Seminario
Lección 44: Éxodo 7–11


Lección 44

Éxodo 7–11

Introducción

Después de que Faraón rehusó escuchar a Moisés y a Aarón, Jehová reveló que Él multiplicaría “en la tierra de Egipto [Sus] señales y [Sus] maravillas” (Éxodo 7:3). Sin embargo, aun después de ser testigo de un milagro y de las plagas que afligieron a Egipto, Faraón endureció su corazón y rehusó dejar ir a los hijos de Israel.

Sugerencias para la enseñanza

Éxodo 7:1–13

Dios envía a Moisés y a Aarón a liberar de la servidumbre a los hijos de Israel

A fin de ayudar a establecer el contexto de los acontecimientos registrados en Éxodo 7 , lea en voz alta las siguientes afirmaciones. Invite a los alumnos a indicar verbalmente si cada declaración es verdadera o falsa.

  1. Faraón dijo que estaba dispuesto a dejar en libertad a los hijos de Israel porque respetaba el poder de Jehová. (Falso. Véase Éxodo 5:1–2.)

  2. Después de que Moisés y Aarón pidieron a Faraón que dejara ir a los hijos de Israel, los israelitas estaban ansiosos de escuchar a Moisés y de seguirlo como líder. (Falso. Véase Éxodo 5:19–21.)

  3. Moisés sentía confianza en sus aptitudes y estaba entusiasmado por su responsabilidad de liberar a los hijos de Israel de la servidumbre. (Falso. Véase Éxodo 3:11.)

  4. Moisés era tardo en el habla y se preguntó por qué Jehová lo había enviado a él a liberar a los hijos de Israel. (Verdadero. Véase Éxodo 4:10; 5:22–23; 6:12, 30.)

Para resumir Éxodo 7:1–5, explique que Jehová mandó a Moisés y a Aarón que regresaran a ver a Faraón y que le dijeran de nuevo que liberara a los hijos de Israel.

  • Si hubieran estado en la situación de Moisés, ¿piensan que quizás se hubieran sentido renuentes a hablar con Faraón? ¿Por qué sí o por qué no?

Podría invitar a los alumnos a meditar en cuanto a situaciones en las que pudieran sentirse renuentes a seguir el consejo del Señor, de sus padres o de sus líderes de la Iglesia.

Pida a un alumno que lea Éxodo 7:6 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que hicieron Moisés y Aarón como respuesta a la instrucción de Jehová de regresar a hablar con Faraón.

  • Al considerar los desafíos que afrontaron Moisés y Aarón, ¿qué les impresiona con respecto a su obediencia a la instrucción de Jehová?

Escriba la siguiente afirmación incompleta en la pizarra: Si actuamos con fe y obedecemos al Señor, entonces… …

Invite a los alumnos a considerar cómo completarían esa frase al aprender lo que ocurrió como resultado de la obediencia de Moisés y Aarón a Jehová.

Invite a un alumno a leer en voz alta Éxodo 7:8–10, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que averigüe lo que sucedió cuando Moisés y Aarón hicieron lo que Jehová les había mandado.

Si es posible, muestre una vara (un trozo largo de madera, como el palo de una escoba). Deje caer la vara en el piso.

  • ¿Cómo piensan que habrían respondido si hubieran estado en la situación de Faraón y acabaran de ver que la vara de Aarón se convertía en una serpiente?

Invite a un alumno a leer en voz alta Éxodo 7:11–12, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cómo respondió Faraón después de que la vara de Aarón se convirtió en una serpiente. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

  • ¿Qué creen que simbolizaba el que la vara de Aarón devorara las varas de los hechiceros? (Conforme respondan los alumnos, tal vez quiera usted señalar que el poder del Señor supera el de los seres mortales o el del diablo.)

  • ¿Cómo piensan que esa experiencia pudo haber influido en Moisés y en Aarón?

Señale la afirmación incompleta en la pizarra. Pregunte a los alumnos cómo completarían la frase basándose en la experiencia de Moisés y de Aarón cuando fueron obedientes a Jehová. Usando las palabras de los alumnos, complete la afirmación en la pizarra de manera que comunique el siguiente principio: Si actuamos con fe y obedecemos al Señor, entonces Él nos bendecirá para que podamos hacer lo que Él nos pida.

