Lección 67
Números 30–36
Introducción
Moisés enseñó a los líderes israelitas en cuanto a los votos. El Señor mandó a los israelitas a ir a la guerra contra los madianitas, y no hubo pérdidas entre los soldados israelitas. Después de esa guerra, Moisés instruyó a los israelitas con respecto a las tierras de heredad y las ciudades de refugio.
Sugerencias para la enseñanza
Números 30–31
Moisés instruye a los líderes israelitas acerca de los votos, y un ejército israelita destruye a los madianitas.
Antes de que empiece la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra:
Pida a los alumnos que escriban sus respuestas a la pregunta que está en la pizarra. (Las respuestas podrían incluir la Tierra, sus cuerpos, sus familias, el Plan de Salvación y la expiación de Jesucristo.) Si lo desea, pida a algunos alumnos que expliquen sus respuestas a la clase.
Invite a los alumnos a que a medida que estudien Números 30–31 busquen verdades que puedan ayudarlos a saber cómo pueden expresar mejor la gratitud por sus bendiciones.
Para resumir Números 30, explique que Moisés enseñó a los líderes israelitas las normas del Señor en cuanto al cumplimiento de las promesas, votos y juramentos. También enseñó en qué forma una persona puede ser liberada de un voto o hacer que éste sea cancelado.
Para explicar el contexto de Números 31, recuerde a los alumnos que al actuar de acuerdo con el consejo de Balaam (véase Apocalipsis 2:14) los moabitas y madianitas condujeron a muchos israelitas a adorar dioses falsos y a participar en la inmoralidad sexual. Los israelitas que hicieron esas cosas fueron muertos (véase Números 25).
Invite a un alumno a leer en voz alta Números 31:1–4, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que el Señor indicó que los israelitas hicieran con los madianitas.
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¿Qué mandó el Señor que hicieran los israelitas?
Si lo desea, explique que la frase “hagan la venganza de Jehová en Madián” del versículo 3 significa que a los israelitas se les mandó llevar a efecto los juicios del Señor sobre los madianitas a causa de su maldad al influir sobre los israelitas para que pecaran.
Para resumir Números 31:6–47, explique que los israelitas tuvieron éxito en esa guerra y tomaron las posesiones de los madianitas. Balaam, que vivía entre los madianitas, fue muerto en una batalla y nunca obtuvo las riquezas en las que puso su corazón.
Pida a los alumnos que lean Números 31:48–49 en silencio y que presten atención a cuántos soldados israelitas murieron en esa guerra.
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¿Cuántos soldados israelitas murieron en esa guerra con los madianitas? (Quizás deba señalar que “ninguno ha faltado de nosotros” significa que nadie resultó muerto.)
Señale que el que se nos preserve la vida es una bendición que concuerda con las que los alumnos escribieron en la pizarra. Estaba más allá de la capacidad de los israelitas el corresponderle a Dios por esa bendición y, sin embargo, ellos todavía querían expresar su gratitud.
Invite a un alumno a leer Números 31:50 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para ver qué le llevaron los jefes del ejército de Israel a Moisés para mostrar su gratitud.
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¿Qué le llevaron los jefes del ejército de Israel a Moisés?
Quizás deba explicar que una ofrenda es algo que se da al Señor.
Explique que la frase “para hacer expiación por nuestras almas” (Números 31:50) significa que al hacer esa ofrenda, los jefes estaban tratando de saldar la deuda que sentían que tenían con el Señor por haberles preservado la vida. Aunque ningún pago podría compensar adecuadamente al Señor, su ofrenda mostró que ellos reconocían Sus bendiciones de protección y estaban agradecidos por ellas.
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¿Qué podemos aprender del ejemplo que dieron esos israelitas al mostrar gratitud al Señor por Sus bendiciones? Los alumnos quizás utilicen palabras diferentes, pero asegúrese de que reconozcan el siguiente principio: Podemos mostrar nuestra gratitud por las bendiciones del Señor al hacerle ofrendas a Él. Podría escribir ese principio en la pizarra.)
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¿Cuáles son algunas ofrendas que podemos hacerle al Señor para mostrar nuestra gratitud por Sus bendiciones?
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¿Cuándo han procurado mostrar su gratitud al Señor por medio de sus acciones? ¿Qué sentimientos tuvieron al hacerle tal ofrenda al Señor?
Pida a los alumnos que registren en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras una ofrenda que creen que pueden hacerle al Señor para mostrar la gratitud que tienen por las bendiciones que Él les ha dado. Ínstelos a actuar de conformidad con lo que hayan escrito.
Para resumir Números 31:51–54, explique que Moisés y el sacerdote Eleazar llevaron las ofrendas de los jefes al tabernáculo como “…recordatorio para los hijos de Israel delante de Jehová” (Números 31:54).
