Jeremías 46–51
La destrucción de diversas naciones
Los capítulos 46–51 de Jeremías contienen profecías sobre la destrucción de varias naciones que rodeaban a Israel y la razón por la cual cada una sería destruida. Jeremías profetizó que Egipto (véase Jeremías 46), la tierra de los filisteos Jeremías 47), Moab (véase Jeremías 48), Amón (véase Jeremías 49:1–6), Edom (véase Jeremías 49:7–22), Damasco (véase Jeremías 49:23–27), Cedar (véase Jeremías 49:28–29), Hazor (véase Jeremías 49:30–37), Elam (véase Jeremías 49:34–39), y Babilonia (véase Jeremías 50–51), todas serían destruidas.
Quizás el propósito de estos mensajes sea enseñar, especialmente a la casa de Israel, que el Señor no sólo castigará la iniquidad de Su pueblo sino también la de cualquier pueblo, sea cual sea la nación en que viva. Para Israel, las buenas nuevas son que aun cuando el Señor destruya a todas las otras naciones, prometió preservar a Su pueblo y no destruirlo por completo (véase Jeremías 46:27–28). Esos mensajes de destrucción son, por otra parte, simbólicos de la destrucción de los inicuos en los últimos días.