2 Samuel 1–3
Después de la muerte de Saúl
En el último capítulo de 1 Samuel, leímos que Saúl pidió a su escudero que lo matara; pero cuando éste se negó a hacerlo, Saúl se echó sobre espada y se quitó la vida. En 2 Samuel 1, se relata la historia de un hombre que pensó que podía obtener el favor de David al afirmar que había matado a Saúl. Ese hombre le llevó a David la corona y la argolla que simbolizaban que Saúl era rey. Cuando David se enteró de que Saúl y Jonatán habían muerto, se afligió mucho e hizo que mataran al hombre que decía haberle quitado la vida a Saúl. Los últimos versículos de 2 Samuel 1 son las palabras de un salmo, o canto, que David escribió en esa ocasión.
El Señor entonces instruyó a David para que fuera a la tierra de Judá y, una vez allí, el pueblo lo coronó rey de ese pueblo. Durante ese mismo tiempo, el capitán del ejército de Saúl ayudó a que coronaran a Isboset rey sobre el resto de Israel. Algunas de las peleas entre los hombres de David y los de Isboset se explican en 2 Samuel 2–3. Esos capítulos nos ayudan a comprender que David no deseaba actuar en forma vengativa en contra de sus enemigos.