Jeremías 4–6
“No tenemos por qué arrepentirnos”
Uno de los problemas que enfrentó Jeremías al predicar el Evangelio a los del pueblo de Judá fue que ellos pensaban que ya vivían con rectitud y no tenían por qué arrepentirse. Practicaban diversas formas de idolatría, pero también ofrecían sacrificios y realizaban otros actos “externos” de la religión verdadera; y, como observaban partes de su religión, se consideraban justos y afirmaban que el Señor no iba a permitir que a un pueblo justo le pasara nada.
Por medio de Jeremías, el Señor dijo a los de Judá que no estaba complacido con ellos y les prometió que les sobrevendría destrucción por la manera en que se hacían pasar por justos. En Jeremías 4:2, 14; 5:3, 12; 6:14–15, 20, encontrarás ejemplos de lo que Jeremías dijo sobre las prácticas religiosas hipócritas de los judíos de esa época. La mayor parte del resto de los capítulos 4 a 6 habla de los juicios de Dios que sobrevendrían a Judá por causa de sus pecados.