Jeremías 30
El Señor promete ayuda
Cuando los babilonios conquistaron el reino de Judá y los llevaron cautivos, el pueblo de Judá se preguntaba si Dios los había abandonado y dejado de lado el convenio que había hecho con Abraham de darles la tierra de Canaán, y de que fueran una bendición para el resto del mundo por medio de las verdades y las bendiciones que Él les había dado. También se preguntaban si Él habría dejado sin efecto el convenio de establecer a los descendientes de David como reyes de Israel (véase 2 Samuel 7:13). Los capítulos 30 a 33 de Jeremías contienen la afirmación del Señor a los hijos de Israel que estaban dispersos y en la cautividad de que no los había abandonado ni había olvidado Sus convenios con ellos.
Se le mandó a Jeremías que escribiera la profecía que se encuentra en Jeremías 30–33 en lugar de decirla. Como él estaba encarcelado en ese momento, el hacerlo por escrito aseguraría que sus palabras de profeta llegaran al pueblo. Además, aunque el pueblo no escuchó a Jeremías cuando recibió esa revelación, si quedaba escrita, el pueblo que estaba en cautividad podría ser más humilde y leerla más adelante. Fíjate asimismo que la profecía estaba dirigida tanto a Judá como a Israel; este pueblo ya había sido llevado cautivo por los asirios más de ciento veinte años antes de que el Señor diera a Jeremías el mensaje que se encuentra en ese capítulo.
Al leer Jeremías 30, fíjate en lo que el Señor dijo acerca de la cautividad de Judá y de lo que haría por ellos si confiaban en Él. Ese mensaje se puede aplicar también a alguien que sea cautivo del pecado y piense que está perdido ante Dios; quizás crea que el Señor lo ha abandonado. Mientras lees, busca además algún mensaje personal que podría encontrarse en este capítulo.
La comprensión de las Escrituras
Jeremías 30
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Si el varón da a luz (vers. 6):Si va a tener un bebé.
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Ni te atemorices (vers. 10):No tengas miedo.
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Adversario (vers. 14):Contrario, oponente.
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Te consumen (vers. 16):Te conquistan y destruyen.
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Hollados, hollaron (vers. 16):Pisoteados, pisotearon.
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Señoreador (vers. 21):El que gobierna.
Jeremías 30:12–13—¿Cómo podría ayudarles el Señor si sus heridas son “incurables”?
La Traducción de José Smith de la Biblia nos ayuda a entender que el versículo 12 debería decir que no es incurable su quebrantamiento, aun cuando sea terrible. Y en el versículo 13 de la TJS dice que el Señor pregunta si no hay quien lo sane y si no tiene los medicamentos eficaces.
Jeremías 30:9—¿A qué rey David serviría el pueblo?
Este “David” se refiere al Mesías y Rey que Dios había prometido que sería descendiente de David. La promesa se cumplió con el nacimiento de Jesucristo y se cumplirá nuevamente en la Segunda Venida.
El estudio de las Escrituras
Haz una lista de las consecuencias
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Lee Jeremías 30:5–7, 12–15, y describe lo que les sucedió a los israelitas por haber abandonado a su Dios y adorado ídolos.
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¿En qué se parecen las consecuencias de adorar ídolos a las consecuencias del pecado en la actualidad?
Haz una comparación
Lee Jeremías 30: 8–11, 16–17. Lo que el Señor prometió hacer por el cautivo Judá, ¿en qué se compara con lo que Él haría para ayudar a alguien que sea cautivo del pecado?