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Jeremías 11–15: Los juicios de Dios


Jeremías 11–15

Los juicios de Dios

Aunque parezca que Jeremías repitió su mensaje acerca de los juicios de Dios sobre Judá, cada uno de los capítulos o sermones contiene un punto de vista o enseñanza un tanto diferente con respecto a esos juicios.

En Jeremías 11 se refiere a la importancia de hacer convenios con el Señor. El Señor les recuerda a los del pueblo de Judá que Él había hecho convenios especiales con ellos desde que Moisés los sacó de Egipto, y que serían castigados debido a que habían quebrantado esos convenios continuamente. El capítulo 11 termina con palabras dirigidas a la gente del pueblo natal de Jeremías, que había querido matarlo a causa de sus profecías; el Señor dijo que a ellos especialmente les sobrevendrían castigos.

En Jeremías 12 se relata lo que el Señor le explicó a Jeremías del motivo por el cual a veces los malvados parecen prosperar y le aseguró que finalmente la justicia llegaría a los inicuos. Además, le dijo que los justos también son al fin recompensados por sus obras.

La historia del Diluvio, en los días de Noé, nos enseña que la gente puede llegar a ser tan inicua que sus pecados “los ata[n]” (2 Nefi 26:22), lo cual los vuelve incapaces de cambiar. Debido a esa incapacidad de cambiar, el Señor destruyó al pueblo. El Libro de Mormón habla de una gente que rehusó arrepentirse hasta que ya era “eternamente tarde” (Helamán 13:38). En Jeremías 13 se comunica el sencillo mensaje de que los del pueblo estaban “tan habituados a hacer mal” que no podían cambiar sus costumbres malvadas, como un leopardo no puede cambiar sus manchas (véase Jeremías 13:23).

El capítulo 14 expresa los sentimientos profundos de Jeremías hacia los de su pueblo al suplicar al Señor por ellos. Los versículos 1–6 hablan de lo que el Señor le hizo saber a Jeremías en cuanto a la razón por la cual había sequía en su tierra; los versículos 7–9 contienen la súplica de Jeremías para que no hubiera hambre y en 10–12 está la respuesta del Señor. En el versículo 13 hay otra vez palabras de Jeremías y en 14–18 vuelve a hablar el Señor. Los últimos cuatro versículos del capítulo 14 contienen expresiones de Jeremías que parecen una oración.

En Jeremías 15:1–14 el Señor expone las destrucciones que sobrevendrían a Judá y la preocupación de Jeremías pensando que quizás se le incluyera en los castigos que el Señor describía; en los versículos 15–18 él le dice al Señor lo fiel que ha sido siempre; y en 19–21 el Señor le dice que lo acepta pero que no siga tratando de defender a su pueblo.

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