Amós 6
¡Ay de los que se dejen estar!
¿Hay personas en la Iglesia hoy en día que den la impresión de pensar que serán salvos sólo por ser miembros de la Iglesia, aun cuando no amen ni sirvan al Señor? Los israelitas cometieron muchas veces el error de pensar que el Señor no iba a permitir nunca que fueran destruidos —a pesar de no tener ellos rectitud— porque eran el pueblo escogido de Dios (véase Deuteronomio 7:6).
En el capítulo 6 de Amós, el Señor los condena por pensar más en sus riquezas y su comodidad que en la justicia, la misericordia o en su Dios (véase también 2 Nefi 28:21–24). El Señor dijo que, debido a eso, los enemigos de Israel lo llevarían cautivo.