Deuteronomio 11
Bendiciones o maldiciones: Escoge
La Caída y la Expiación preservaron el albedrío de la humanidad (véase 2 Nefi 2:25–27). El albedrío es una gran bendición, pero a la vez encierra un gran riesgo porque implica que debemos aceptar las consecuencias de nuestras decisiones y hacernos responsables de ellas. En Deuteronomio 11 se explica que Moisés puso delante de Israel “la bendición y la maldición” (vers. 26). En otras palabras, Moisés dijo a los hijos de Israel que recibirían bendiciones o maldiciones; todo dependía de cómo escogieran vivir en la tierra prometida. Las consecuencias estaban en sus manos.