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Isaías 7–8: Confía en el Señor


Isaías 7–8

Confía en el Señor

Los capítulos 7 y 8 de Isaías se refieren a un determinado acontecimiento histórico en el reino de Judá, pero la profecía no sólo se aplicaba entonces sino que también predecía el nacimiento de Jesucristo más de setecientos años después.

En el capítulo 7 se explica que el rey de Israel (el Reino del Norte, llamado también Efraín) y el rey de Siria se habían combinado para tener una fuerza militar más poderosa; juntos, esperaban conquistar al reino de Judá (véanse los vers. 1–2, 5–6). Sus acciones asustaron a Acaz, rey de Judá (véase el vers. 2), pero el Señor le dijo a Isaías que dijera a Acaz que no tuviera temor porque los asirios llegarían del norte y conquistarían tanto a Siria como a Efraín. Isaías dijo que el cumplimiento de esa profecía sería para el pueblo de Judá un testimonio de que el Señor continuaría preservándolo. A continuación, Isaías dio a Acaz una señal que atestiguaba que sus palabras eran la verdad: Le dijo que una virgen concebiría y daría a luz un hijo, y lo llamaría Emanuel, nombre que significa “Dios con nosotros” y simboliza el hecho de que Dios estaría con Su pueblo de Judá. Isaías profetizó también que antes de que el niño tuviera edad para distinguir la diferencia entre el bien y el mal, los asirios conquistarían a los reyes de Siria y de Efraín (véanse los vers. 14–16).

Esa profecía de Isaías 7:10–16 tiene un significado mucho más profundo: Una de las razones por las que Dios iba a preservar al pueblo de Judá era que había prometido mandar a Su Hijo a la tierra por medio de la tribu de Judá y de la posteridad del rey David. Ese Hijo de Dios iba a ser el Emanuel [“Dios con nosotros”] mencionado. Isaías le hizo saber a Acaz que Dios preservaría a Judá a través de sus dificultades con Siria y con Efraín, así como también durante los muchos años que todavía transcurrirían antes del nacimiento del Mesías.

El capítulo 8 de Isaías continúa la historia comenzada en el capítulo 7. Isaías dijo a los del pueblo de Judá que no se preocuparan por Siria y el Reino del Norte de Israel porque Asiria iba a destruirlos; pero la amenaza que les inquietaba entonces era que Asiria atacara también a Judá. El pueblo estaba considerando la posibilidad de unirse en alianza con otras naciones para pelear contra los asirios (véanse los vers. 9–10). Isaías dijo al pueblo que si confiaba en el Señor, Él sería su seguridad y su “santuario” (vers. 13–14); además, les advirtió que no escucharan a las personas que afirmaban recibir revelación pero no la recibían de Dios (véanse los vers. 19–22).

El estudio de las Escrituras

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Las profecías sobre Jesucristo

  1. Lee Isaías 8:13–14 y explica cómo puede ser Jesús al mismo tiempo la roca en la cual afirmar un fundamento seguro (véase Helamán 5:12) y una “piedra para tropezar” y un “tropezadero para caer” (vers. 14).