Números 32
Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés reciben su heredad al oriente del río Jordán
A fin de preparar a los alumnos para estudiar Números 32, extienda una manta o lona en el suelo. Invite a varios alumnos a pararse sobre la manta. (No invite a participar a más alumnos de los que quepan cómodamente en una mitad de la manta.) Diga a los alumnos que su tarea es trabajar juntos para dar vuelta la manta al otro lado. Al realizar esa tarea, deben permanecer sobre la manta y no pueden salirse y pisar el suelo. Una vez que los alumnos hayan completado la actividad, haga las siguientes preguntas a la clase:
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¿Cuáles son algunas cosas que podemos aprender de esa actividad en cuanto a trabajar juntos y ayudarse unos a otros?
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¿Cuáles son algunas situaciones en las que el Padre Celestial nos pide que trabajemos juntos o nos ayudemos unos a otros?
Pida a los alumnos que al estudiar Números 32 busquen verdades que puedan guiarlos al trabajar con otras personas para lograr lo que el Padre Celestial les ha pedido que hagan.
Para ayudar a los alumnos a comprender el contexto de Números 32, explique que las tribus de Israel se hallaban acampando en los llanos de Moab, en el lado este del río Jordán, y se estaban preparando para entrar en la tierra prometida. (Si lo desea, pida a los alumnos que localicen los llanos de Moab en el Mapa bíblico 1, ”Mapa físico de la Tierra Santa”.)
Invite a un alumno a leer en voz alta Números 32:1, 5, y pida al resto de la clase que acompañe la lectura en silencio para determinar lo que las tribus de Rubén y Gad le pidieron a Moisés.
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¿Qué le pidieron las tribus de Rubén y Gad a Moisés?
Si lo desea, pida a los alumnos que localicen la tierra de Galaad en el Mapa bíblico 1. Explique que Jazer se hallaba cerca de Galaad, al sur del río Jaboc.
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¿Por qué deseaban poseer las tierras de Galaad y Jazer?
Señale que además de ser buenas tierras de pastoreo, las tierras de Galaad y de Jazer ya habían sido conquistadas por los israelitas (véase Números 21:31–35). Por el contrario, las tierras al oeste del río Jordán todavía debían ser conquistadas y reclamadas, ya que pertenecían a pueblos que eran hostiles a los israelitas.
Invite a un alumno a leer en voz alta Números 32:6–7, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque la forma en que Moisés respondió a la solicitud de las tribus de Rubén y de Gad.
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¿Cuál era la preocupación de Moisés? (Si a las tribus de Rubén y de Gad se les hubiera dado sus heredades en ese momento, tal vez no habrían ido a la batalla para ayudar al resto de las tribus a obtener sus tierras. A Moisés le preocupaba que el resto de las tribus fueran reacias a entrar en la tierra prometida si tenían que luchar por sus heredades con un ejército más pequeño.)
Para resumir Números 32:8–13, explique que Moisés les recordó a las tribus de Rubén y de Gad acerca de la vez anterior, cuando Israel no pudo entrar en la tierra prometida y el pueblo tuvo que andar errante por el desierto durante 40 años.
Invite a un alumno a leer en voz alta Números 32:14–15, y pida a la clase que siga la lectura en silencio, en busca de lo que Moisés advirtió que sucedería si las tribus de Rubén y de Gad desalentaban a las otras tribus a entrar en la tierra prometida en esa ocasión.
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¿Qué les advirtió Moisés?
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¿Por qué piensan que sería un pecado que las tribus de Rubén y de Gad no ayudaran a las otras tribus a heredar sus porciones de la tierra prometida? (Si lo desea, recuerde a los alumnos que las otras tribus habían ayudado a conquistar las tierras que las tribus de Rubén y de Gad aspiraban heredar.)
Señale que los esfuerzos de Israel por heredar la tierra prometida se pueden comparar con nuestros esfuerzos por recibir las bendiciones del Señor.
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¿Qué podemos aprender de la advertencia de Moisés que se halla en los versículos 14–15 acerca de nuestra responsabilidad de ayudar a los demás? (Los alumnos quizás usen diferentes palabras, pero procure que reconozcan la siguiente verdad: El Señor nos hace responsables de ayudar a los demás a recibir Sus bendiciones.)
Invite a un alumno a leer en voz alta Números 32:16–19, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver lo que las tribus de Rubén y de Gad se ofrecieron a hacer.
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¿Qué ofrecieron las tribus de Rubén y de Gad?
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¿De qué manera la promesa de apoyo de Rubén y de Gad podría haber ayudado a fortalecer a Israel? (El pueblo de Israel unido sería más fuerte en contra de sus enemigos que un Israel dividido.)
Invite a un alumno a leer en voz alta Números 32:20–22, y pida a la clase que siga la lectura y que averigüe cómo respondió Moisés a esa sugerencia. (Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen las palabras si y luego de ese pasaje.)
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¿Cuál dijo Moisés que sería el resultado si las tribus de Rubén y Gad ayudaban a las otras tribus a conquistar sus tierras?
