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Ezequiel 47: Las aguas salutíferas del templo


Ezequiel 47

Las aguas salutíferas del templo

En Ezequiel 47 se relata la visión que tuvo Ezequiel de las aguas que fluirán por debajo del templo en Jerusalén y correrán hacia el este, haciéndose cada vez más caudalosas hasta convertirse en un río que desaguará en el Mar Muerto haciéndolo “vivir” con peces y vegetación. El profeta José Smith dijo esto: “Judá ha de volver, Jerusalén ha de ser reedificada, junto con el templo, y debe salir agua de debajo del templo y han de ser sanadas las aguas del Mar Muerto. Se precisará algún tiempo para reedificar las murallas de la ciudad, el templo… y todo esto debe hacerse antes que el Hijo del Hombre aparezca” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 347).

Este acontecimiento es también simbólico de la renovación y el renacimiento espiritual que experimentarán las personas, tanto en forma individual como en familias, al tomar parte en las ordenanzas sagradas, ennoblecedoras y habilitadoras del templo que provienen de la fuente de “aguas vivas”, o sea, Jesucristo.

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