Deuteronomio 27–28
Las bendiciones y las maldiciones
En Levítico 26 pudimos ver que el Señor puso delante de Israel las bendiciones que podrían recibir si guardaban Sus mandamientos y los castigos que recibirían si los desobedecían. En Deuteronomio 27–28 se explica cómo Moisés habló a los israelitas acerca de esas mismas bendiciones y de esos mismos mandamientos, dado que ellos eran niños cuando ocurrieron los sucesos registrados en ese pasaje de Levítico 26. Sin embargo, en ese momento Moisés les impartió instrucciones más detalladas y utilizó una lección práctica que comenzaba con el mandato de ir a dos montañas de la tierra de Canaán, el Monte Ebal y el Monte Gerizim, que estaban a poca distancia uno del otro. A seis tribus se les asignó ir a uno de ellos, donde se les dijo que declararan las bendiciones prometidas; a las otras seis tribus se les dijo que, sobre la otra montaña, respondieran proclamando las maldiciones. Ese acontecimiento tuvo como fin recordar a los hijos de Israel el privilegio que tenían de escoger su futuro por medio de la obediencia.
A medida que leas Deuteronomio 28, piensa sobre la siguiente declaración del presidente Joseph F. Smith, que en ese entonces prestaba servicio como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles: “Éstas son las promesas que el Señor hizo al pueblo de Israel en la antigüedad si escuchaban Sus palabras y obedecían Sus leyes.
“Ahora, deseo decirles sin abrigar duda alguna… que las palabras [de Deuteronomio 28:1–13] se aplican tanto a ustedes como a los hijos de Israel. Ustedes son el Israel moderno mientras que ellos son el Israel antiguo, pero el mismo Dios que habló por medio de Su siervo Moisés es el que habla en la actualidad mediante Su siervo [el profeta]. La obediencia a las leyes de Dios dará los mismos resultados hoy día que en los tiempos antiguos” (en Conference Report, octubre de 1899, pág. 45).
La comprensión de las Escrituras
Deuteronomio 28
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Fruto de tu vientre (vers. 4, 11, 18, 53):Los hijos.
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Fruto de tu tierra (vers. 4, 11, 18):Las cosechas.
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Sobreabundar (vers. 11):Gran cantidad.
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Quebranto (vers. 20):Confusión y frustración; abatimiento.
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Asombro (vers. 20):Reprimenda.
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Mortandad (vers. 21):Gran cantidad de muertes causadas por plagas y enfermedades.
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Añublo (vers. 22):Enfermedad de los cereales.
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Palparás (vers. 29):Tantear o tocar con las manos o los dedos lo que hay delante de uno para orientarse cuando no se puede ver.
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Desposarás (vers. 30):Comprometerse en matrimonio.
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Servirás de refrán y de burla (vers. 37):Te mirarán por encima del hombro y se burlarán de ti.
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Fiera de rostro (vers. 50):Que da miedo.
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Pondrá sitio (vers. 52):Rodeará para atacar.
El estudio de las Escrituras
A medida que estudies Deuteronomio 28, haz por lo menos dos de los ejercicios (A–D) que se dan a continuación.
¿Cómo se aplica en la actualidad?
En Deuteronomio 28:1–13 se mencionan las bendiciones que Israel recibirá si es fiel. Explica qué piensas sobre el significado que tiene cada una de las bendiciones para la gente de la actualidad y anótalo en tu cuaderno en una gráfica como la que está a continuación.
Versículo |
El Señor abrirá Su buen tesoro. |
Cómo se aplica el principio en la actualidad |
1 |
La bendición | |
3 |
Se te exaltará sobre todas las naciones. | |
4 |
Serás bendecido en la ciudad y en el campo. | |
5 |
Será bendito el fruto de tu vientre, de la tierra y de los animales. | |
6 |
Será bendita tu canasta y tu artesa de amasar. | |
7 |
Serás bendecido al entrar y al salir. | |
8 |
Se te protegerá de tus enemigos. | |
9 |
Se te bendecirá en todo aquello que emprendas. | |
10 |
Se te confirmará pueblo santo. | |
12 |
Se te llamará por el nombre del Señor. | |
13 |
El Señor abrirá Su buen tesoro. |
¿Cuál te gustaría?
De la lista de bendiciones anteriores, escribe cuál te gustaría recibir y explica la razón por la cual quisieras recibirla.
Examina las maldiciones
En Deuteronomio 28:15–68 se cita una gran lista de maldiciones. A medida que las leas, escoge dos que hayas visto que les hayan sucedido a personas que no obedecieron los mandamientos de Dios y luego escribe qué les pasó. Tus ejemplos pueden ser de gente que conozcas, de alguien sobre quien hayas oído hablar o de quien hayas leído en las Escrituras. No es necesario que digas quiénes son las personas si son conocidos tuyos.
Ejercicio optativo
Si Dios nos ama, ¿por qué tenemos que sufrir si no nos arrepentimos? (véase D. y C. 19:17). Los siguientes pasajes de las Escrituras te servirán para contestar esta pregunta: Alma 39:7; 42:16–24; Helamán 12:2–3; Doctrina y Convenios 90:36; 95:1–2.