Levante la vara del piso y muéstrela de nuevo a la clase. Invite a un alumno a leer en voz alta Éxodo 7:13, y pida a la clase que preste atención a la respuesta de Faraón después de que la vara de Aarón devoró las varas de los hechiceros. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

Señale que en el versículo 13, nota a al pie de página, se encuentra una aclaración importante de la Traducción de José Smith de la Biblia. Explica que no fue Jehová el que endureció el corazón de Faraón, sino que Faraón endureció su propio corazón. Al estar trabajando en su traducción inspirada de la Versión del Rey Santiago de la Biblia en inglés, el profeta José Smith corrigió cada indicación de que Jehová había endurecido el corazón de Faraón, porque en cada caso, Faraón había endurecido su propio corazón (véase la Traducción de José Smith en las notas al pie de página de Éxodo 7:3; 9:12; 10:1, 20, 27; 11:10). Si lo desea, testifique que José Smith fue un profeta y que él restauró muchas verdades claras y preciosas.

  • ¿Por qué piensan que es importante saber que fue Faraón, y no Jehová, el que endureció el corazón de Faraón?

Éxodo 7:14–Éxodo 11:10

Jehová envía diez plagas sobre Egipto

Invite a un alumno a leer Éxodo 5:2 en voz alta, y pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio para saber qué pregunta hizo Faraón cuando Moisés le pidió por primera vez que dejara ir a los hijos de Israel.

Explique que para contestar la pregunta de Faraón, Jehová hizo milagros y envió plagas como testimonio de Su poder. Explique que cada una de las siguientes referencias de las Escrituras describe una de las diez plagas que Jehová envió sobre Egipto. (Escriba esas referencias de las Escrituras en la pizarra antes de la clase o entregue a los alumnos una copia de la lista.)

Las diez plagas

  1. Éxodo 7:14–25

  2. Éxodo 8:1–15

  3. Éxodo 8:16–19

  4. Éxodo 8:20–32

  5. Éxodo 9:1–7

  6. Éxodo 9:8–12

  7. Éxodo 9:13–35

  8. Éxodo 10:1–20

  9. Éxodo 10:21–29

  10. Éxodo 11:4–10; 12:29–33

Las tres actividades que figuran a continuación son sugerencias de formas en que podrían estudiar las plagas como clase. Escoja la opción que más se aplique a las necesidades de los alumnos. (Si es necesario, también podría adaptar esas sugerencias.)

  1. Dé a los alumnos entre 10 y 15 minutos para que estudien en silencio cada una de las plagas. Quizás desee sugerir que los alumnos marquen y enumeren cada una de las plagas en su ejemplar de las Escrituras. Los alumnos también podrían escribir un resumen de cada plaga en el margen de su ejemplar de las Escrituras. Invítelos también a determinar cómo reaccionó Faraón ante cada una de las plagas.

  2. Pida a los alumnos que dividan una hoja de papel en diez secciones. Invítelos a rotular cada sección con el número y la referencia de las Escrituras de cada una de las plagas, según se indica en la lista de las diez plagas. Explique que tendrán de 10 a 15 minutos para leer las referencias de las Escrituras y hacer un dibujo que represente la plaga que se describe en el recuadro correspondiente de la hoja. Invítelos también a averiguar cómo reaccionó Faraón ante cada una de las plagas. Si lo desea, junte los dibujos y muéstrelos a la clase.

  3. Asigne a uno o a varios alumnos que estudien una de las referencias de las Escrituras de la lista de las diez plagas hasta que termine de asignar todas las referencias. Invítelos a averiguar también cómo reaccionó Faraón ante cada una de las plagas. Dé a los alumnos de 5 a 7 minutos para leer la referencia asignada y dibujar en la pizarra o en hojas de papel la plaga que se describe en esa referencia.

Después de la actividad, invite a los alumnos a dar un informe a la clase de lo que aprendieron sobre cada una de las plagas. (Si los alumnos hicieron dibujos, tal vez desee animarlos a usar sus dibujos para ayudarlos a explicar las plagas a la clase.)

Después de que los alumnos hayan terminado de resumir las diez plagas, haga las siguientes preguntas a la clase:

  • ¿Qué aprendemos de las diez plagas acerca del poder del Señor? (El poder del Señor es mucho mayor que el poder del género humano, del diablo y de los dioses falsos que los seres mortales adoran.)

  • ¿Cómo reaccionó Faraón ante cada una de las plagas? (Siguió endureciendo su corazón y rehusó dejar ir a los hijos de Israel.)

  • ¿Por qué piensan que Jehová le dio tantas oportunidades a Faraón de ablandar su corazón, arrepentirse y obedecer el mandato de dejar ir a los hijos de Israel en lugar de obligar a Faraón a dejarlos ir?

