.
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¿Por qué sería importante que un poseedor del sacerdocio fuese capaz de distinguir entre las cosas que son santas y aquellas que son profanas?
Explique que Levítico 10:12–20 incluye instrucciones adicionales que Moisés dio a Aarón y a los dos hijos que le quedaban a éste acerca de cómo desempeñar correctamente sus funciones.
Levítico 11
El Señor revela a los israelitas Sus leyes en cuanto a la alimentación
Pida a los alumnos que levanten la mano si han comprado recientemente algo de comer en una tienda o en un restaurante. Podría preguntarles qué fue lo que pidieron.
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¿Había productos en el menú que habrían escogido no comer o beber si los hubieran puesto frente a ustedes? ¿Cuáles son algunos de esos productos?
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¿Qué productos del menú habrían escogido no comer o beber por motivos religiosos?
Explique que la ley de Moisés incluía mandamientos relacionados con animales que se consideraban limpios y aptos para el consumo de los hijos de Israel, y animales inmundos, los cuales no podían comer. En nuestros días, las personas se refieren a esas leyes como leyes kósher (de una palabra hebrea que significa “adecuado” o “apropiado” [véase Bible Dictionary, “Kosher”]).
Pida a los alumnos que imaginen que vivían en los tiempos de Moisés y planeaban comer en un antiguo restaurante. Entrégueles copias del siguiente menú:
Menú
Aperitivos |
Platos principales | ||
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Cuervo |
Cigüeña |
Lagartija |
Hurón |
Langosta |
Cerdo (chancho, beicon) |
Camello |
Ratón |
Conejo |
Pulpo |
Águila |
Escarabajos |
Tortuga |
Atún |
Vaca (carne de res, filete) |
Caracoles |
Agrupe a los alumnos de dos en dos e invite a cada pareja a buscar Levítico 11:1–43 y averiguar cuáles eran las características de los animales limpios y las de los inmundos. Deben usar lo que hayan aprendido para elegir un producto de cada categoría del menú que les estaría permitido comer bajo la ley de Moisés. Si necesitan un ejemplo, invite a un alumno a leer Levítico 11:2–4 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar cuáles eran las características de los animales limpios y las de los inmundos. (En esos versículos, los alumnos podrán descubrir que el ganado era apto para el consumo del pueblo de Israel.) Después de darles tiempo suficiente, pida a los alumnos que expliquen qué productos del menú escogerían de acuerdo con Levítico 11. (Las respuestas incluyen: langosta, atún, carne de res, filete y escarabajos.)
Invite a un alumno a leer Levítico 11:24–27 en voz alta, y pida al resto de los alumnos que sigan la lectura en silencio para saber qué otras cosas podían hacer inmundo a un israelita.
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¿Por qué creen que los israelitas debían evitar aun tocar el cadáver de un animal inmundo?
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¿Qué principio aprendemos de ese mandamiento de no tocar siquiera el cadáver de un animal inmundo? (Los alumnos podrían usar otras palabras, pero deben reconocer el siguiente principio: Si nos rodeamos de malas influencias, éstas pueden hacer que lleguemos a ser impuros. Anote ese principio en la pizarra.)
Aunque la Biblia no registra con detalle las razones por las cuales el Señor dio esas leyes en cuanto a la alimentación, los israelitas fieles mostraron su confianza y obediencia al Señor al seguirlas aun sin conocer todos los motivos para hacerlo.
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¿Qué leyes en cuanto a la alimentación nos ha dado el Señor a través de los profetas vivientes en nuestros días? ¿Qué substancias nos ha mandado el Señor no ingerir? ¿Qué alimentos nos ha alentado a consumir?
Lea Levítico 11:44–45 a la clase, y pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio y busquen una razón por la que el Señor mandó a los israelitas que no comieran ciertos animales.
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¿Cuál era uno de los propósitos de la ley en cuanto a la alimentación que el Señor dio a los israelitas?
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¿Qué significa ser santo?
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Basándonos en lo que hemos aprendido sobre el propósito de la ley de salud del pueblo de Israel, ¿qué nos puede suceder si obedecemos la ley de salud del Señor en nuestros días? (Los alumnos podrían señalar varios principios, pero asegúrese de que comprendan que seguir los mandamientos del Señor en cuanto a la salud nos ayuda a llegar a ser santos.)
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¿De qué modo la obediencia a la Palabra de Sabiduría nos ayuda a llegar a ser más santos?
Para ayudar a los alumnos a contestar la pregunta anterior, invite a uno de ellos a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles. Pida a los miembros de la clase que presten atención a cómo el obedecer la Palabra de Sabiduría nos permite ser más receptivos a las delicadas impresiones del Espíritu Santo y, de ese modo, nos ayuda a llegar a ser santos.
“Nuestro cuerpo físico es el instrumento de nuestro espíritu. En la maravillosa revelación de la Palabra de Sabiduría, se nos dice cómo conservar el cuerpo libre de impurezas que puedan dañar y hasta destruir esos sentidos físicos tan delicados que están relacionados con la comunicación espiritual.…
“…… [La Palabra de Sabiduría] es [nuestra] armadura y nos protegerá contra los hábitos que obstruyen los canales de la revelación personal” (“La revelación en un mundo inconstante”, Liahona, enero de 1990, pág. 14).
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¿En qué forma el vivir la Palabra de Sabiduría les ha ayudado a no contaminarse ustedes mismos?
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¿Por qué es importante para nosotros llegar a ser santos?
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¿De qué otros modos han sido bendecidos ustedes o las personas que conocen por vivir la Palabra de Sabiduría?
Pregunte a los alumnos si alguna vez han tenido que explicar la Palabra de Sabiduría a alguien que no es miembro de la Iglesia, e invite a dos o tres alumnos a compartir sus experiencias.
Invite a dos alumnos a pasar al frente de la clase para participar en una dramatización. Pida a un alumno que actúe como si no conociera la Palabra de Sabiduría y al otro que explique por qué los Santos de los Últimos Días cumplimos ciertas normas en cuanto a la alimentación. Invite al alumno que contesta las preguntas a usar Levítico 11 para explicar la ley de salud que el Señor ha dado en nuestros días.
Invite a uno o dos alumnos a compartir sus sentimientos acerca de cómo la ley de salud del Señor bendice a aquellos que la obedecen. Si lo desea, comparta su testimonio y anime a los alumnos a obedecer estrictamente la Palabra de Sabiduría.