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¿Qué nos enseña eso acerca de escoger ayudar a los demás a obtener las bendiciones del Señor? (Los alumnos quizás utilicen palabras diferentes, pero asegúrese de que reconozcan el siguiente principio: Si ayudamos a los demás a obtener las bendiciones del Señor, nosotros somos bendecidos también. Utilizando las palabras de los alumnos, escriba ese principio en la pizarra.)
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¿Qué bendiciones del Señor tenemos la responsabilidad de ayudar a los demás a obtener?
A fin de ayudar a los alumnos a comprender mejor y a sentir la veracidad e importancia de las verdades que han hallado, asígneles trabajar en grupos pequeños. Entregue a cada grupo una copia de uno de los volantes que se hallan a continuación. Pídales que analicen sus respuestas y que se preparen para hacer un informe al resto de la clase.
Después de darles suficiente tiempo, pida a cada grupo (o a un portavoz de cada grupo) que informe sus respuestas y otras ideas que puedan haber tenido.
Explique que al final de Números 32 Moisés designa las heredades de las tribus de Rubén y de Gad y de media tribu de Manasés.
Números 33–36
Moisés revisa los viajes de Israel y los instruye en cuanto a las tierras de heredad y las ciudades de refugio.
Para resumir Números 33–36, explique que Moisés revisó los viajes de Israel desde Egipto hasta Canaán y que el Señor dio instrucciones a Israel de que echaran a todos los habitantes de la tierra de Canaán. Además, Moisés dio instrucciones a los israelitas en cuanto a las tierras de heredad y al establecimiento de ciudades en las que las personas acusadas de homicidio sin intención podrían recibir refugio hasta que se llevara a cabo un juicio justo.
Concluya con su testimonio de los principios que se han hallado en esta lección. Invite a los alumnos a actuar conforme a la inspiración que hayan recibido al estudiar las Escrituras.
Comentarios e información de contexto
Números 32:16–25. Ayudar a los demás a recibir las bendiciones del Señor
Así como las tribus de Rubén y de Gad debían ayudar a las otras tribus de Israel a recibir las bendiciones prometidas antes de recibir bendiciones para sí mismos, debemos ayudar a los demás a obtener las bendiciones del Señor para que nosotros podamos también recibir todas Sus bendiciones. Una forma de hacer eso es mediante la historia familiar y la obra del templo. El élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
“Las ordenanzas del templo están relacionadas con el progreso personal y también con el progreso de los antepasados que han muerto. ‘Porque su salvación es necesaria y esencial para la nuestra… ellos sin nosotros no pueden ser perfeccionados, ni tampoco podemos nosotros ser perfeccionados sin nuestros muertos’ [D. y C. 128:15]. El servicio que prestemos en beneficio de ellos nos brindará reiteradas oportunidades de adorar en el templo. Y ese servicio merece que lo incorporemos a nuestros quehaceres. Al hacer por los demás lo que ellos no pueden hacer por sí mismos, seguimos el ejemplo del Salvador, que llevó a cabo la expiación para bendecir la vida de los demás” (“La preparación personal para recibir las bendiciones del templo”, Liahona, julio de 2001, pág. 39).
Números 35. Ciudades de refugio
Números 35 contiene el mandamiento del Señor de que se establecieran ciudades especiales por todo Canaán para los levitas. Eso permitiría que los levitas estuvieran en medio de todas las tribus y realizaran ordenanzas para ellos.
“Seis de las cuarenta y ocho ciudades levíticas fueron designadas como ciudades de refugio, lugares en los que aquellos que habían quitado la vida a alguien podían encontrar protección hasta haber sido juzgados y condenados por asesinato o absueltos (vers. 11). Esas ciudades estaban ubicadas a ambos lados del Jordán (véase el vers. 14). Nótese la diferencia que hizo Moisés entre asesinar a sangre fría y matar involuntariamente (véanse vers. 15–25). Se hacía diferencia entre lo que hoy en día se conoce como asesinato premeditado, crimen pasional, homicidio involuntario y muerte en autodefensa.
“‘Las ciudades de refugio entre los hebreos eran necesarias porque el antiguo orden patriarcal seguía vigente, y según este orden, el pariente más cercano tenía derecho de vengar al occiso, dando muerte al homicida. La ley original establecía: el que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada (Génesis 9:6), y nadie era considerado como más indicado para ejecutar esta ley que el pariente más próximo al occiso. Como se podía dar el caso de muchas ejecuciones precipitadas de la ley, dada la naturaleza del delito, se consideró necesario juzgar cada caso para impedir la injusticia; y las ciudades de refugio fueron consideradas adecuadas para este fin. No encontramos ningún pasaje que establezca que hayan sido encontradas ineficientes o que se haya hecho abuso de las mismas’. (Clarke, Bible Commentary, 1:730.)” (Antiguo Testamento—Manual para el alumno, Génesis–2 Samuel, [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 1983], págs. 197–198).