Después de que los alumnos respondan, quizás desee invitar a un alumno a leer las siguientes palabras del élder Gerald N. Lund, de los Setenta: 

Elder Gerald N. Lund

“El albedrío personal es tan sagrado que nuestro Padre Celestial nunca forzará el corazón humano, ni siquiera con todo Su infinito poder; muchos tratarán de hacerlo, pero Dios no. En otras palabras, Dios nos permite ser los defensores o guardianes de nuestro propio corazón; debemos, de nuestra propia voluntad, abrir el corazón al Espíritu, ya que Él no nos impondrá Su presencia” (“Abramos nuestro corazón”, Liahona, mayo de 2008, pág. 33). 

  • Basándose en los pasajes que hemos estudiado hoy, ¿cómo expresarían una verdad acerca de nuestro albedrío? (Es posible que los alumnos reconozcan varios principios, pero asegúrese de que quede claro que el Señor nos brinda oportunidades de ablandar nuestro corazón y arrepentirnos, pero no nos obligará a arrepentirnos.)

Tal vez desee explicar que tenemos la habilidad de elegir si seguiremos o no al Señor. Aunque tenemos la habilidad de elegir por nosotros mismos, no somos capaces de elegir las consecuencias de nuestras acciones.

  • ¿Qué piensan que podría haber sucedido si Faraón hubiera elegido ablandar su corazón? (A medida que los alumnos respondan, tal vez tenga que señalar que se podría haber evitado gran parte del sufrimiento y del pesar de su pueblo.)

  • ¿Qué principio podemos aprender de las consecuencias que ocurrieron porque Faraón rehusó ablandar su corazón? (Es posible que los alumnos reconozcan una variedad de principios, pero asegúrese de hacer hincapié en que si rehusamos ablandar nuestro corazón y arrepentirnos de nuestros pecados, entonces acarrearemos consecuencias negativas para nosotros y para otras personas. Considere escribir esta verdad en la pizarra).

  • ¿Cómo podríamos ser bendecidos al elegir arrepentirnos y seguir al Señor ahora en lugar de después?

Una vez que los alumnos respondan, quizás desee pedir a uno de ellos que lea en voz alta las siguientes palabras:

“Si has pecado, cuanto más pronto te arrepientas, más pronto comenzarás tu camino de regreso y encontrarás la paz y el gozo que viene con el perdón . Si retrasas el arrepentimiento, podrías perder bendiciones, oportunidades y guía espiritual. También podrías verte involucrado(a) en una conducta pecaminosa, de tal manera que el camino de regreso sea aún más difícil” (Para la Fortaleza de la Juventud, librito, 2011, pág. 28).

Comparta su testimonio de las verdades que han detectado y analizado en esta lección. Invite a los alumnos a escribir una meta en su cuaderno de clase o diario de estudio de las Escrituras sobre lo que harán a fin de vivir de acuerdo con una o varias de esas verdades.

Comentarios e información de contexto

Éxodo 7:11–13. “Los hechiceros de Egipto”

Después de que Jehová convirtió la vara de Aarón en una serpiente, Faraón llamó a los hechiceros de Egipto, o sea, a los sacerdotes de los dioses falsos de Egipto, que imitaron el milagro. Los hechiceros también imitaron las primeras dos plagas (véase Éxodo 7:21–22; 8:6–7).

El élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “El diablo es el padre de las mentiras y siempre está deseoso de frustrar la obra de Dios mediante sus astutas imitaciones” (“Dos líneas de comunicación”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 84). 

Aunque los hechiceros de Egipto pudieron hacer algunas imitaciones, nunca pudieron vencer las plagas que Jehová envió sobre Egipto. De hecho, sus imitaciones de las primeras dos plagas sólo empeoraron las circunstancias para el pueblo de Egipto. El contraste entre el poder del sacerdocio que ejerció Moisés y las imitaciones de los hechiceros de Egipto ilustra que el poder de Dios es superior a toda otra forma de poder.

Éxodo 7–10 Las plagas de Egipto

Las plagas sirvieron un propósito importante. Les demostraron a Faraón, a Egipto y a los israelitas que Jesucristo (Jehová) es más poderoso que los falsos dioses egipcios. Egipto tenía muchos dioses falsos, entre ellos el faraón mismo. “[Algunos] intérpretes sugieren que existía una correlación simbólica entre cada plaga y un dios egipcio, suponiendo que el propósito era demostrar la superioridad de Jehová sobre un dios específico. Resulta difícil confirmar esa explicación en todos los casos… [Sin embargo,] no cabe duda que las plagas, en su totalidad, tenían como intención demostrar el poder de Jehová por encima de los dioses egipcios, entre ellos Faraón mismo” (Richard Neitzel Holzapfel, Dana… M. Pike y David Rolph Seely, Jehovah and the World of the Old Testament: An Illustrated Reference for Latter-day Saints, 2009, pág. 90).