Jeremías 25–26
El rechazar a los profetas lleva a la cautividad
Jeremías 25 y 26 son similares en orden y tema a los capítulos 21 y 22. En el capítulo 25 Jeremías profetiza con certeza que Babilonia conquistará a Judá, porque éstos rechazaron sus palabras y las de otros profetas (como Lehi). Más aún, profetiza también que Judá serviría a Babilonia durante setenta años, cuando otro reino conquistaría a los babilonios; el resto del capítulo trata de la destrucción de otras naciones inicuas. En este capítulo se enseña que Dios castiga a los malvados, sea cual sea la nación donde vivan o de la que provengan.
En el capítulo 26 se relatan hechos anteriores a los del capítulo 25 y se explica hasta cierto punto algo de la historia de este último. En Jeremías 26 se relata la forma en que Jeremías profetizó que la gente debía arrepentirse o sería llevada cautiva; debido a ese mensaje, que incluso contenía algo de esperanza de liberación mediante el arrepentimiento, los líderes de Judá querían hacer matar a Jeremías. Además, leemos de otro profeta llamado Urías, al que mataron por revelar una profecía similar. Esa acción ayuda a explicar por qué era tan infalible el juicio del capítulo 25.